Políticamente incorrecto por momentos. Tiene sobre su espalda la responsabilidad de conducir el gobierno de mayor número de habitantes en Uruguay. Se confiesa transgresor, pero en el sentido de derrumbar la hipocresía o el caretismo sobre diversos temas que son debate en la sociedad de hoy. No oculta que consumió marihuana y detesta mostrarse como quien no es. Reivindica ser auténtico por encima de todo.
Sereno, reflexivo, natural, Christian Di Candia (38) repasó con GENTE URUGUAY, los motivos que han llevado al Frente Amplio a mantener el Gobierno de Montevideo por 30 años, lo que le falta a la sociedad capitalina y lamenta las consecuencias sociales, económicas y de relacionamiento que dejará el COVID. También tuvo tiempo para hablar de su hijo y la posibilidad de volver a formar una familia.
¿Los objetivos que te trazaste en ese momento al asumir, lograste cumplirlos?
En grandes líneas estoy más que satisfecho. Siempre quedan igual situaciones en “el debe”. Algunas tienen que ver con proyectos y definiciones que habíamos tomado pero que por la situación del COVID, del flujo financiero de caja, hubo que tirar para atrás.
Pensamos si era el momento de hacer inversiones previstas, pero preferimos destinar ese dinero a comprar canastas o tirar para adelante el cobro de tasas, contribución, patente, para que la gente tenga un poco más de espacio. Cuando asumí me propuse dos grandes objetivos, que el buque llegara a puerto, es decir que lo planteado en 2015 por el equipo se cumpliera y eso viene bien, pero además en tratar de enfocarme en que la ciudadanía y el sistema político en general, viera que alguien que no tuviera más de 60 años podía ejercer este cargo y hacerlo con honor, con compromiso, con responsabilidad.
¿Esto puede marcar el camino?
Eso va a permitir que en los próximos años, los candidatos de 30 y algo tengan esa posibilidad, sean “salibles”. Si uno mira los sistemas políticos en el mundo muchos tienen Alcaldes, o Presidentes de menos de 40 años y al sistema esto le viene bien.
En mi caso eso tenía un riesgo (asumió con 37) pero mirado los números y las cifras de aceptación de la gente, se dan una aprobación alta en los colectivos que están más alejados de la política. Jóvenes, mujeres, sectores más bajos son donde tenemos en el orden del 68% de aprobación y eso nos deja más que contentos.
¿Cuál ha sido la clave para que el Frente Amplio mantenga desde el año 1990 el gobierno de la capital?
El plan de transformación de Montevideo, adaptado a cada momento. Los intereses de la ciudadanía cambian, lo que podía ser una solución en los años 90 no lo es hoy. Pero el Frente Amplio logró gobernar teniendo en cuenta lo que la gente necesitaba. Los espacios públicos de calidad, la inversión fuerte en la periferia, las ciclovías, las calles. La gente lo ha ido valorando.
Hemos avanzado como sociedad en la agenda de derechos. Montevideo lo impulsó antes que el FA ganara el gobierno nacional. ¿Eso permitió sintonizar con lo que a la gente le pasaba?
La ciudad no es la calle, es la gente. Lo que importa es que la gente pueda tener un proyecto de vida feliz. Vos podes tener las mejores calles, puentes, estar todo limpio, pero si la gente es infeliz es un problema. Es más importante que pueda tener un festival cultural gratuito a que tenga mejor arreglada una calle, aunque sea importante la calle. Poder acercarse a la gente hizo que las gestiones del FA fueran bien valoradas.
La primera comisión de la mujer se creó en el Gobierno de Montevideo en el 92. Después fue mutando. Así pasó con todo, las primeras políticas para los colectivos LGTB se impulsaron desde Montevideo también.
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Producción Gente Uruguay
Fotos Adrián Serrato