Tal como pasó con la pandemia de coronavirus, las dudas ante lo desconocido se intensifican ante la aparición de los primeros casos de viruela del mono -Mpox o monkeypox, tal como la Organización Mundial de la Salud la define- que se están registrando en Argentina.
Uno de esos interrogantes gira en torno a la vacunación, que viene realizándose desde el año pasado en países como Canadá, Estados Unidos, algunos países de la Unión Europea, Chile, Brasil y Perú.
“La realidad es que no existe una vacuna específica: hay una vacuna para viruela que se usaba antiguamente y tiene cierta efectividad en la prevención de las complicaciones. Se incrementó la producción mundial para poder ser distribuida. Algunos países que la tienen y la vienen donando a África, fundamentalmente al Congo, para controlar el brote. Hasta este momento se utilizaba la vacuna sólo para la comunidad LGBTQ+”, detalla a Revista GENTE el infectólogo Roberto Debbag.
Pero lo cierto es que se trata de una vacuna que aún no precalificó, según la Organización Mundial de la Salud, para ser aplicada en este tipo de patología.
El infectólogo Daniel Pitrulca, por su parte, señala a nuestro medio que la vacuna "pareciera ser efectiva en personas con alto riesgo. Incluso ante un contacto con alguna persona que lo tuvo, si se aplica precozmente, podría ser buena. Este estadío se llama profilaxis post-exposición, entonces dentro de los primeros cuatro días del contacto se podría aplicar".
En términos generales, desde el desde el Ministerio de Salud de la Nación informaron que “su producción es limitada, ya que está dirigida a la inmunización en áreas endémicas y poblaciones especiales específicamente seleccionadas. Actualmente no se recomienda la vacunación masiva ni de la población general. En el caso de Argentina, no hay registro ni solicitud de registro en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). No se encuentra disponible en Argentina”, añadieron.
En aquellos países en donde se está colocando, la vacuna se administra en dos dosis con cuatro semanas de diferencia. Aquellos que ya han recibido alguna vacuna contra la viruela, es posible que sólo necesiten una dosis. Por su parte, se recomienda aplicar un refuerzo entre los dos y diez años cumplidos desde que se completó el esquema.
Viruela símica: lo que hay que saber
“Lo que se está observando ahora, a diferencia del primer brote que se dio en Portugal, que era un 'clado 1' (enfermedad infecciosa de altas consecuencias) y se transmitía por contacto sexual o contacto íntimo piel a piel, es que está circulando otra variante originada en el Congo. Es de muy alta contagiosidad y también se contagia por vía respiratoria en contacto muy cercano, no sólo la piel a piel, sino que también a través de los elementos de la cama o la ropa y también en contacto cercano respiratorio. Por eso el 60 por ciento de los afectados son son niños”, explica Roberto Debbag.
“En Argentina la medida que se debe tomar es el control de personas que infectadas que puedan venir de países de riesgo -actualmente africanos- y hacer un buen diagnóstico precoz de todo paciente que tiene lesiones compatibles, garantizando rápidamente los estudios de PCR para que esa persona no contagie”, comenta el profesional.
Si bien las imágenes de los principales medios internacionales muestran cómo integrantes de la sociedad civil comenzaron a amigarse nuevamente con el barbijo, lo cierto es que desde la OMS indican que su uso sólo debe estar circunscripto al personal de la salud en contacto directo con aquellas que padecen la enfermedad o se sospecha que pueden estar cursándola.
Con el objetivo de llevar tranquilidad, el doctor Daniel Pitrulca apunta: "Por ahora hay escasa cantidad de casos. Lo que alarmó a la Organización Mundial de la Salud es lo que está pasando en África hasta ahora no se extendió al resto del mundo. Entonces, lo importante es vigilar, diagnosticar los casos nuevos, informarlos a la comunidad médica y que eventualmente se hagan los estudios de secuenciación del virus para ver si podría ser la variante que circula en algunos países africanos".
Datos puntuales para tener en cuenta respecto a la viruela del mono (o viruela símica):
- Forma de transmisión: De acuerdo a las autoridades sanitarias locales, el contagio se produce por contacto cercano o estrecho con lesiones, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como toallas y ropa de cama. En tanto, una persona gestante cursando la infección puede transmitirla al feto desde la placenta, y durante o después del nacimiento a través del contacto piel con piel.
- Síntomas: Las lesiones en la piel (manchas rosadas planas o sobreelevadas, úlceras, ampollas o costras que pueden provocar dolor fuerte) son el ejemplo más claro de esta enfermedad, aunque hay casos que no las presentan. Por eso hay que permanecer atentos a la fiebre, el cansancio, el dolor muscular o de cabeza, la inflamación de los ganglios y el dolor en la región genital, el ano o el recto.
