"Así como el planeta se enfrenta a una crisis sin precedentes por el calentamiento global, que sólo podrá revertirse atajando las causas que lo han provocado, las diversas especies vienen sufriendo las consecuencias. El impacto humano sobre la biodiversidad está causando una pérdida masiva de animales", arranca contando Bruno Giambelluca sin vueltas y prosigue: "El informe del IPBES (Panel Internacional de Expertos en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos) de Naciones Unidas, señala que un millón de especies se encuentran al borde de la extinción, una cifra aterradora para la historia de la humanidad. De hecho, la desaparición de la biodiversidad global está ocurriendo mil veces más rápido que si ocurriera naturalmente".
"Trabajar en la conservación de ecosistemas y por la protección de ambientes naturales que son el hábitat de especies animales y vegetales debe ser materia prioritaria a tratarse tanto en el contexto argentino como en el resto del mundo, sobre todo ante la gravedad de la crisis climática. Y la mejor forma de proteger a los animales es respetando sus hábitats, amenazados por actividades mayormente industriales, que han llevado a cientos de especies a la extinción, a ser víctimas del comercio e incluso a ser encerrados en lugares de divertimento, como es el caso de los zoológicos, que mantienen a animales silvestres (muchas veces especies amenazadas) sólo con fines de exhibición o de esparcimiento".
"Por otro lado, según UNODC, la caza furtiva, la trata y el movimiento ilegal de grandes volúmenes de especies protegidas y sus productos derivados continúan marchando sin declive. Durante 2019 y la primera mitad de 2020 se registraron numerosas incautaciones de marfil, cuernos de rinocerontes, pangolines y palo de rosa".
"No obstante, Naciones Unidas alerta que la principal causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, por encima de los impactos derivados del cambio climático, radica en los cambios en el uso del suelo. Tal es el caso de Amazonas, hoy amenazada por los incendios y la deforestación a pesar de poseer las mayores concentraciones de biodiversidad del planeta".
"Ni hablar de la situación de las especies en los océanos. El 66% de los mares muestra una alteración severa por el impacto humano, lo que está provocando el declive en la cantidad y diversidad de vida marina. Sin embargo, entre 2000 y 2010, se censaron más de 6.000 nuevas especies desconocidas hasta la fecha en aguas abiertas. Esto indica hasta qué punto es desconocida la biodiversidad marina en alta mar. Los actuales mecanismos para proteger los océanos no están funcionando. Hoy, sólo el 3% de las aguas internacionales están protegidas y no hay instrumentos legales que permitan la creación de santuarios allí".
"Por otro lado, en el mundo existen más de 20.000 especies de abejas conocidas. Junto con muchos otros polinizadores, desarrollan un papel vital para los ecosistemas y la seguridad alimentaria. Pese a su incuestionable importancia, sus poblaciones están en declive. Según el IPBES más del 40% de los polinizadores invertebrados, en particular abejas y mariposas, se enfrentan a la extinción, así como el 16,5% de los polinizadores vertebrados".
"En Argentina, la situación también es crítica cuando nos referimos a la pérdida y vulneración de las especies autóctonas. La deforestación ha puesto en jaque la vida del yaguareté. Quedan apenas 20 ejemplares en la región chaqueña y 250 en todo el país. Además, otras especies como el tatú carreta y el oso hormiguero, entre decenas de diversas aves nativas podrían dejar de existir a consecuencia del avance de la industria agropecuaria", alarma el especialista.
"Asimismo, no solo las especies que habitan los bosques se ven fuertemente afectadas, sino también los animales que viven en los humedales, ecosistemas que ocupan el 21% del territorio nacional. Hoy no son considerados reservas de conservación nacional lugares como Laguna Mar Chiquita, ubicado en la provincia de Córdoba, propuesto por organizaciones como Parque y Reserva Nacional Ansenuza. Este humedal es una laguna de agua salada, condición única en este tipo de ecosistemas. Se trata de la más grande de América del Sur y la quinta a nivel mundial. Es el hogar de más de 400 especies animales, algunas en peligro como el aguará guazú y el lobito de río y alberga el nido de flamencos más importante de Latinoamérica".
"Las especies vienen sufriendo las consecuencias de la crisis climática generada por el accionar humano y es imprescindible poner en valor nuestros ecosistemas y tener conocimiento de las perturbaciones que los afectan para poder prevenir los daños. La biodiversidad sufre de antemano los impactos del cambio climático como las inundaciones y los incendios, además de toda la destrucción de los ecosistemas explotados por el hombre. No podemos perder más especies, necesitamos conservar y proteger sus hábitats", cierra con énfasis Bruno Giambelluca invitando a sumarse a esta cruzada global que involucra a todos los que habitamos este planeta.
Te invitamos a sumarte a la causa Cuidado Animal utilizando nuestros hashtag #Principios2021 y #CuidadoAnimal, difundiendo y tomando conciencia.
Seguimiento periodístico en las distintas plataformas: Elisabet Correa
Nota de tapa: Leonardo Ibáñez
Foto de portada: gentileza Pablo Rodríguez Merkel/Greenpeace
Agradecemos a Bruno Giambelluca (coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace)