El pasado 31 de octubre, el mundo del espectáculo se vistió de luto tras la partida de Sean Connery, el actor que encarnó en varias oportunidades al mítico James Bond.
Y el icónico intérprete vuelve a ser noticia por la puesta en venta de Le Roc Fleuri, su residencia de la Costa Azul francesa durante los 80' y principios de los 90'.
En esa propiedad se filmó Never say never, la última de las siete películas en las que interpretó al 007 .
Tasada en 28 millones de euros, fue comprada por el actor luego de su boda con Micheline en 1970 y allí vivieron durante 12 años.
La mansión está ambientada en la Belle Époque. Cuenta con cinco dormitorios y cinco baños repartidos en seis plantas, que se distribuyen en mil metros cuadrados cubiertos y 5 mil metros cuadrados de jardines, que albergan dos piletas, dos villas para los invitados y una vivienda para el personal, todo con una gran vista al Mediterráneo.
Posee además pileta cubierta, bodega y gimnasio. También baño turco con duchas y vestuarios. La habitación más imponente es la suite principal, a la que se accede por ascensor. Tiene dos baños, terraza privada y vestidor.