Online Mami: el día en el que se dio cuenta de que era bisexual y la historia de amor que marcó su vida para siempre – GENTE Online
 

Online Mami: el día en el que se dio cuenta de que era bisexual y la historia de amor que marcó su vida para siempre

La influencer Agustina Cabaleiro habló en el ciclo +GENTE. Su infancia, el descubrir de su adolescencia y un presente como militante del body positive.
Por Gabriel Orqueda
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“Online Mami no fue algo planeado, no busqué encontrar algo que faltaba en el mercado y meterme ahí. Sino que se fue dando de manera muy natural”, dice Agustina Cabaleiro sobre su apodo y cuenta de Instagram, que tiene más de medio millón de seguidores y ha sido referente del movimiento body positive en Argentina.

En los años desde que empezó a mostrar en las redes algo tan sencillo como su disfrute de la ropa, se encontró con que había muchísima gente que necesitaba sentirse representada por alguien fuera de los cánones hegemónicos. “La gente misma me empezó a decir ‘me sirve verte porque me siento así’. Fue una búsqueda no adrede del mensaje que es hoy en día. No podría ser algo no impostado”.

Así fue que esta Licenciada en Publicidad terminó convirtiéndose en una creadora de contenido, cuya imagen importa muchísimo, pero que tiene mucho más que eso para aportar. Su libro Te lo digo por tu bien, publicado en 2021, fue leído por miles de personas y abrió conversaciones sobre como las personas con cuerpos gordos navegan la ropa, el sexo, la amistad, el trabajo y las instituciones médicas.

En su segundo libro, La gorda del grupo, narra historias y experiencias de personas con cuerpos gordos en relación con el sexo y el amor. En su charla con Juan Abraham para +GENTE, el ciclo de entrevistas a referentes del universo LGTBQ+, Online Mami (tal como se la conoce en las redes) recorre su historia y habla del impacto del activismo en su vida y comparte su descubrimiento de su orientación sexual y cómo utiliza su influencia para promover la aceptación y diversidad corporal y sexual sin imposiciones.

Agustina Cabaleiro, su infancia y sus primeros recuerdos

-¿Cuál es el primer recuerdo de tu vida?

-Creo que uno de mis recuerdos más antiguos tiene que ver con una vez que mi papá me estaba sacando fotos en mi casa, en la parte de adelante que tenía un garaje con una reja, y justo llegó mi abuela y me puse a sacar fotos con mi abuela. Creo que ese es el recuerdo más viejo que tengo.

-¿Tu abuela es un personaje importante en tu vida?

-Sí, mi abuela, que ojalá vea esto dónde esté, es muy importante. Fue la única abuela que tuve cerca de grande, porque el resto de mis abuelos fallecieron cuando era chica. Mi abuela falleció cuando yo tenía 23. Ya era re grande, yendo a la facultad. Salía del colegio, me iba a buscar y me iba a su casa toda la tarde a mirar la tele, a jugar y dibujar. Para mí, obviamente, fue realmente importante.

-¿Qué es lo primero que se te viene cuando te pregunto por tu infancia?

-Siento que tuve una infancia… no voy a decir triste, porque hay pibes que pasan hambre, que pierden a sus papás, que realmente la pasan mal. Siento que tuve una infancia un poco solitaria, la conexión con mis papás fue más de grande. A nivel económico, no me faltó nada. Fui a un colegio pago, siempre tuve el plato de comida. No es que estuviera sola en ese sentido, pero sí en cuanto al contacto, a la crianza. Mi vieja me tuvo con 23, entonces era una piba que no sabía qué hacer con una nena de tres años, cuatro años. Era como que de grande había un montón más de conexión. Lo que más rescato de mi infancia es que siento que no fue ni a palos el mejor momento de mi vida. Viste que hay gente que dice “ay, el mejor momento de la vida es la infancia”. Ni a palos.

-¿Por qué?

-Mis mejores momentos de la vida empezaron en la adultez. Siento que mi infancia fue un poco solitaria, pero yo misma encontraba la forma para estar bien. El vínculo con mis hermanos fue muy importante. Entonces era solitaria, pero solitaria con amor.

Online Mami tiene más de 500 mil seguidores en su cuenta de Instagram.

-¿Cómo eras de adolescente?

-Si de chica era medio solitaria, de adolescente fui un toque más. O sea, tuve amigos toda la vida, pero siento que no me encontraba. Primero, cuando tenía 13-14 años, era muy muy tímida, y no tenía amigos casi. Hasta los 13 tenía una amiga o dos. Después hice un grupo y ahí fue como “ah, esta soy yo”. Más a los 15, 16 en adelante, empecé a ser más sociable. Pero más o menos, tampoco es que me encontraba tanto. Siento que de adolescente tuve más mambos que de grande. O sea, tipo, cuando ya me planté y dije “bueno, esta soy yo, estas son mis herramientas para salir adelante”, se me hizo un toque más llevadero.

-¿Y qué cosas te interesaban? ¿Tenías hobbies? ¿En qué ocupabas tu tiempo?

-Mirá, tuve un millón de hobbies. Hice hóckey y danza. Hice danza clásica, contemporánea, jazz, hip-hop, un montón de cosas. También probé taekwondo, por ejemplo, pero no tuve hobbies de decir “uh, qué buena que soy en esto, quiero ser profesional”. Era más para divertirme. Boludear con internet, también. Mirar muchas series. De hecho, en un momento, lo único que hacía era mirar series. Me veía siete series a la vez, o me veía todas las temporadas en un mes. Estaba muy metida con eso. En un momento dije “quiero estudiar cine”, porque me gustaba mucho ver series, ver cine. Después no lo estudié, pero eso era lo que más me interesaba.

La historia de amor de Online Mami y el descubrimiento de su orientación sexual

Agustina Cabaleiro y Maki Giménez, una amistad que se convirtió en historia de amor
El año pasado, durante el mes del orgullo, Agustina compartió en su cuenta la propuesta de matrimonio que le hizo a su novia, Maki Giménez (también influencer, modelo y militante del body positive), durante un viaje que realizaron a Mendoza.

En la charla con +GENTE, Online Mami cuenta cómo avanzan los preparativos para dar el "sí" y repasa la historia de un primer flechazo en su adolescencia, cómo pasaron de ser amigas de años a dar el paso a ser novias, y cómo ese proceso finalmente también significo asumirse como bisexual, otra bandera que hoy levanta con orgullo.

-¿Tenés el recuerdo puntual del momento en el que te diste cuenta de que te gustaban tanto los varones como las mujeres?

-Sí, re. A ver, quiero contarle al público que me voy a casar el 5 de octubre con mi futura esposa que se llama Macarena. Amor, si estás viendo esto, te mando un beso. Yo me di cuenta de que me gustaban las chicas porque un día en la mañana la vi caminando al colegio desde el auto de mi mamá. Macarena y yo vivimos toda la vida a cinco cuadras de distancia, tipo la casa de mis papás y la casa de su mamá, donde viven nuestros papás ahora, está a cinco cuadras de distancia en el barrio donde somos nosotras, San Fernando, que seguimos viendo ahí, nunca salimos del nido.

-Entonces...

-Una mañana, estaba en el auto de mamá, tipo a las 7.30, dormida, muy adolescente, aparte como “Ay, todo es horrible, tengo que ir al colegio, no puedo creer”. Creo que tenía 15 o 16, más o menos 16 me parece, y la vi cruzando la calle, ya iba al colegio caminando y quedé flechada. En ese momento no entendía si me parecía cool ella, si me parecía canchera porque estaba como tipo rapada al costado y teñida, y con el aro que va de acá hasta acá (señala su oreja de arriba hacia abajo), muy de los 2000. Entonces no entendía, es algo que le pasa mucho a las mujeres cuando nos gustan las mujeres, no entendemos si queremos ser ellas o si queremos estar con ellas.

-¿Te costó mucho tiempo entenderlo?

-Sí, desde los 16 hasta te diría que me costó hasta hace pocos años. Ella fue la primera mujer que me gustó en mi vida. Me gustaron otras, pero nunca estuve en una relación tan seria como con ella. Con ella fue como la primera que es tipo, “bueno, sos mi novia”. El resto era como “bueno, sí, vemos, no sé qué, va y viene”. Con ella es formal.

Online Mami se dio cuenta que era bisexual el día en el que vio a su actual pareja por primera vez, a los 15 años.

-Pero a ella la conocés desde los 15 años y tenés 30. ¿Cuánto tiempo llevan en pareja?

-Vamos a cumplir 4 años en diciembre de este año, o sea que hubo 11 años en los que no pasó nada. Al principio no nos veíamos tanto porque, como viste, somos como esos amigos que capaz ves tres veces por año, no es tipo mejores amigas. Nos juntamos con las pibas, íbamos a merendar todas, y ella y yo estábamos medio a escondidas. Yo justo estaba con alguien y ella estaba de novia, y cuando cortaba yo, ella estaba en pareja. Y después, viste, como esas cosas que se dan en la vida.

-¿Cómo?

-También tenía mucho miedo de arruinar una amistad. O sea, no éramos como mejores amigas que hablan todos los días por WhatsApp, no era ese nivel. Pero arruinar una amistad, arruinar también un grupo, porque si vos del grupo salís y no son cinco, y después cortan, queda el grupo, o si tenés una cita y fue mal y tenés que alegar demencia, es como que cagaste el grupo. Y después en la pandemia dijimos, “bueno, listo, cuando se levante la restricción, salimos, ya fue, que sea lo que tenga que ser”.

-¿Y qué pasó?

-Tuvimos una cita y yo estaba muy nerviosa. Una primera cita con cualquiera ya te pone nervioso, esta era una primera cita con alguien que me gustaba hace tiempo. Encima estaba lo de la pandemia, y también estaba nerviosa por el COVID. No salía hace un montón de mi casa, entonces la ansiedad era mucha, fueron muchos estímulos juntos. Nos encontramos en la estación del tren. Y al final, nos dimos un abrazo, no chapamos ni nada, caminando con barbijo, lo menos romántico del universo. Cuando la despedí pensé, “bueno, es obvio que vamos a alegar demencia, que esto nunca pasó, nunca pasó esta cita, no le vamos a contar a nadie, no le vamos a contar a las chicas, no vamos a subir nada”. Y me dijo, “bueno, cuando quieras, salimos de vuelta”. Y a partir de ahí fue natural, como que hablamos todos los días, salimos, y ya está.

-¿Tuviste otras novias públicamente antes? ¿Es la primera novia que tenés y que se entera a tu familia?

-Salí con otras chicas y le conté a mi familia, pero nunca las llegaron a conocer. Es la típica situación en la que estás medio saliendo con alguien y no está como para presentárselo a tu familia. Me pasó como siete veces: estás saliendo con alguien y no es tu novio ni tu novia, y le contás a tu familia, medio como, “bueno, ando en esta”, pero no está como para presentar todavía. Ella fue como la única formal, formal.

-¿Tuviste alguna charla con tus viejos en su momento, de lo que te iba pasando, de lo que ibas sintiendo desde tus 15?

-Sí, o sea, en realidad a los 15 no es que fui y le dije a mi mamá. Estaba al mismo tiempo en una relación bastante violenta con mi novio y al mismo tiempo me pasaba esto, como que era todo muy complicado. Y creo que es una charla que pude tener con mis papás más de grande, te diría hace, capaz, 3 años.

-¿Qué te dijeron?

-Al principio costó. Son como bastante chapados a la antigua, por así decirlo. Mis papás costó un toque, pero después pudimos trabajarlo en familia. Ahora estamos tipo, Maki viene a casa, Maki trabaja conmigo, mi mamá trabaja conmigo. Entonces, como que se mandan mails entre ellas, se mandan WhatsApps entre ellas. Mi papá la quiere, mi mamá la quiere. Mi mamá viene y me dice, “¿Maki me quiere a mí? ¿Te dice algo?”. Yo tipo, “Sí, mamá, los quiere a los dos”. O sea, yo también con la mamá me llevo bien, fue un trabajo llegar hasta ahí. Creo que hay papás que les cuesta menos que a otros. A mis papás les costó bastante.

-¿Hace un año le preguntaste si se quería casar?

-Sí, casi un año. El 18 de junio de 2023.

-¿En qué situación y por qué?

-El sueño de Maki de toda su vida siempre fue casarse.

Este año, Online Mami se casará con Maki, su novia desde hace 4 años.

-¿El tuyo no?

-Yo quería, pero no sé si es el sueño de mi vida. O sea, hay gente que dice tipo, “quiero recorrer toda Europa”, “quiero mudarme a Australia a juntar frutillas”. Bueno, ella quería casarse. Yo siempre supe que me quería casar, tener hijos, no sabía, pero sí sabía que me quería casar. Pero no era el sueño de mi vida. Para ella sí, fue siempre así. Aparte es muy fan de la realeza, entonces el vestido y la corona de tal y la boda real, o sea, muy fanática.

-¿Siempre te lo dijo?

-Cuando nos pusimos de novias, me dice, “bueno, yo te pido que seas mi novia, te pido yo a vos, para que vos no tengas que hacer nada”. Yo sabía que era el sueño de ella desde antes de pensar en que podíamos salir. Entonces, dije, “bueno, hay que armar un lindo circo porque va a ser una vez en la vida y es lo que más quiere en la vida”. Entonces armé un lindo circo. Nos fuimos de viaje a Mendoza de vacaciones una semana Y en una bodega hablé con la gente de la bodega para que pusieran una mesa entre los viñedos. Y después de un almuerzo de varios pasos, le dije, “bueno, tengo una sorpresa”.

-¿Cuál?

-Fuimos, le tapé los ojos con una bufanda y fuimos a los viñedos. Ahí había una mesita con un vino, no sé qué. Aparte le armé un libro impreso con fotos nuestras y nosotros tenemos como la cámara que te imprime las fotos. Y tenemos un montón de nuestra primera cita. Ya era obvio que íbamos a estar para siempre. Decía, como un sobre con las fotos al final del libro, y el libro tenía como un ticket escaneado de nuestra primera cita, la factura del barcito, y al lado tenía un cuadrado que decía “pegar acá foto primer bar”. Re intensa. Y en la última página había un cuadrado que decía “pegar acá la foto cuando te pida casamiento”. Y tipo, como que me revoleó “ay, bueno, ¿y cuándo la vamos a completar?” Y yo tipo “ahora, estúpida. Es obvio, tipo, ¿qué es esta adivinanza?”. Y le dije “seguí conmigo”, rodilla al piso, anillo, todo. O sea, full novela. Y había un fotógrafo, había un dron, fue re divertido.

-¿Estás ansiosa?

-Re. Al principio es buscar refes, pensar cuál te gusta más. Ahora estamos entrando en la etapa de, “vamos a probar los tragos”, “vamos a ver telas del vestido”, “vamos a probar la comida”, “vamos a ver los trajes”. Estamos en eso, es muy divertido.

Online Mami: “Mi forma de militar y de ser activista, es no estar todo el tiempo bajando línea”

Las redes sociales no sólo pueden ser ser una extensión de las violencias existentes en la sociedad en general, sino que también posibilitan otras formas potenciarlas, a través del ciberacoso o también de formas menos directas. Aunque han habido avances hacia la inclusión, la representación sigue siendo limitada, y todavía ideales tradicionales como la delgadez marcan el pulso de la conversación y el mercado.

Agustina cuenta cómo fue su camino para sumarse al movimiento Body Positive, y cómo es armar parte de su carrera alrededor de eso y cómo se cruza con su activismo.

-¿Cómo nace tu militancia tu militancia en el movimiento Body Positive?

-Creo que nace un poco de casualidad, la gente empezó a ponerme en ese lugar. Porque les servía que alguien se mostrara como se muestra el resto de personas que tienen cuerpos hegemónicos. Como que es posible vivir una vida sin sufrir y sin pasarla mal teniendo un cuerpo que no es hegemónico. Era eso. O sea, al principio no hablaba de temas como, “¿qué es el body positive?”, “¿cómo podés hacer para sentirte…?”, “lugares donde podés comprar”. Al principio era “te voy a explicar” o “te voy a intentar contar cómo me compré esta ropa”, “me compré esta remera”, “me puse este look”, y eso ya a la gente le servía. Y ahí empezó todo. Entendí que lo que estaba haciendo está enmarcado dentro de un movimiento que evidentemente me identifica y a la gente también, y por eso lo quiere ver.

-¿Cómo conociste al movimiento?

-Lo conocí un poco investigando las distintas ramificaciones dentro de lo que es el activismo de la diversidad corporal. Como que es las distintas maneras de quizás hablar de los mismos temas o explicando las diferentes razones. Así como hay varios feminismos, por ejemplo, hay varios movimientos por la diversidad corporal. Y fue como, bueno, evidentemente esto que hago se enmarca dentro del body positive.

Online Mami es, además, referente del movimiento "body positive".

-¿Con qué te encontraste una vez que arrancaste? ¿Cuál fue la devolución de la gente?

-Por un lado tenés la evolución de la gente que le encanta y que le sirve y que te dice que está rebueno y que sigas y que no abandones, y que te saluda y te pide una foto. Y por otro lado hay un montón de hate, un montón de gente que dice “a mí esto no me gusta, no está bien lo que estás haciendo”. Pero la mayoría, por lo menos, es positivo. Si no, me la podría bancar, tipo, hubiera abandonado hace rato.

-Hiciste una carrera de eso ¿Y también te convertiste en militante?

-Sí, o sea, siento que también. Mi manera de militar y de ser activista, es que no estoy todo el tiempo bajando línea: “tenés que hacer esto y vos tenés que hacer lo otro”. Hay otros creadores u otras personalidades que sí se manejan así, quizás medio un embole. Para mí el body positive tiene algo muy hermoso que es existir. Y vos existiendo ya ayudás a otras personas, porque estás existiendo libremente, orgullosa de quien sos. Y por más que no estés bajando línea diciendo, “yo vivo así porque yo atravesé esto”, porque ya estás ayudando.

Sería una transmisión de mensaje más orgánica, sin imposición…

Claro, tal cual. Es decir: esto es posible, tómalo o déjalo.

-¿Cuál fue la primera vez que te sentiste libre?

-Uh, wow. No sé, siento que tiene que ver más con mi vida adulta. Siento que tiene que ver mucho con poder laburar de lo que hago. Con poder estar, quizá trabajando con alguien al lado de una persona que es mucho más hegemónica, es mucho más lo que sea y que seamos iguales, ¿entendés? Siento que eso tiene que ver mucho con la libertad también. La libertad de poder estar, de poder hacer, ser bisexual y poder estar con Maki y que todo el mundo lo tome como natural. Así que no te puedo decir como un momento específico, pero siento como que es más como dentro de estos últimos, también ocupándome mucho de mi salud mental, qué onda mi cerebro. Esas tres cosas quizás hablan un poco de la libertad que siento hoy, con las limitaciones de que estamos en un mundo que claramente tiene un montón de problemas: homofobia, bifobia, gordofobia, etcétera. Pero es algo más reciente.

-Te dan la posibilidad de viajar al pasado y te encontrás con la Agus que la ve pasar a Maki por primera vez yendo al colegio, ¿qué le decís?

Qué buena pregunta. Creo que no le diría nada sobre Maki. Le diría, "deja a tu novio, que es un pelotudo". No le diría tipo, “anda, mandale, tirale onda”. Porque siento que las cosas se dieron así por el universo o algo así. Muchas veces hablo con Maki y decimos"Imagínate si hubiéramos estado juntas cuando teníamos tipo 15". Hubiéramos durado 2 minutos. Éramos insoportables las dos, tipo, ella era una pendeja, tipo, "sí, yo soy emo y me rapo el pelo", y yo que quería ser cheta y no me daba, entendés. Hubiéramos durado 2 minutos. Si hubiera sido a los 23 también hubiéramos durado 2 minutos. Siento que como que se dio ahora porque tenemos cierta madurez. No alteraría esa línea temporal, la mantendría así. Salió bien, no vamos a tocar nada.

Fotos: Mailén Ascui

Entrevista: Juan Abraham

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