La reina Máxima de los Países Bajos ha vuelto a demostrar su carisma. Lo hizo durante su reciente visita a la localidad de Ermelo.
En un evento organizado en el Emmaus College, la monarca no sólo inauguró el nuevo edificio de la escuela, sino que también se unió a una tarde de juegos y diversión con los estudiantes, dejando una impresión inolvidable.
Vestida con un elegante vestido color piel, sandalias de tacón y un amplio sombrero, Máxima no dudó en integrarse a los niños en diversas actividades lúdicas rompiendo todas las reglas del protocolo monárquico.
Desde el inicio de su visita, la argentina se mostró entusiasta y participativa, jugando al ping pong y a varios juegos de mesa con los estudiantes. Su habilidad y destreza en estas prácticas sorprendieron gratamente a todos.
Según explicó la cuenta oficial de la corona holandesa, el Emmaus College, conocido por su lema "¡Todos pueden aprender!", ofrece una educación secundaria y especial en un entorno donde se prioriza "la educación personalizada" y "el apoyo integral a los estudiantes".
La reina Máxima recorrió las instalaciones junto a los estudiantes y profesores, quienes le explicaron cómo cada alumno puede aprender a su propio ritmo, utilizando diferentes salas de lectura, áreas de práctica y un jardín de aprendizaje.
Otro aspecto realmente destacable fue la interacción directa de la reina con los niños. Porque Máxima, además, mostró un gran interés en las actividades de reciclaje que los jóvenes llevan a cabo en el colegio, aprendiendo de ellos y compartiendo risas y momentos inolvidables para cada uno de ellos.
La jornada culminó en una conversación con el consejo de lectura, pero lo que quedará en la memoria de los estudiantes será la imagen de una reina jugando con ellos como si fuese una madre más en una tarde de diversión.
La visita de la reina Máxima al Emmaus College no sólo subrayó su compromiso con la educación: también su habilidad para conectar de manera genuina y afectuosa con los jóvenes.