Melania Trump (54) fue clara al debutar como primera dama en 2017. Poco después de la primera investidura como presidente de su marido, Donald Trump (78), la exmodelo nacida en Eslovenia con pasado hot sentenció: “Quiero ser una primera dama tradicional, como Jackie Kennedy o Betty Ford”.
A pesar de sus intentos infructuosos para muchos, tal como hiciera buena parte de las primeras damas de Estados Unidos, la exconejita de Playboy también utilizó la moda como una extensión de su personalidad y como catálisis del espíritu de su tiempo.
Mientras que su estilo su aclamado y criticado en partes iguales, durante la celebración de la reciente segunda toma del poder de su esposo, volvió a ser flanco de análisis y críticas por la elección de su outfit, una declaración de discreción que a la vez impuso distanciamiento con un singular sombrero.
Quien estuvo a cargo de crear el sofisticado look de Melania en esta oportunidad fue Adam Lippes, un diseñador independiente neoyorkino con una firma que apenas lleva once años en el mercado y optó por un marcial abrigo de paño con corte midi y abotonadura cruzada.
Para desgranar claves y señales del estilismo de la flamante primera dama norteamericana, GENTE conversó con la destacada creadora argentina Flor Tellado.
El análisis del estilismo de Melania Trump
Flor Tellado es, sin dudas, una de las sombrereras más influyentes de la escena local. Se formó bajo la tutela de Noel Stewart (colaborador de Givenchy y Valentino) y perfeccionó su arte junto a Laura Nothinger, su maestra, mentora y hoy amiga.
Su gran irrupción se dio en plena pandemia, cuando sus excéntricos tapabocas y pantallas protectoras llegaron a rostros tan diversos como Natalia Oreiro –para quien diseñó más de una docena de piezas únicas–, Marilyn Manson, Shirley Manson (líder de Garbage), Roisin Murphy y la ex primera dama Fabiola Yañez. Recientemente, fue furor total el diseño que creó para Paco Amoroso durante su popular tiny desk junto a su dupla creativa, Ca7riel.
“Salvo Marilyn Manson, siempre me buscan. Yo no suelo mandar mis creaciones, me eligen, como Nati Oreiro, con quien terminé conectando a nivel artístico”, afirma Tellado, quien sigue cortando y cosiendo géneros como paños, tweed, raso, seda y sargas con sus propias manos, sin grandes equipos detrás y resistiéndose a la idea de abrir una tienda online.
Sus piezas ready-to-wear, aunque con alma de Alta Costura, no están pensadas para eventos como Royal Ascot, “sino para usarlas, vivirlas y luego tirarlas en el asiento del auto sin miedo a que se arruinen”. Con ese bagaje y su extensa carrera, la creadora sienta en la mesa quirúrgica el comentado estilismo de Melania Trump para brindar una mirada distinta (y formada) sobre sus aciertos y desaciertos.
–¿Cómo viste el look de Melania en la asunción presidencial y su elección del sombrero estilo canotier, diseñado por Eric Javits?
–Particularmente, a mí el estilismo me gustó. Y debo aceptar que estuvo tan bien logrado que captó todas las miradas del mundo. El gusto por el mismo tiene que ver con que lo veo inspirado en la colección del 2012 de Prada (la de los villanos de película), por lo que en ella veo una Cruella de Vil o Maléfica de la modernidad.
–¿Sentís que, como dicen algunos, verdaderamente fue un “guiño a Jackie Kennedy”?
–La veo cero parecida a Jackie en todos los sentidos. No encuentro ese guiño en este estilismo. Para mí, su look está inspirado en los años 40s, época de la Segunda Guerra Mundial; muy austero y masculino.
–El diseñador comentó que el sombrero llegó aplastado y mojado y que debió rehacerlo en tiempo record. ¿Cómo se hace un envío de una pieza tan delicada?
–¡Sinceramente no puedo creer que no prevean el accidente de la caja! Embalar un sombrero es casi tan importante como hacerlo. La pieza tiene que flotar adentro de su caja y estar sostenida por todo relleno de papel a su alrededor para limitar su movilidad.
Y la clave está en aislarlo de la humedad y la presión de un avión, que todo lo arruina. Por eso, siempre hay que envolver el packaging en un plástico impermeable.
–A nivel comunicacional, los sombreros que “no dejan ver”…¿para qué tipo de eventos u ocasiones los recomendarías?
–Me parece que por más intencional que haya sido, el ala del que lució no es muy acorde a la ocasión. Los sombreros con ala en pendiente son protectores, ya sea del sol, del frío o, en este caso, de la mirada de los otros. No permite hacer un contacto visual con el que lo lleva. Pero hay algo de luto en ese sombrero que, estéticamente, me encanta.
–¿Qué tipo de sombrero le habrías puesto a la primera dama norteamericana y por qué?
–No sé si le hubiera puesto un sombrero mío… Siempre trato de encontrar algo que represente mi arte en el personaje que lo lleve, y me parece que estamos muy lejos de tener algo en común.
Por otro lado, creo que el sombrero de Melania podría haber sido de fieltro en vez de género, sobre todo por su resistencia y su apariencia ante las cámaras. Me pareció demasiado opaco.
Un repaso por los icónicos looks de exprimeras damas norteamericanas, según Flor Tellado
La icónica Jackie Kennedy el 20 de enero de 1961 en la asunción de su marido, John F. Kennedy
El look de Lady Bird en la jura de Lyndon B. Johnson, el 22 de noviembre de 1963
Pat Nixon durante la investidura de Richard Nixon como presidente de EEUU el 20 de enero de 1969
Nancy Reagan en el juramento de Ronald Reagan como presidente el 20 de enero de 1985
Hillary Clinton en la toma de posesión como presidente de EEUU de Bill Clinton
El estilismo de Melania Trump en la primera asunción de su marido, en 2017
Veamos el debut fashionista de la modelo, ex playmate con algunas materias en arquitectura que habla cinco idiomas (esloveno, alemán, francés, serbio e inglés) en la primera asunción de su marido, el 20 de enero de 2017.
Ralph Lauren fue quien diseñó el atuendo con el que Melania se presentó en sociedad: vestido entallado y bolero con cuello envolvente en celeste pastel, con zapatos, guantes y clutch al tono. Lo que más llamó la atención fueron las polémicas reminiscencias (¿o simple copia) del vestuario con el que Jacqueline Kennedy saludó al pueblo norteamericano en 1961 durante la asunción de John F. Kennedy.
A pesar de tener los mejores asesores de moda, en ese entonces, Vera Wang, Marc Jacobs y Donna Karan declararon que no la vestirían por una cuestión de principios e ideología. La modelo, casada en terceras nupcias con Trump, retrucó: “No los necesito porque tengo el dinero suficiente para pagar lo que quiera sin recurrir al canje”.
Fotos: Fotonoticias y archivo Grupo Atlántida.