Ya pasaron poco más de dos meses de competencia en Gran Hermano (Telefe) y cada participante va mostrando su personalidad y se las juega todas para avanzar en la competencia. En el trayecto, van quedando momentos icónicos, bloopers e infinidad de memes que entretienen a los fanáticos en cada gala.
En el caso de Rosina Beltrán, la joven uruguaya de carisma y risa continua, repite un comportamiento que no pasó desapercibido en redes. Resulta que, en varias ocasiones la participante le besó los pies a sus compañeros.
Primero fue con a Sabrina Cortez, a quien le tomó los pies mientras charlaban y sorprendió a todos en la casa al llevarlos a su boca. Después, la misma escena la vivió con Isabel, Joel y Manzana, y ante la pregunta de varios jugadores sobre si le daba asco, su respuesta fue: "Solo me gusta dar besitos en los pies", confesó sobre esta extraña atracción.
Días después le propuso a Romina hacer lo mismo con ella y el más reciente episodio fue con Bautista y Martín Ku en el baño, a quien se les acercó con las mismas intenciones.
El fetiche de Rosina con los pies del otro
En GENTE conversamos con el médico y sexólogo, Walter Ghedin, quien explicó qué significa la podofilia, esta extraña practica de Rosina en la casa de Gran Hermano. "El deseo y la excitación sexual precisan de estímulos internos (fantasías) o externos (del propio cuerpo o del otro) para incrementar las sensaciones eróticas", comenzó diciendo.
Más adelante, el especialista agregó: "Existen zonas ricas en sensaciones (zonas erógenas) que se localizan en cualquier lugar del cuerpo con prevalencia en el área genital. Sin embargo, hay personas que sienten más excitación sexual, superior a la genital, cuando se estimulan áreas puntuales, como, por ejemplo, los pies", precisó.
En este caso puntual, se refirió al fetiche por besar los pies de otras personas. "Necesita sí o sí de ese contacto para lograr el máximo placer. No toda practica similar es fetichista, lo que lo determina es la relación especial que tiene con ese objeto, entre los que se incluyen como más frecuentes los pies", detalló.
El sexólogo refirió que: "las plantas de los pies tienen millones de terminaciones nerviosas que los vuelven muy sensibles al tacto. La cultura, sobre todo la oriental, otorga a los pies femeninos un valor especial. En occidente, Los stilletos son un ejemplo de cómo la moda ha buscado estilizar el pie para resaltar la sensualidad de su forma anatómica. Por lo tanto, desde el punto de vista orgánico, como psicológico y cultural, los pies se convierten en focos de estimulación para los sentidos, de relax y de placer", aseguró.
Los pro y contras de la podofilia
Para Ghedin, hablar de podofilia, es estar frente a la búsqueda de nuevos estímulos eróticos, que además fomentan experiencias y gustos que estaban ocultos y comienzan a visibilizarse.
"La oferta de imágenes de pies o la inclusión en el perfil de contacto de este gusto sexual, ya es tan frecuente como los gustos clásicos. El tipo de contacto es variable e incluye mirar, tocar, oler, acariciar, chupar, hasta masturbarse con el roce", menciona el sexólogo.
Finalmente, sostuvo: "Esta variable en la excitación sexual es más frecuente en hombres, sin embargo, cada vez más mujeres se animan a experimentar. En pareja puede ser una práctica disfrutable que suma al encuentro, siempre y cuando exista consenso", apuntó. Mientras que considera: "Será motivo de conflicto cuando no existe acuerdo o se convierte en un acto fetichista, en este caso la pareja se siente al margen de la relación cuyos pies pasan a tener un valor superlativo", cerró.