Dante Spinetta ahora es El Dante. Así, a secas. Como varios artistas en algún momento de su carrera –como Prince, a quien admira profundamente–, el hijo de Luis Alberto reinventa su nombre. Pero no es el único cambio en el universo dantesco: acaba de editar su segunda placa solista, El Apagón, con su propio sello, Moncho Records, y de encargarse por completo de la producción artística por vez primera. Con la participación de Julieta Venegas y Tony Touch, este álbum toma distancia de Elevado, su antecesor, y arremete con todo el hip hop y el rap posibles en una especie de lluvia de rimas, personajes y actitud galopante.
Antes de irse de gira por Latinoamérica, uno de los referentes más importantes del género en Sudamérica habla, con su inusual jerga callejera, de su nuevo trabajo discográfico, del futuro de la música en Internet, y de la poca importancia que le da al mercado y a la industria cuando de componer se trata. Reléalo, vale la pena.
–¿Cuál fue la idea primaria al momento de encarar tu más reciente disco?
–Dentro de toda la vorágine de ideas, siempre mantuve un concepto fijo que era el de hacer un disco mucho más duro que Elevado. Tenía una necesidad de expresión que el hip hop me permitía y tal vez el formato canción no. Toda esa furia salía y sólo lograba auto exorcizarme rapeando.
–¿Por qué El Apagón?
–El título simboliza desde lo que estamos pasando como personas –como las guerras y los cambios climáticos– hasta lo que ocurre con la industria discográfica en general. Es la onda de sobrevivir en la oscuridad, o sea: ojos de lobo, aprender a ver en la noche y hacer la de uno, dándole y sin comerme los mocos con nadie. Fue editado con Moncho Records, mi sello, y sin dudas tiene sabor a lo independiente, con una excelente calidad de grabación.
–¿Cómo es lanzar un disco de hip hop en la Argentina, donde aún este género no es masivo?
–Yo me muevo en un circuito en el que esta música es habitual. Se está haciendo más grande, en los barrios está a full. Me parece que la industria no lo abrazó como corresponde porque aún no hay tantos exponentes nacionales con un álbum editado. De todas formas nunca me basé en lo que estaba sonando en el mercado, ni con Illya Kuryaki ni como solista. Crecí escuchando este género, me cebé con eso y de alguna manera creo que uno no elige lo que siente. Cuando te pasa, te pasa, y a mí me sucedió con el hip hop.
–Desde el punto de vista de las letras, ¿cómo fue tener que transmitirlas tan directamente y sin tanta metáfora de por medio?
–Es un disco con una posición clara sobre un montón de cosas: cuestiones políticas, de la vida en general y personales. Son fuertes porque creo que la realidad es así. Tenía la necesidad de decirlas como las sentía y no tratar de encontrarles un hilo poético. Lo tenía que contar, lisa y llanamente, como si fuera una especie de terapia. Si hubiera entrado por el lado del pop y el rock tal vez hubiera sido más fácil, pero estoy combatiendo con una nueva movida.
–Contame acerca de Julieta Venegas y Tony Touch, los invitados especiales de la placa.
–Con Julieta siempre tuvimos muy buena onda. Cuando ella me invitó a participar de su tema Primer día, yo la invité a grabar en Olvídalo. Es una artista que admiro mucho porque no tiene ninguna pose y es una gran instrumentista. Con Tony fue similar: cuando vino a tocar el año pasado al Pepsi Music, lo conocí y pegamos buena onda. Luego nos volvimos a ver en New York y allí salió la idea de que participe en el disco y se tiró un flow copado –Si no entiende el término, por favor cliquee aquí.–. Es un honor contar con él porque el tipo produjo a todo el mundo, es un genio.
–¿Y cómo surgió la idea de invitar a Pablo Lescano, de Damas Gratis, a tu set del Pepsi Music 07?
–Con Pablo tenemos una amistad y flasheamos cosas juntos –Si no entiende el término, por favor cliquee aquí.–. Cuando salió la chance pensamos que iba a explotar, y así fue, ¡explotó! La cumbia y el hip hop tienen un origen afro y entonces se conectan en un montón de cosas. El agite está ahí, para ambos estilos. Así que nos juntamos para hacer ruido.
–Si repasamos tus letras, el Universo de Dante está plagado de personajes hostiles, mujeres hermosas, sexo y pistas de baile. ¿Qué hay de real y qué de ficción en tu lírica?
–En el disco hay temas, como Ponémela en la cara, que están cargados de ironía. Pero la mayoría de las cosas están basadas en hechos reales que me suceden a mí y a la gente que conozco. La mayoría de las cosas que plasmé son de mi entorno y súper ciertas. Aunque otras, bastante obvias, son parte de la ficción.
–En Olvídalo decís que algunas personas aún dudan de tu talento, por ser el hijo de Luis Alberto. ¿Sigue siendo un karma, luego de 9 discos de estudio?
–Sentía que era algo que tenía que decir, que se lo debía a mucha gente. Fue como: “hablen de lo que se les cante las p... A mí me c… la v… Pero si hablás, me la c…”. Es seguir con el concepto de En la mía, de salir con los tapones de punta. Fue una manera de sacármelo de encima y no tenía miedo de “lindablairlizarlo” –estalla en carcajada–. Si no entiende el término, por favor cliquee aquí.
–¿Te pasa similar con lo Illya Kuryaki? ¿Hay gente que insiste con el retorno?
–Sí, también lo digo en Olvídalo: “IKV no creo que vuelva, así que no pregunten más”. Pero digo “no creo”… Quizás retorne algún día. Es lógico, con la ola de vueltas que hay, la gente flashea con eso. Te dicen: “Che, pero vas a rescatar un re billete”. Hoy por hoy cada uno está muy contento con su movida, ambos con discos recién salidos. Si pasa algún día, será por una cuestión natural. Illya jamás fue un business. Cuando paramos nos habían ofrecido un cobre lindo –Si no entiende el término, por favor cliquee aquí.–, y dijimos que no porque pasaba por otro lado.
–Ahora que tenés un sello propio, ¿cómo ves la era de la música en Internet?
–Yo creo que gana Internet, es obvio, aunque en la Argentina no haya un buen soporte de venta digital. Es una realidad: la gente baja la música que le gusta y la guarda en su reproductor de MP3. Por un lado me parece ecológico, porque se van a dejar de fabricar todas las cajitas y plásticos contaminantes, pero a mí me sigue gustando el CD. Soy de la generación de tener el arte en la mano y ver quién hizo qué en esa obra. Pero eso tiende y va a desaparecer. Lo malo es que hay muchos intermediarios en la producción de un disco que se van a quedar sin trabajo. También hay una gran resistencia en Latinoamérica porque hay un montón de personas que van a dejar de ganar plata…
–¿Cómo siguen tus días de ahora en más?
–Tengo pensado hacer muchos shows: el 1° de noviembre en Córdoba, después voy a República Dominicana y México, y luego retorno para el increíble día del Personal Fest, el 7 de diciembre. Todavía no puedo creer que voy a tocar en el mismo escenario que Snoop Dogg. Eso me tiene muy emocionado. También continúo con el lanzamiento de El Apagón en otros países, empezando a hacer ruido de verdad. Y en el futuro, con mi sello, trataré de editar a otras bandas raperas y de hip hop que me gusten. Incluso estoy preparando mi próximo disco, que va a ser en el mismo plan –se entusiasma–, pero más zarpado todavía. Aunque para eso todavía falta mucho.
DICCIONARIO DANTESCO
Tirar un flow: improvisar una sesión de rapeo.
Flashear: pensar, imaginar, hasta incluso divagar un toque.
Lindablairlizarlo: exorcizar algo, tomando el nombre de la actriz Linda Blair, quien participó de la exitosa película de los ´70, El exorcista, para modificar el término.
Cobre lindo: mucho dinero.
Más información: MySpace de El Dante.
Dante en plena entrevista: El Apagón ya está en las calles.
Nunca me basé en lo que estaba sonando en el mercado, ni con Illya Kuryaki ni como solista. Crecí escuchando este género, me cebé con eso y de alguna manera creo que uno no elige lo que siente. Cuando te pasa, te pasa, y a mí me sucedió con el hip hop".">
"Nunca me basé en lo que estaba sonando en el mercado, ni con Illya Kuryaki ni como solista. Crecí escuchando este género, me cebé con eso y de alguna manera creo que uno no elige lo que siente. Cuando te pasa, te pasa, y a mí me sucedió con el hip hop".
El hijo de Luis Alberto Spinetta le canta a los políticos, a las mujeres y a sus rivales en una gesta de groove.
Dante posa con su estilo glam callejero.