Bajo el marco de los 50 años de veraneos reales en las Islas Baleares, la familia real de España organizó la tradicional velada que ofrece a los principales representantes de la sociedad civil y política de Palma de Mallorca.
La cena que recibió a 500 invitados en los históricos jardines del Palacio de Marivent fue muy comentada. No sólo por lo complicidad y la unión que se vio entre Letizia Ortiz y su suegra Sofía, sino por sus looks matcheados.
Por segundo año consecutivo, los reyes han vuelto a abrir las puertas de Marivent, en unas vacaciones en las que todavía no se había producido ninguna fotografía en este complejo que poco a poco ha ido tomando relevancia en detrimento del palacio de La Almudaina, habitual y anterior escenario de esta recepción.
Cabe recordar que a raíz de la pandemia, Felipe VI y Letizia Ortiz cambiaron el escenario de la tradicional recepción que supo llevarse históricamente en La Almudaina, mudándola a Marivent, palacio histórico, cuya entrada suele permanecer cerrada para el público.
Looks matcheados y complicidad a la vista, entre Sofía y Letizia
La velada que vuelve a estar marcada por llevarse a cabo en los históricos jardines del Palacio de Marivent, suele ser una cita que marca siempre la agenda estival de los monarcas españoles. Sin embargo, este año llamó mucho la atención la particular conexión entre la esposa del rey y la reina emérita, a quienes la prensa tiene enfrentadas como enemigas.
Además de la gran complicidad que se vio entre ambas monarcas, sus looks las convirtieron en las grandes protagonistas del encuentro tan esperado por los medios de comunicación, ya que hasta ese momento no había imágenes de ellas juntas en la isla, ya que que doña Sofía no suele unirse a las actividades que los Reyes y sus hijas hacen para la prensa, como fue el caso del pasado lunes con esa visita a los jardines de Alfabia.
De hecho, la última vez que se las vio a las dos en público tuvo lugar en la confirmación de la princesa Sofía, en Madrid. En aquella ocasión, se apreciaba buena relación entre nuera y suegra, acompañando a la pequeña de los Borbón a uno de sus días más importantes antes de trasladarse a Gales por motivos académicos.
Aunque muchos medios señalaron el encuentro como un intento de "guardar las apariencias", tras la no invitación de la reina emérita a la graduación de su nieta mayor y heredera al trono, Leonor, las monarcas volvieron a tratar de disipar los rumores -más afirmaciones que rumores-, sobre su mala relación.
En ese sentido, haya sido planeado o mera casualidad, se vio a la Reina recibir a los invitados con un diseño de Desigual, mientras que doña Sofía con un conjunto de Escada. Modelos que destacaron por sus estampas, y que daban una sensación de matcheo, por el contraste que generaban juntos.
Es que el vestido de escote Bardot -que realza la zona de la clavícula y resulta tan elegante como sensual- con lazo a la cintura y falda acampanada hasta los tobillos, decorado con un estampado de animales de estilo acuarela– que lució Ortiz fue en tonos blanco y azul. Dos colores que juntos evocan la estética propia de los pueblos mediterráneos y realzan la tez bronceada de la Reina.
Mientras que Doña Sofía se decantó por un cómodo y veraniego conjunto de dos piezas de la lujosa marca alemana Escada. Su look destacó por su estampado animal print, cuyos tonos engamaron a la perfección con los de su nuera Letizia.
Además de sus estilos similares, también se vio cierto guiño de Ortiz hacia Sofía en cuanto a las joyas. Es que Letizia apostó por unos pendientes de oro y diamantes de Isabel Guarch, considerada como la joyera favorita de su suegra.
Los invitados a la cena real por los 50 años de veranos reales en Mallorca
En la cena de este año se estrenaron las nuevas autoridades de Baleares elegidas en las pasadas elecciones de mayo. La presidenta del Gobierno de las islas, Marga Prohens, del PP, que acudió acompañada por su marido, el teniente de alcalde de Palma, Javier Bonet.
A los representantes políticos se le sumaron invitados del mundo sindical, empresarial y del ámbito económico. También expresidentes, como José Ramón Bauzá, ahora eurodiputado de Ciudadanos; el expresidente del Parlamento autonómico, Pere Rotger; o la delegada del Gobierno en las islas, Aina Calvo. Entre los representantes del mundo económico, el CEO y presidente de Melià Hotels International, Gabriel Escarrer.
Como cada año, los Reyes también invitaron a los jóvenes que obtienen las mejores notas en las pruebas de la PBAU y a los ganadores de los Premios Ramón Llull y de las Medallas de Oro de la Comunidad y miembros del mundo de la arquitectura, el ámbito científico y colectivos sociales.
También estaban representados el mundo de la música, el cine, las artes, la moda, como el diseñador Pablo Erroz; y el deporte, con la asistencia este año del Palma Futsal, equipo campeón de la UEFA Champions League de Fútbol Sala, entre otros.
Fotos: Fotonoticias