La aplicación de reconocimiento facial ataca de nuevo: esta vez el desafío es ver cómo serían las personas si fuesen de otro género.
Cualquier excusa es buena para jugar. O no. Mientras el mundo debate la utilización de datos que recopilan diferentes aplicaciones y muchos cuestionan los programas de reconocimiento facial, FaceApp –la fusión entre ambas cuestiones– volvió a conquistar las redes.
La aplicación no es nueva. Fue creada en 2017 y quien está detrás de este desarrollo es el ruso Yaroslav Goncharov. Ese año fue seleccionada entre las mejores aplicaciones no sólo por Google Play y por App Store sino por los usuarios que dieron su aprobación generando más de 80 millones de descargas.
En 2019 con el filtro de envejecimiento FaceApp volvió a captar el interés de sus usuarios (y ganó nuevas descargas porque en el universo digital el público también se renueva). En medio de un confinamiento global, cuando algunos países empiezan a abrirse a una "nueva normalidad" y otros continúan con estrictas normas de aislamiento y circulación, un nuevo filtro –la versión gratuita tiene 21 variantes mientras que la pro cuenta con 28 opciones diferentes– llamó la atención de todos.
La nueva utilidad de FaceApp permite "cambiar de sexo" en un sólo click. Según algunos críticos esta es la más asombrosa función de la aplicación. Por supuesto, las críticas no tardaron en llegar.
Por un lado, el auge de esta función coincide con un debate en torno al reconocimiento facial: compañías de alcance internacional proponen dejar de utilizar esta función por considerarla discriminatoria. Al mismo tiempo, muchos grupos cuestionan la recopilación y utilización de datos personales.
Sin embargo, muchos prefirieron dejar de lado las polémicas y divertirse probando las novedades de la aplicación. Ellos la usaron y quedaron irreconocibles...