"Ayrton Senna, el musical" reivindica la figura de ese añorado héroe nacional, del Brasil guerrero, soñador y vencedor, en tiempos de crisis y de desazón generalizada.
"El país necesita mucho de una figura como la de Senna", remarcó la productora teatral Aniela Jordan en la presentación a la prensa del espectáculo, el martes en la noche en Rio de Janeiro.
La obra se estrenará el viernes 10 de noviembre en el histórico teatro Riachuelo, con un montaje de inspiración circense que pone en escena a 24 actores, bailarines y acróbatas y en el que sonarán 15 canciones originales.
Mediante un universo de luces de neón, neumáticos, cascos, "boxes" y sonidos de bólidos corriendo, el director Renato Rocha busca trasladar al espectador a un circuito de F1.
De hecho, el musical no quiere ser una biografía cronológica de Senna, sino una experiencia sensorial y emotiva que repase momentos cumbres de la vida de ese piloto fallecido a los 34 años, a través de las cinco vueltas que hizo el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola (Italia) antes de estrellarse mortalmente contra un muro.
"UNA GRAN RESPONSABILIDAD". El encargado de interpretar a ese ídolo de masas es el joven Hugo Bonemer, que tiene un parecido razonable con Senna: con su media melena, su traje de carrera rojo y un casco debajo del brazo, solo le hace falta una luz cenital para hacer revivir ante el espectador la imagen de uno de los mayores pilotos de todos los tiempos, campeón de F1 en 1988, 1990 y 1991.
"Este es de esos papeles que uno desea mucho, pero que a la vez dan mucho miedo. Es una gran responsabilidad", confesó Bonemer.
El actor, forjado principalmente en los escenarios pero con participaciones en algunas telenovelas, compartió tiempo con la familia de Senna, conoció de cerca el trabajo educativo de la fundación que lleva su nombre y vivió en propia piel el "coraje" que deben tener los pilotos para manejar un bólido.
"Estamos en un momento muy difícil del país", manifestó el director Rocha, refiriéndose a la crisis económica y política que atraviesa el gigante latinoamericano, sacudido por la traumática destitución de la izquierdista Dilma Rousseff en 2016 y por enormes escándalos de corrupción.
"Aunque Senna competía en un medio muy elitista, fue un vencedor sin dejar su humanidad y su humildad, ayudando al prójimo. Cuando levantaba la bandera de Brasil, nos daba la esperanza de que un país mejor era posible", señaló Rocha.
El estreno de "Ayrton Senna, el musical" coincide con la celebración este fin de semana del Gran Premio de Brasil en Sao Paulo, donde el británico Lewis Hamilton -un confeso admirador de Senna- participará ya consagrado como campeón del mundo.
Esta será además la última participación en el circuito de Interlagos del brasileño Felipe Massa, subcampeón del mundo en 2008, que anunció su retiro al final de esta temporada.
Brasil tuvo tres campeones del mundo de F1: Emerson Fittipaldi (1972, 1974), Nelson Piquet (1981, 1983, 1987) y Ayrton Senna.
El mito de Senna empezó a tomar forma durante su vida, con su estilo de conducción agresivo y su rivalidad con el francés Alain Prost; y se cimentó con su trágica muerte, que dio lugar a tres días de luto nacional y a un entierro con honores de Estado.
Un recuerdo, que con el paso de los años, se mantiene vivo y acrecienta las 'saudades' de los brasileños.
Con información de AFP.
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