Su madre la dio a luz hace treinta y cinco años con el nombre de Celeste Vasina, y ella eligió forjar su camino bajo el pseudónimo Nina Vais. Es que el suyo nunca fue un sendero "clásico". Y así lo demuestra su historia: "Yo empecé a hacer música a los diez años y a los diecinueve ya tocaba en la orquesta académica del Teatro Colón. Pero cuando viajé a Berlín, a hacer un máster de dirección orquestal, me di cuenta de que lo que más me gustaba era componer, crear y tocar mi propia música. Así que ahora hago una mezcla de música clásica con pop y electrónica".
–¿Tuviste que luchar con el ambiente clásico para abrirte tu propio camino?
–Por suerte no, hasta hay varios conocidos del ambiente que likean lo que hago (Ríe). Pero sí tuve que romper con la idea que tenía de chica de que iba a ser concertista clásica para hacer algo distinto. Diría que rompí con lo que esperaba para mí.
–¿Quiénes te regalaron tu primer violín?
–Mis papás, y yo quedé enganchada desde la primera clase que tuve. Pasa que yo era muy sensible, más que los demás, y en el violín encontré una voz para expresar todo lo que no se puede expresar con palabras.
–¿Cómo dirías que es ser mujer en el ámbito de la música?
–Siempre tuve mi perspectiva, por lo que no puedo hablar desde otra, pero siento que hace uno o dos años empezaron a haber grandes cambios en los festivale, porque recuerdo mirar los lineups y pensar "son todos hombres", e incluso llegar a decirle a algún productor que convocaba que podría poner alguna mujer. En ese sentido, ahora se está dando un cambio, pero es de a poco. También está el detalle de que los productores musicales, los más conocidos y que más trabajan, son todos hombres. Me cuesta encontrar productoras... O sea, deben existir, pero no están a la vista. Después, en lo mío, tengo la suerte de poder trabajar de lo que me gusta más allá de mi género.
–¿Ya viste a varias mujeres tratando de seguir tus pasos?
–(Ríe) Digamos que tengo gente que me escribe cosas muy lindas y me pide consejos. También observo que se está creando música alternativa con cuerdas en todo el mundo. Cada vez son más los que hacen covers o temas propios con instrumentos clásicos. Sin dudas, se está tendiendo a la fusión y a la producción musical hecha en casa, como la que hago yo, que produzco todo en mi home studio.
–Recién dijiste que te poden consejos... ¿cuáles das?
–Recomiendo que presten atención a aquello que los hace divertirse y vibrar, y que vayan por ahí. Que sigan la intuición y sumen herramientas aprendiendo de las cosas que les gusten. Que se formen, porque la disciplina sumada a la pasión es una fórmula a mí me parece infalible. ¡Y todo llega!
–Todo llega... ¿Qué metas tenés?
–Ahora estoy trabajando en mi segundo disco que va a salir el año que viene con siete temas y quizás algún cover, y me encantaría viajar por el mundo compartiendo mis creaciones con la mayor cantidad de gente posible. Quiero que la gente me escuche.
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