"Mis abuelos me contaban que en la cuna, antes de hablar, ya tarareaba. A los seis mi abuela Hilda, profesora de música, comenzó a mostrarme partituras y a acercarme al piano. A su vez mi papá, melómano, me inundó los oídos de todos los géneros musicales habidos y por haber, mientras que mamá fue la que me llevó, a los seis años, a mi primera clase de comedia musical, donde encontré un lugar en el que volcar y aprender todo", arranca develando parte de su historia Connie Isla (27), la bonaerense que utiliza su música como un canal para enviar un mensaje positivo.
Ella junto a Mateo Salvatto, Santiago Artemis, Maite Lanata y Soledad Barruti, acompaña la causa Inspiración de Editorial Atlántida alzando su voz en nombre de todos aquellos que no dudan en deconstruir conceptos preestablecidos y en producir un cambio.
–¿Qué siente que les falta a los jóvenes argentinos?
–Nos toca habitar un mundo corrupto, digital e inmediato: una combinación letal. De a momentos nos veo fuertes, determinados y cargándonos banderas gigantes al hombro, y de repente, cuando nos encuentro hipnotizados frente a una pantalla haciendo bailecitos de quince segundos con melodías vacías en loop, me desconcierto. No sé, tengo sentimientos encontrados.
–Si mira a su alrededor, ¿qué otros problemas del país le preocupan?
–Varios. No me corresponde hablar de política porque no soy una persona formada. Pero trato de leer las noticias y no caer en fanatismos o subjetividades. En mi IG sigo tanto a gente de derecha como de izquierda, me interesa ver que campana toca cada uno, qué opina, y después saco mis conclusiones. Como país nos falta corrernos del “tengo razón, y punto”, para pasar al “banco esta línea de pensamiento pero entiendo que puede fallar, y si falla hay que decirlo y hacer algo al respecto”. No soy optimista en cuanto al futuro, soy realista. Creo que el cambio viene sucediendo, veo a la gente más despierta y consciente y que la urgencia se está haciendo sentir, cosa que se refleja en los cambios de hábitos individuales, institucionales y hasta a veces gubernamentales. Sin embargo, creo que ya estamos llegando tarde.
–Desde su música, sus dotes actorales y su condición de influencer y vegana, ¿cuál es o cuáles son los mensajes que le interesa dar?
–Muchos. Sería difícil resumirlos, pero empezaría por querer que la empatía, el respeto y la solidaridad sean los valores a los que tendríamos que apuntar como sociedad. Eso aplicado a todo. Ahí sí que no se puede fallar. Soy vegana porque tengo el privilegio de tener acceso a información y entiendo que a partir de ello puedo ayudar de distintas maneras. O escribir una canción que diga algo que deseo transmitir… ¡Dar un mensaje siempre es el principio de todo!
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Seguimiento periodístico en las distintas plataformas e infografía: Elisabet Correa
Nota de tapa: Leo Ibáñez
Fotos: Gabriel Machado
Producción general y estilismo: Mariano Caprarola
Retoque digital: Gustavo Ramírez
Producción artística: @sofiestherortiz
Filmación y edición de video: Christian Beliera, Manuel Adaro y Guido Puterman