José Manuel de la Sota
"En 30 días se podía hacer una elección, pero ahora hay que apoyar a Duhalde"
"No voy a obstruir o dejar de colaborar con un gobierno elegido por una Asamblea que está prevista en la Constitución", señaló José Manuel de la Sota cuando las cartas estaban echadas a favor de Eduardo Duhalde. El gobernador había sido, ya desde los primeros indicios de que Adolfo Rodríguez Saá se quería perpetuar hasta 2003, uno de los más fervientes defensores de las elecciones, tal como había sido votado, hace apenas una semana, por los mismos diputados y senadores de la Asamblea que ahora eligió a Duhalde. "Yo sé que cuando planteo el tema de las elecciones -le dijo a GENTE-, algunos piensan que no es un camino para resolver la crisis. Y los entiendo. Porque muchos de los que salieron con las cacerolas a la calle lo votaron a De la Rúa. Y ese voto fue defraudado. Lo votaron y tuvieron que sacarlo después".
-Pero sesenta días, como estaba previsto hasta votar, ¿no era demasiado tiempo?
-En 30 días se podía hacer una elección. Los padrones están listos. Lo que pasa es que algunos perdieron la voluntad. Primero pedían elecciones y después pidieron un gobierno de salvación nacional. Para mí, la salvación nacional está en las manos de cada argentino, que cuando vota elige el camino que la Nación debe seguir para salvarse. Pero ya está, ahora hay que apoyar a Duhalde, como decidió la Asamblea Legislativa.
-¿Fue mezquino con Adolfo Rodríguez Saá, como él le achacó con dureza?
-La renuncia de Rodríguez Saá fue inexplicable. Cuando él pidió ser Presidente, todos los gobernadores decidimos apoyarlo. Y pese a que no fuimos consultados durante su breve gestión, ese respaldo estuvo siempre. Si el cargo que se me hace es querer que el pueblo elija a sus autoridades, lo asumo con orgullo: pienso que es la única forma de restablecer la paz social. Cuando uno vive en democracia, a la gente se la escucha en elecciones directas. Y eso es lo único que pedí yo.
-En diez días, una nueva forma de protesta, el cacerolazo, hizo renunciar a dos presidentes. ¿Qué puede pasar ahora?
-El cacerolazo no distinguió entre radicales y peronistas, sino entre malos y buenos gobiernos. Con esta forma de protestar sabemos qué no quiere la gente, pero necesitamos saber qué quiere. Por eso pedí elecciones. El problema, y esto me preocupa, es que si las cacerolas no alcanzan, van a venir otras formas de violencia.
por Hugo Martin
foto: Bibiana Fulchieri (desde Córdoba)
Lunes 31, 10 horas. El gobernador De la Sota reitera que quiere elecciones. Luego, apoyaría la designación de Eduardo Duhalde.
Lunes 31, 18 horas. El gobernador Ruckauf recibe un llamado de Eduardo Duhalde.
