"Bueno… Creo que justifiqué el título que me dio la gente de Gualeguaychú. Estoy orgullosa de haber hecho esto por mi pueblo”, dice tímida Evangelina Carrozzo (25 años, última reina del Carnaval de Gualeguaychú) la mujer que el último viernes deslumbró y sorprendió a los sesenta presidentes que asistieron a la Cumbre de Viena.
Y así lo vivió: “Llegamos 40 minutos antes del comienzo de la ceremonia. Paula Brufman, la coordinadora de la campaña contra la contaminación de Greenpeace, fue la que siempre me indicó cómo movernos. Yo tenía un tapado largo hasta los pies y debajo llevaba el conjunto de comparsa, pero estampado con lentejuelas de plástico, porque el vestuario original no hubiera pasado el detector de metales. Dos minutos antes de la llegada de los presidentes, una seguridad vio que éramos dos reporteras con una sola cámara y nos dijo que una tenía que irse. Así que Paula me dejó la cámara y se tuvo que ir con ella. Fue el momento de mayor tensión. Se me vino el mundo abajo. Pero saqué coraje, me quité el tapado que me cubría hasta los pies y pasé por debajo de la cinta de seguridad. Caminé rápido y desplegué el cartel que decía: “Basta de papeleras contaminantes”. Lo primero que vi fue a Kirchner, que hacía señas como diciendo: ‘Yo no tengo nada que ver’. Después me dijeron que se hizo cargo y dijo: ‘Esta es de las nuestras’”.
Así lo recuerda Evangelina, la entrerriana más famosa en el mundo entero por estos días. Esa es la historia que ya todos sabemos. Ahora conózcala íntimamente…
La familia. Evangelina es la hija menor de Elba (56) y Atilio Carrozzo (59), que firmaron su unión ante Dios hace 37 años, en la Catedral San José de Gualeguaychú. Esta morocha que hoy desparrama su belleza en un metro setenta, nació el 19 de noviembre de 1980, a las once de la mañana. El parte del doctor Alfredo Rossi dice que la quinta hija de los Carrozzo pesó tres kilos doscientos.
La familia tiene su casa sobre el final de la calle Alem, una cuadra de adoquines repletos de tierra. En la cocina de Elba suena LT 41, la radio AM de Gualeguaychú. Es sábado, un día después de su aparición en Viena, y los vecinos no paran de dejar mensajes en agradecimiento a la actuación de Evangelina: “El orgullo nacional”, repiten. Hace un par de horas, Elba estuvo en esos estudios, y ahora ocupa la cabecera de la mesa del comedor de su casa. “¡Otra vez la tía Pichi en la tele!”, grita Carla (8, hija de Silvia), desde la otra punta de la casa. Se trata de su sobrina mayor, que admira como nadie a la tía Evangelina, o simplemente Pichi, como la bautizó ella misma.
Desde hace dos días nadie duerme en casa de los Carrozzo. El viernes todos se levantaron con la salida del sol, pendientes de algún flash que les contara cómo había terminado la odisea de Evangelina en la Cumbre de presidentes. “A las cinco de la mañana ya estaba colgado de internet. Pude ver las imágenes en una página que había levantado la señal internacional de la CNN. Unas horas antes había hablado con la Negra y me dijo que estaba muerta de miedo… Bah, en realidad usó otras palabras”, cuenta Rubén (38), el hermano mayor y consejero de Evangelina.
Ellos mismos se definen como una familia de clase media, que siempre luchó para darles lo mejor a sus hijos. Aunque en algún momento hubo que pelearla desde más abajo: “Mis viejos siempre hicieron un esfuerzo tremendo para que no nos faltara nada. Cuando veían que la plata apenas alcanzaría para llegar a fin de mes, ellos se pasaban semanas enteras a café con leche con tal de que nosotros comiéramos bien”, recuerda Ana Lía (30), otra de las hermanas.
¿Quién es esa morocha? Evangelina es una amante de su ciudad y de su familia. A los 18 años decidió emigrar a La Plata para estudiar Odontología, pero la aventura duró apenas un par de meses: “Es muy familiera. No aguantó estar lejos de casa”, recuerda mamá Elba. Sus familiares y amigos la definen como una chica que odia las injusticias. Y ella lo confirma: “Me indigna que la gente de nuestro país sufra hambre. Mirando un documental en televisión veía a los chicos que hacen turno para revolver basura. Es la imagen que le vendemos al mundo. No es razonable que suceda esto en un país tan rico como el nuestro…”.
–Se la nota una luchadora…
–Bueno, en el verano me eligieron Reina del Carnaval de Gualeguaychú y puede ser que ahora me sienta útil. Creo que el hecho tuvo un impacto importante en mi ciudad. Recién hablé con una radio de allá y me dijeron que me están esperando.
–¿No cree que los políticos están tratando de sacar un rédito del tema papeleras?
–Somos conscientes de que el Estado no mostró un plan certero para combatir la contaminación, pero hoy, a mí, me interesa lo que sucede en mi ciudad. Será que me toca vivirlo de cerca y que le empezamos a dar importancia al río desde que vemos que podemos perderlo.
La reina de Gualeguaychú jura que nunca esperó la repercusión que causó su irrupción en Viena. Desde aquel viernes, su teléfono y los de sus familiares no paran de sonar. En algunos casos se trata de periodistas y en otros de productores como Gerardo Sofovich, que ya reclaman sus servicios con claras condiciones revisteriles. Aunque la propuesta más indiscreta llegó de parte de Playboy, que se comunicó con su hermano Rubén para pedirle que posara totalmente desnuda. Cuando le preguntamos si imagina un futuro ligado a escenarios y plumas, Evangelina contesta: “Hoy por hoy tengo la cabeza en otro lado. Además, tengo que retomar la licenciatura en Nutrición, si no me van a dejar libre. Pero, ¿quién te dice?”. Por ahora no cierra las puertas. Primero conquistó el Carnaval. Más tarde impactó a sesenta presidentes con una imagen que dio la vuelta al mundo. Quizá en breve tenga un objetivo menos ambicioso y conquiste la calle Corrientes. ¿Quién le dice?
Un security trata de evitar la protesta de Greenpeace protagonizada por Evangelina. Los presidentes sonríen incrédulos.
El domingo por la tarde, tras su regreso, la entrerriana posó para GENTE.
La acción de Evangelina duró apenas 14 segundos, pero bastó para cumplir su objetivo: el impacto mediático mundial. Con unas medidas de 85-62-90, en febrero fue coronada Reina del Carnaval más famoso del país.