Si hay algo que Máxima aprendió es a no ser rencorosa. Lo demostró al aceptar la invitación del primer ministro holandés Wim Kok -el mismo que logró que su padre renunciara a asistir a su boda por presión del Parlamento- a una cena en homenaje por su casamiento con el príncipe Guillermo. Esta fue una de las últimas veladas que la argentina y Alex (así lo llama la inminent
e princesa) tuvieron como novios, y a la que asistieron la familia real en pleno, entre ellos la reina Beatriz, además de ministros y presidentes de las Antillas.
Los medios holandeses aseguran que Wim Kok está fascinado con Máxima, aunque esto no fue impedimento para convencer a los legisladores de prohibir la participación de su padre, Jorge Zorreguieta, al momento más importante en la vida de la argentina.
"Máxima conquistó los corazones de mucha gente en nuestro país y en nuestro reino. Es una de nosotros, una holandesa. Y después de su matrimonio, lo será también como princesa de los Países
Bajos", dijo Kok. La reina y el príncipe, felices con los halagos.
Máxima conquistó los corazones de mucha gente en nuestro país y ya es una de nosotros, una holandesa más", dijo Wim Kok . ">
"Máxima conquistó los corazones de mucha gente en nuestro país y ya es una de nosotros, una holandesa más", dijo Wim Kok .
Fue toda la familia de la reina Beatriz; Maxi lució un vestido largo con mangas de encaje y un broche de zafiros que le prestó su suegra.
