Hace dos años los médicos le dieron una noticia que cambió su vida: "padece
de leucemia, pero puede curarse por medio de un transplante de médula".
Luciano Pereira es formoseño, tiene 27 años y todas las ganas de seguir
viviendo y cumplir sus proyectos. Hasta ahora ganó todas las batallas que esta
enfermedad en la sangre le fue presentando, pero para vencerla en forma
definitiva, necesita realizarse un transplante de médula. Ya tiene al donante,
su hermano Aurelio, pero no cuenta con los 70 mil pesos que cuesta la
intervención.
Los Pereira, una familia humilde como tantas otras de la Argentina, no
escapan a la crisis económica que atraviesan el país y la provincia. Luciano
vive en una humilde casa junto a sus nueve hermanos y sus padres. Conoce muy
bien lo que es el sacrificio. Tuvo que abandonar el secundario para trabajar
porque sus padres no podían mantenerlo como estudiante. Probó muchos oficios y
el que más le gusto fue el de cocinero. "Algún día me gustaría
estudiar para chef y cocinar como el Gato Dumas. Es una asignatura
pendiente" asegura con la ilusión de que no pase mucho tiempo para
concretarlo.
Luciano tiene fe y cree en la solidaridad de la gente. Por eso la Red
Solidaria SONREIR, del nordeste, y la Red Solidaria de Buenos Aires,
presidida por Juan Carr y coordinada por Belén Quellet, lanzaron una campaña
nacional para conseguir que 70 mil argentinos colaboren con una moneda de un
peso. Con ese acto solidario, la gente permitirá que Luciano sea intervenido y
continúe con su vida normal. Es por eso que desde el lunes 7 de enero, SONREIR
instaló una carpa con alcancías en la avenida principal de Formosa.
"Yo era un joven que llevaba una vida como cualquier otro, nunca se
me pasó por la cabeza que algo así me podía pasar" explica Luciano.
Estuvo muy deprimido y le costó superar el impacto emocional:"Cuando me
enteré, pensé que no había remedio y que moriría (un amigo de la infancia
falleció por leucemia). El mundo se me vino abajo. Pero gracias a mi familia y
a los médicos que me atendieron en Buenos Aires, recobré la esperanza".
Hoy Luciano goza de un estado de ánimo y una templanza formidables. "Tengo
un ideal marcado a fuego: no voy a darme por vencido, ni aun vencido".
Con esas palabras de Almafuerte como máxima, expresa la seguridad que tiene
acerca de que su historia tendrá un final feliz. Y transmite su optimismo: "La
gente es solidaria y ante la crisis parece que este sentimiento se pone a
flor de piel. Por eso creo que vamos a conseguir nuestro cometido. Yo sé que me
van ayudar".
El cree que la mejor terapia contra esta enfermedad es pensar en positivo y
apoyarse en el amor de la familia. Fue allí donde encontró la respuesta para
salir a flote cuando la depresión y la desesperación se apoderaban de su
ánimo.
En principio sólo se necesitaban 35 mil pesos, ya que el gobierno nacional
se iba a hacer cargo de la mitad del monto del transplante. Pero luego del
estallido social del 20 de diciembre pasado, esa promesa se desvaneció en el
aire y la cuenta volvió a cero. Sin embargo, Luciano no baja los brazos y
mantiene el entusiasmo intacto para continuar con su vida, que nadie podrá
arrebatarsela. "No pienso en otra cosa que no sea vivir. Y sé que lo
voy a lograr, algo del más allá me lo dice".
Para colaborar con Luciano Pereira se abrió una caja de ahorro en el Banco
Nación que lleva el número 262 104 748 /2. Por información, comunicarse con
la Red Solidaria SONREIR en Formosa: 03717
/ 15689911 o [email protected]
Luciano cree en la gente y apuesta a la vida. "Yo sé que me van ayudar" asegura.
Luciano junto a su hermano Aureliano (izquierda), quien será su donante, y a Pablo Córdoba (derecha) , representante de la Red Solidaria SONREIR.
