Tiene 32 años y está a punto de ser el primer argentino en recorrer todos los países del mundo: cómo lo hizo y de dónde sacó el dinero – GENTE Online
 

Tiene 32 años y está a punto de ser el primer argentino en recorrer todos los países del mundo: cómo lo hizo y de dónde sacó el dinero

Luego de viajar durante 8 años sin parar, Nicolás Pasquali le revela a GENTE la clave de su financiamiento, las experiencias más alocadas que atravesó y cuál será su próximo objetivo tras cumplir el sueño de su vida.
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"Estoy a punto de ser el primer argentino en visitar todos los países del mundo", comienza diciendo con orgullo y entusiasmo Nicolás Pasquali a GENTE tras haber recorrido 194 naciones. Sobre el número final, explica que para la ONU son 193 países, pero él decidió contar en su lista a Palestina, el Vaticano y Taiwán.

Más allá de querer contar su increíble experiencia y ser reconocido por la gran hazaña que está a punto de concluir, el viajero argentino quiere llevar un mensaje muy importante a todos los que se topen con él: perseguir los sueños, armar un plan de acción y hacerlos realidad. En su caso, recorrer todo el mundo fue un objetivo que se planteó en su temprana juventud y con eso en claro planeó con frialdad su vida para poder concretarlo.

Nico en el fabuloso Desierto del Sahara.

De dónde nació la inquietud de querer conocer todos los países

Según Pasquali esta grandísima aventura nació de la más ingenua curiosidad: "A mis 12 años fui con mi familia a Brasil. En ese entonces me sorprendió ver a personas diferentes a nosotros. Me di cuenta que no todos éramos iguales y me voló la cabeza".

"Ya con la llegada de internet mi curiosidad comenzó a expandirse. Me di cuenta de que quería conocer todo. No sólo me interesa la naturaleza. Me interesan las diferentes culturas, las personas, la gastronomía, las costumbres, cómo se hacen las cosas... O sea, todo", resume sobre el gran motor a iniciar este viaje que ya lleva 8 años.

Conociendo los monjes en Myanmar.

Sobre el punto inicial de su partida recuerda: "Tenía 19 años y con mi familia viajamos a Santa Fe a visitar a familiares de mi mamá. Un primo me dijo si quería ir unos días a Tucumán y me prendí. De ahí me fui a Jujuy y Salta. Casi sin pensarlo terminé recorriendo todo Sudamérica en 4 meses. Me quemé toda la plata que tenía y volví con 20 dólares. Ahí me dije: 'Me encantó este viaje, ahora quiero multiplicarlo por 100'".

Cómo financia económicamente su viaje por el mundo

Antes de comenzar a contar su historia, Pasquali quiere aclarar: "Esto no da plata, eh. Esto te saca plata. No hay un fin económico, es meramente por orgullo y placer". Además, tras 8 años viajando por los lugares más recónditos del mundo, se apura a contestar: "Yo me pago todo. No es que tengo una familia de guita. Mis papás son gente normal de clase media que sólo tienen un departamento que es donde viven y un auto".

"Yo trabajé durante mucho tiempo para tener un capital que me permitiera tener esta libertad de poder utilizar el tiempo en lo que más quiero. Creo que hay que atar los cables del sistema para poder liberarse y hacer lo que realmente querés hacer", expresa con seguridad.

"Haciendo amigos en Afghanistan, en el mercado de pelea de gallos", explica Nico sobre esta foto.

Fue por eso que cuando decidió a sus 19 años viajar por todo el mundo se pregunto cómo sería económicamente viable. "Tenía que estudiar algo que me diera dinero. Estudié administración de empresas, me especialicé en finanzas y empecé a trabajar en un banco. Además, daba clases de tenis, vendía electrodomésticos por internet y hasta fui chofer de Uber".

Durante años trabajó de lunes a lunes con la intención de crear un "fondo de inversión" que le diera cierto dinero por mes para poder viajar por el mundo sin grandes lujos, pero sin tener limitaciones económicas. A sus 26 años había alcanzado el número que se había propuesto y se dijo para sí mismo: "Bueno, ya está. Me voy a viajar full time".

Mundari tribe, en Sudán del sur. Donde las vacas forman parte de un ritual fundamental.

La reacción de sus familiares al anunciar que iba a recorrer el mundo

"Antes de empezar el gran viaje mis papás me criticaban porque me la pasaba trabajando. En ese momento tenía una novia que era muy buena, pero no le daba mucha bola porque vivía agarrando laburo", comenta Nico sobre su vida previa a la aventura.

Una vez que decidió dejar todo e ir tras su objetivo sus padres no estuvieron del todo de acuerdo con su decisión. "Me preguntaban por qué no hacía una vida normal. Esto pasa al día de hoy porque piensan que puedo ser capáz para hacer otras cosas", agrega con sinceridad.

De todos modos, Pasquali no se dejó influenciar y se encuentra muy cerca de su cumplir su objetivo de vida. "Pensá que en toda la historia solo 325 personas recorrieron todos los países del mundo. De ellas aproximadamente 100 están vivas y, si lo logro, voy a ser el primer argentino en formar parte de ese selecto grupo de aventureros", expresa.

"Una foto normal en Roma", bromea Nico al seleccionar una postal en un sitio turístico tradicional.

Al ser consultado sobre las charlas que tiene con estas personas, comenta que actualmente hay un grupo de WhatsApp con aproximadamente 20 de los que lograron este récord. "Todos tienen una vida interesante y funciona como una gran red. Nos compartimos desde dónde hay un supermercado en Burkina Faso hasta un contacto para conseguir acceso a una zona en guerra".

El comienzo de su viaje y un secuestro que casi lo hace abandonar su sueño

Nico inició su viaje y se dispuso ir a fondo con cada destino. Fue por eso que esta odisea lleva más de 8 años. Otro de sus principales búsquedas fue conocer cada lugar más allá de los puntos turísticos tradicionales. De todos modos, no evitó puntos clásicos como Roma, París o Barcelona.

Pasquali dejó en claro que viajar por el mundo no es sólo alegría sino que también en esta aventura se enfrentó a varios peligros que podrían haberle costado la vida. Si bien estuvo preso durante 3 días en el Congo por negarse a pagar una coima de 300 euros para pasar la frontera, el momento más dramático se dio en Mauritania.

"Yo estaba con un amigo viajero francés y habíamos alquilado una camioneta con chofer para atravesar el Desierto de Sahara con la idea de hacer la ruta que hacía antes el Rally Dakar. En el camino vimos a dos hombres haciendo dedo y decidimos levantarlos", comienza diciendo sobre una de las experiencias más duras que le tocó atravesar.

No pasó mucho tiempo hasta que él y su amigo se dieron cuenta que estaban en peligro. "Al poco tiempo empezaron a hablar entre ellos en árabe y sacaron unas banderas de un grupo terrorista que prefiero no nombrar. Nos obligaron a dirigirnos a un pueblo remoto donde había apenas algunas chozas. Allí nos tuvieron secuestrados durante 3 días".

Turkmenistán, país situado en Asia Central.

Al día de hoy Nico no sabe qué es lo que pretendían hacer con ellos: "Nos dieron de comer, nos obligaron a rezar con ellos y cuando intentaron trasladarnos a otro lugar en auto, nos tiramos en pleno movimiento". Tras esto, Pasquali y su compañero fueron socorridos por un camionero que logró ponerlos a salvo. Al tener ciudadanía italiana se comunicó con la embajada y, entre otras cosas, le sugirieron abandonar su plan y volver a su país.

"Durante muchos días tuve miedo. No me animaba ni a bañarme solo. Saqué un pasaje a Canarias y comencé terapia. Pensé que mi sueño se había terminado y que no lo iba a lograr. De ahí saqué la fuerza para seguir mi plan. Todos me decían que era una mala idea porque me estaba jugando la vida, pero decidí continuar. ¿Cuál era el punto de seguir estando si no podía hacer lo que había soñado?", fue la reflexión que le dio fuerza para seguir tras su meta.

A tan sólo dos países de completar su ansiado objetivo, relata: "Se vive con mucha ansiedad y me generaría mucha frustración no poder terminarlo porque estoy esperando permisos de Sudán y Corea del Norte para poder ingresar. De hecho, estoy tratando de contactarme con Enrique Piñeyro que está en Sudán haciendo una ayuda humanitaria y me gustaría ayudarlo para así coronar mi viaje y empezar otra vida".

Nadando en Victoria Falls, Zambia. La tercera cascada más grande y peligrosa del mundo.

Qué queda luego de cumplir el objetivo de su vida

"Cuándo termine quiero volver a mi casa", dice Pasquali sobre los pasos que tomará tras terminar su recorrido mundial. Luego de 8 años fuera del país, responde: "Bueno, no tengo una casa...".

En cuanto a qué cosas desea para su futuro, dice con honestidad: "Yo quería conocer muchas culturas y conocí mucho más que eso. Ya está. Ahora ya estoy pensando en que cuando estaba en Buenos Aires me gustaba ir al gimnasio, comer un asado. Estoy más terrenal. No estoy tan volado como antes".

"Me muero por tener una familia. Quiero tener hijos y poder compartirles lo que pude hacer. Quiero que ellos sean mejores que yo en lo que sea aunque no les interese viajar porque nadie daba ni dos pesos por mí ni por lo que estoy haciendo", cierra sobre su próximo e íntimo objetivo de vida.

Fotos: Nico Pasquali (@n_pasquali)

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