«Nos trataron a cuerpo de rey» – GENTE Online
 

"Nos trataron a cuerpo de rey"

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"Va a ser un sueño de tres días y después habrá que volver a nuestra
realidad
", dijo Alina Zorreguieta de Cibert poco antes de embarcarse en el avión que la llevaría al casamiento de su sobrina Máxima, quizá el más taquillero de la nobleza europea desde que fueron al altar Carlos de Gales y Lady Di. Entre los otros veinte pasajeros -ellas, portasombreros en mano, que al igual que su equipaje lucían distintivos naranjas y tarjetas blancas con el sello de la corona-, estaban dos de las hermanas de la flamante princesa de Orange: Angeles y María. Dolores (artista plástica, casada con Tyco Lewis) voló desde Nueva Jersey, donde vive, y el resto de la familia de la novia (Martín -que ofició de padrino- y su mujer Mariana Andrés, Juan e Inés) se había adelantado a aquel contingente del 29 de enero y ya estaban en un ala del palacio real de Amsterdam. También con ellos, Marcela Cerruti, madrina de bautismo de Máxima, además de hermana menor de su madre y testigo civil de la boda. Valeria Delger, Samantha Deane y Florencia Di Cocco, amigas de Maxi desde el jardín de infantes y lue
go en el colegio Northlands, también fueron huéspedes privilegiadas pero en Noordeinde, el palacio de La Haya donde vive Máxima.

"El mismísimo príncipe Guillermo le sugirió a la novia que su círculo más cercano se hospedara en el palacio para que la contuviera en este momento tan especial. También habrá sido una forma de aliviar la ausencia de sus padres, Jorge y María del Carmen, que tanto la
sensibilizaba
", contó una prima de Máxima que prefirió no revelar su nombre. Además de cumplir con importantes papeles, el trío de íntimas (Valeria fue dama de honor, y las otras dos citadas, testigos de iglesia) disfrutó de la secretísima despedida de soltera: una semana en París, con todo incluido, a cuenta de la Reina.
"Es como un cuento de hadas, y cada día que pasa, todo resulta más increíble. Y no es sólo su nuevo estilo de vida, muy lejos de la media de la gente, sino el fervor que despierta en los holandeses… Nos cuesta ver su cara en vidrieras, carteles, galletitas, chocolates, muñecas y hasta
preservativos
", resumió una de las doce ex alumnas de la camada 1988.

BASE ARGENTINA. El Grand Hotel Krasnapolsky, frente a la plaza del Dam, fue uno de los puntos neurálgicos en la víspera y en la misma boda. Cada mañana, cientos de holandeses miraban tras las vallas a los parientes y amigos de su princesa Máxima. Es que en este hotel cinco estrellas (una suite ejecutiva ronda los 250 dólares pero, aunque hubiera podido pagarla, durante los tres días de la boda de Máxima no se tomaban reservas) que data de 1866 vivían los más de sesenta vips criollos que llegaron a Amsterdam especialmente para el casamiento.

Los argentinos amigos de Máxima fueron tratados con lujos reales. Arriba, de izquierda a derecha: Claudio Picón, Justo del Carril, Ramón Llamazares, Joanne Cattarossi y Francisco Molina. Abajo, de izquierda a derecha: Fernanda Sanjurjo, Agustina Blaquier, María Lía Houssay, María Laura Velarde, Sonia Taylor y Marcela Gol Pares.

Los argentinos amigos de Máxima fueron tratados con lujos reales. Arriba, de izquierda a derecha: Claudio Picón, Justo del Carril, Ramón Llamazares, Joanne Cattarossi y Francisco Molina. Abajo, de izquierda a derecha: Fernanda Sanjurjo, Agustina Blaquier, María Lía Houssay, María Laura Velarde, Sonia Taylor y Marcela Gol Pares.

Jorge Cerruti y María Elena Sierra

Jorge Cerruti y María Elena Sierra

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