La serie de Máxima Zorreguieta revive viejos fantasmas de la vida de la royal con mayor carisma de las monarquías europeas. Si bien la trama personificada por Delfina Cháves está cruzada por el rol que Jorge Zorreguieta tuvo en la dictadura militar, también quedan graficados aspectos de la vida cotidiana y de su relación con Guillermo de Países Bajos.
Uno de los capítulos más duros que le tocó sortear fue cuando se enteró que el entonces príncipe la engañó en varias oportunidades Emily Bremers, su exnovia. Todo esto en medio de días en donde ella estaba en el ojo de la tormenta por el rol que había tenido su padre en el proceso encabezado por Jorge Rafael Videla y era buscada por los periodistas en el marco de su solitaria estadía en Bruselas.
“Para la actual reina fue todo un escándalo por esos tiempos, debido a que estaba muy afectada por cómo además se había deteriorado la relación con su padre cuando se conocieron en Países Bajos sus vínculos con la dictadura. Ese drama, al que le sumaba el incansable seguimiento de los periodistas y este coqueteo de su novio, la terminaron llevando a una situación sin salida”, opina el experto en realeza Rubén de Gavaldá y Castro, en diálogo con Revista GENTE.
Fue uno de esos reporteros quIeN se acercó a la puerta de su casa, esperó su arribó y le entregó la revista cuya portada tenía la foto de Guillermo con Emily. La complicidad quedó a la vista, y no había que entender el neerlandés para saber qué es lo que estaba pasando.
Informarse de esta situación desató la furia de la argentina, quien por esos tiempos (1998) se encontraba estudiando en el Instituto Ceran, de Bélgica, el idioma que le abriría las puertas de la Casa de Orange.
De aquel enojo, hubo testigos: la primera vez que Guillermo se vio con Máxima después de esa foto fue en el VIP del aeropuerto belga, los gritos no tardaron en generarse ya que ella le recriminó todo el esfuerzo que estaba haciendo en pos de la relación entre ambos.
Pero hay que decir que el príncipe reincidió y unos pocos meses después se encontró nuevamente con Emily a escondidas. Entonces la argentina decidió dejarlo, y regresó a su país con el objetivo de visitar a su familia con el objetivo de pasar la Navidad en familia.
¿El operativo reconquista? ¡De película! El hijo de la reina Beatríz de Países Bajos viajó de sorpresa hasta estas latitudes con un anillo de diamantes a modo de disculpas. Poco más de dos semanas después, la historia de amor se reencausó cuando le pidió matrimonio en el estanque del palacio Huis ten Bosch.
La realeza, entre traiciones, ostentación y grandes historias de amor
“¿Cómo impacta en el estatus de la realeza este tipo de situaciones? Da una pincelada de humanismo, dejando en evidencia de que estas instancias de coronas tampoco son impermeables a situaciones que puede sucederle a cualquier vecino. ¿Qué acciones se pudieron tomar en este caso puntual? Ninguna. La corona no puede ni debe ejercer un pedido de mordaza o de silencio”, afirma Rubén de Gavaldá y Castro en diálogo con nuestra revista.
Y amplía al respecto: “... No deben hacerlo porque estarían dándole razón a quien conjetura, y es rebajarse a un nivel impropio. No lo haría de manera directa. Pueden ser viejos recursos medievales, pero en la actualidad, en las casas reales y reinantes del siglo XX y ahora el XXI, no se puede tomar ningún caso puntual”.
El especialista manifiesta que “la inmediatez de la tecnología está cambiando la relación de las casas reales del mundo en general, a partir del poder de la imagen".
“Quizás, en aquel momento, se pudo haber hecho una conferencia de prensa, o seguramentese evitó para no darle la envergadura que esta familia o esta señora quiso. Pasó también en España, con la propia Kate, y en el caso de la princesa de Diana de Gales”, cierra el especialista en realeza.
