En sus 39 años de reinado, Sofía de Grecia (84) le entregó todo a la Corona española, incluso su dignidad como mujer, madre y esposa.
Si bien la madre del rey Felipe VI (55) es considerada una de las figuras más importantes de los últimos decenios en España, hoy, tras la serie de escándalos protagonizados por su marido, el rey emérito Don Juan Carlos (85), y el notorio exilio impuesto por su nuera y nueva monarca española –Letizia Ortiz–, queda a la vista el ensombrecido final de la reina emérita que aguantó humillaciones, infidelidades y traiciones para cuidar la estabilidad de la monarquía española.
Hay quienes señalan que el reinado para el que nació y fue preparada Sofía de Grecia tenía un único objetivo: cuidar el trono español hasta ver a su primogénito, Felipe, siendo coronado como nuevo Rey de España.
La difícil llegada de Sofía a España
Tal y como cuentan los libros de historia española, esta joven griega nacida un frío 2 de noviembre de 1938, en el Palacio Real de Atenas, a quien los helenos nombraron Sofía -el pueblo quería llamarla según la costumbre griega, como su abuela, Sofía de Prusia-, no fue bien recibida por el pueblo español, ni por el mismísimo príncipe Juan Carlos.
Es que pasaron varios años hasta que "Juanito" por fin decidió pedirle la mano a Sofía y contraer matrimonio, hace 61 años, el 14 de mayo de 1962. Unión que contó con cuatro ceremonias, debido a que la hija del rey Pablo I de Grecia y Federica de Hannover es ortodoxa, y el futuro Rey de España, católico.
Aquellos tiempos en que la familia real de Grecia vivió en exilio en Sudáfrica, la propia reina Sofía los describió como "durísimos". En ese período de tiempo, llegó a cambiar de casa hasta 21 veces, por lo que muchos señalan que la posibilidad de ser reina y, sobre todo, de ser madre del futuro rey de España fue la pauta que movió su vida.
En ese sentido, los expertos en realeza remarcan la tenacidad de una de las monarcas más respetadas de Europa, para combatir el rechazo tras su llegada al Palacio de la Zarzuela. Respecto a su llegada a familia real española, la propia Sofía denominó su rol y el de Juan Carlos en una contundente frase: “No éramos nadie”.
Los futuros reyes de España tuvieron que enfrentarse a un país donde nadie los quería: ni monárquicos porque querían al padre, ni demócratas porque deseaban la república. Con un dato no menor, Sofía era extranjera y no hablaba castellano.
Sin embargo, los historiadores resaltan la tenacidad y profesionalidad de Sofía de aquel momento como los principales factores para la restauración de la monarquía parlamentaria tal como la conocemos hoy.
Sofía, la reina abnegada que cuidó de la monarquía española
Con 39 años de reinado y nueve como reina emérita, Sofía de España no ha cesado sus obligaciones como representante de la Casa Real española. Tal entrega le valió el cariño de su pueblo, además de ser considerada la única royal con imagen perfecta de España. Por lo que muchos se preguntan: ¿Por qué continúa casada con el rey emérito Juan Carlos?, o ¿Por qué aguanta los desplantes de su nuera Letizia Ortiz?
Sin embargo, muchos ignoran que la reina Sofía, divorciada de Don Juan Carlos, perdería su papel en la sociedad ya que, para la Constitución, no podría tener ningún cargo institucional. En ese sentido, muchos ven una reina abnegada que se aferró al trono en pro de salvar la monarquía de su declive, ya que –además– un divorcio enfrentaría a la Corona a los sectores más conservadores sobre los que se sustentaba su reinado y animaría a los partidos republicanos a plantear un cambio en la Jefatura del Estado.
Respecto a los desplantes de su nuera y el exilio pasivo de la Casa Real que le ha impuesto Letizia Ortiz en los últimos nueve años, hay quienes señalan que Sofía no está dispuesta a ver caer todo por lo que se sacrificó en aquellos 39 años de reinado. Por lo que hará lo que aprendió, a la fuerza, en sus casi cuatro décadas de reinado: guardar las apariencias por el bien de la monarquía española.
Las humillaciones e infidelidades a las que Juan Carlos sometió a Sofía de Grecia
Como esposa soportó las infidelidades de su esposo y como reina aguantó los desplantes del rey. Siempre se ha utilizado una frase para definirla: “Es una profesional”, expresión que el propio Juan Carlos empleó.
Es que son muchas las ocasiones en que se vio al monarca emérito apartarla con gestos bruscos, reprocharle algo o correrse si ella se acercaba. Según Carmen Gallardo, autora del libro La última reina, Sofía toleró todos estos años consciente de “la gran animadversión de su marido” que hasta pidió que “no les programaran más viajes juntos porque no la soportaba”. Según cuenta el periodista Jaime Peñafiel, en una discusión donde él le gritaba “te odio”, ella, letal, le respondió: “Odiame, pero fastidíate, no te puedes divorciar”.
Un reinado con muchos matices, cargados de sacrificios pero también de alegrías. Sofía cumplió con su propósito, y hoy, esta madre y monarca abnegada, continúa velando por la Corona española, en pro del bien de su hijo y su pueblo.