Dignidad. Esta es una historia de dignidad. La dignidad de un padre y una madre que le escriben a
GENTE vía locutorio para "pedirles un favor gigante": cumplirle el gran sueño a su hija Erica, afectada de osteosarcoma (tumores malignos en los huesos). Esta es una historia de dignidad. La dignidad de un ídolo que apenas lee el
e-mail y se entera de la dura pelea que libra Erica, exige: "¡Tráiganmela
ya!". Esta es una historia de dignidad. La dignidad de tres hermanazos que sin mostrarle lágrimas ruegan al oído de Erica antes de que parta hacia Buenos Aires:
"Cuidate y vení pronto, que ni siquiera saliste y ya te extrañamos". Esta es una historia de dignidad. La dignidad de ella misma, Erica, que arremete sin descanso contra una realidad que se ha encaprichado en ponerle uno y otro obstáculos, y sin embargo repite, segura:
"Aunque esa maldita enfermedad me ataque y ataque, le costará ganarme".
Dignidad. Esta es una historia de dignidad. Con ustedes, los intérpretes.
"NO SE PARECIA A MI IDOLO" A Mario Luis Monserrat más de una vez lo llamaron de la televisión para entrevistar a su hijastra luego de que se le amputara parte de la pierna izquierda, para que de esa manera ambos pudieran pedir lo que necesitaran. "Pero venite con Erica,
eh", ordenaban. "Yo te doy mi cara. Si querés rompémela, pero a la nena nadie la
toca", se rehusaba. "No todo tiene precio -opina el cordobés de 44 años y bigote tupido desde el barrio Centenario-.
Si bien gano 518 pesos como empleado de la empresa de seguridad Goya Corrientes, y entre alquiler y gastos de movilidad, nos quedan para vivir 200 pesos mensuales, no todo, repito, tiene precio -recalca-.
Menos mis hijos, mi mujer, mi familia."
Mercedes Gómez (31) comparte y sonríe cuando escucha "hijos". Y lo hace porque aunque Erica Beatriz (14), Luis Alberto (13) y Tamara Yolanda (12) no sean los hijos biológicos de Mario,
"son mis hijos de la vida", define el buen hombre. "Hace una década que amo a su madre (se casaron el 31 de enero último), y pronto saldrá la adopción", adelanta; y los que ahora comparten y sonríen son sus chicos -excelentes alumnos-, mientras observa relajada la pequeña Catherine Stefanía (8 meses), una luz en la oscuridad.
"Al mismo tiempo que me internaba para ser madre, a Eri le daban sesiones de quimioterapia
-revive Mercedes-… Una de cal y otra de arena. Cathy nos cargó las pilas. Igual que Chayanne a Erica."
Dice Chayanne y "la verdadera reina de la casa" clava sus ojos castaños en el cielo raso.
"¡Guau! Antes de viajar me contaron la sorpresa, para que no terminara siendo contraproducente -apunta Eri-.
Pensé: 'Seguro me recibe en cualquier oficina, se saca una fotito y chau'.
Pero rompió mis esquemas. Vino, se acercó cariñoso, me habló sincero. No se parecía a mi ídolo. Al ídolo lindo, talentoso y a la vez distante que imaginé. Descubrí a un tipo simple, normal. Como si no tuviera la fama y el éxito que tiene. Después me regaló unos videos de
Disney, me dedicó su último compacto, me cantó al oído… Si antes moría por Chayanne, hoy mato por él. No imaginás qué puse de él en mi diario
personal".
"PREPARENSE: QUIERO SER MEDICA" Pirulo -canino, según la familia, de la raza
PP, Puro Perro-, camina el primer piso de paredes descascaradas, y se detiene desafiante frente a su custodiada Erica, cuyo radio de acción se limita a los tres ambientes.
"Por el frío. Ni al mar puede acercarse", explica Lucho. "Igual acá adentro se la pasa
chusmeando", agrega Tami mientras confirma que ambas suelen sintonizar
Canal 8 para ver Yo soy Betty, la fea y, obvio, Provócame.
"Ajó, ajó", lanza su frase de cabecera Catherine dos metros atrás, y Luis continúa revelando secretitos de su hermana:
"También le encanta Bon Jovi y Britney Spears, aunque el puertorriqueño gana por varios
cuerpos", aclara.
Hay aroma a tuco en la cocina. "Se vienen los fideos preferidos de
Erica", anuncian algunos. Hay un cuaderno sobre la mesa del living. "La señorita (Laura Lafleur, profesora particular de 8vo. primaria)
lo llena de felicitados. ¡Erica acomodada!", bromean otros. Hay dos padres que no bajan su guardia.
"Le damos ciertos gustitos -coinciden-. Sin embargo, no podemos ofrecerle nuestro mayor deseo: su propia habitación. Por una cuestión sanitaria (tiene maltrechos los pulmones), debería dormir solita. Fui al banco con la idea de que me prestaran plata -señala Mario-
para comprar una casita de 11 mil pesos y se negaron porque gano menos de 1500. Lo peor es que en un mes y medio nos desalojan. Yo no pido regalos -abre los brazos-,
yo sólo pido buena voluntad".
La misma buena voluntad que le ha permitido a los Monserrat-Juárez no pagar hasta la fecha un centavo en el
"adorable Hospital Interzonal Materno Infantil de Mar del Plata. A través de la Gobernación de Buenos Aires
nos cubren los estudios y los tratamientos." Mientras tanto, Erica lee Romeo y
Julieta, de William Shakespeare, y arriesga "Prepárense: quiero ser médica", disfruta las repeticiones de
Forrest Gump, espera acariciar un delfín y le solicita a cada persona que le demuestra afecto que anote una frase en su diario personal, cerrado a candado. Alguien, quizá con su complicidad, arriesga lo que escribió luego de conocer al cantante: "Ahora tengo más fuerzas para seguir luchando. Ojalá el hecho de que yo salga en la revista les permita a chicos con mis problemas no entregarse nunca ni perder jamás la fe. Ojalá."
Dignidad. Esta es una historia de dignidad.
por Leonardo Ibáñez
[email protected]
fotos: Jorge Luengo
asistente: Jorge Fernández
(desde Mar del Plata)
Los que deseen ayudarla pueden llamar al (0223) 155317024/4728208 o mandar un e-mail a [email protected]
La recibió el jueves 5 de julio en los estudios Teleinde S.A. , de Martínez, donde graba Provócame. Un encuentro conmovedor.
La de Eri, en su departamento.
Hospital Interzonal Materno Infantil" . ">
Erica rodeada por su contenedora familia: Mario, Luis, Mercedes, Catherine y Tamara. "Nuestra otra familia son la tía Cristina y los integrantes del Hospital Interzonal Materno Infantil" .