Los tips de Juliana Awada para tener tu propia huerta desde cero – GENTE Online
 

Los tips de Juliana Awada para tener tu propia huerta desde cero

Los tips de Juliana Awada para armar tu huerta desde cero
Paso a paso, la exprimera dama brinda los mejores consejos para empezar a cosechar frutas y vegetales ya sea en un jardín, en el campo o hasta en el balcón de un departamento. Herramientas, ideas y recursos para producir y consumir productos saludables hechos en casa.
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Consecuente con su idea de llevar una vida sostenible desde hace varios años, Juliana Awada (50) asegura que una de las claves que la ayudó a cambiar sus hábitos es armar su propia huerta. "Hacerlo requiere abrir la percepción con el entorno para aprovechar todo lo que la naturaleza nos brinda", explica la exprimera dama, quien siempre le consulta todo a Carlos, su jardinero.

"En cada temporada, me guía en el proceso de remover la tierra y juntos repasamos las épocas para cada cultivo y hacemos los cuidados básicos de riego y poda", comparte la esposa de Mauricio Macri. Otra de sus referentes en relación al contacto con la tierra, suma, es la paisajista Clara Billoch, quien le transmitió "de manera simple y práctica muchas de las técnicas que hoy aplico en el jardín".

La “vida lenta” de Juliana Awada
“Es muy importante consumir Vitamina C. Es el antioxidante más popular y más potente. Lo encontramos en cítricos y vegetales como perejil, cilantro, ajíes, pimientos y tomates”, aconseja la exprimera dama de la Nación.

Juliana Awada y los secretos de su huerta

“Es sumamente gratificante cosechar lo que uno siembra, y consumirlo es una alegría enorme. La huerta es pura energía, nos renueva y nos invita a conectarnos con nuestra vida interior”, señala. Como sabemos, su huerta es uno de sus lugares en el mundo. Y producir los alimentos que consume le abre la posibilidad de ir un paso más allá en la búsqueda del bienestar.

La huerta de Juliana Awada
La huerta de Juliana Awada, donde no faltan las hojas verdes. Entre sus favoritas, lechuga, rúcula, acelga y espinaca. Aconseja: "Es mejor ubicar las hortalizas de fruto, como el tomate, en la zona más soleada, mientras que las de raíz, como el rabanito o la zanahoria, se pueden adaptar a un sector intermedio".

Cuando era chica, su hermana más grande vivía en una quinta en Ingeniero Maschwitz: esa fue la primera vez que tuvo contacto con una huerta. “También había gallinas que daban huevos frescos y cocinábamos en el horno de barro”, rememora.

Esos recuerdos, que sigue teniéndolos muy presentes, hace que quiera pasarles esa experiencia a sus hijas Antonia Macri y Valentina Barbier (fruto de su relación con Bruno Barbier). ¿Cómo comenzó con su huerta? “Primero empecé con dos cajones que armé en el jardín de la quinta de Los Abrojos: ahora tengo muchos más”.

Juliana Awada cosechando un limonero
Juliana Awada, en acción, cosechando un limonero. Otra de las postales de su libro Raíces, donde asegura que la huerta es una de las actividades que más comparte con su hija Antonia: "Son momentos que despiertan la imaginación y la curiosidad de los más chicos, pero también los acercan a valores más profundos: el cuidado, la dedicación, la paciencia y el respeto al medioambiente".

En un comienzo, lo hizo con algunas aromáticas, para luego sumar lechuga, rúcula, acelga y espinaca. “Hoy también cultivo rabanitos, zanahorias, tomate cuando es la época y algunas otras verduras de estación”.

Una cosa que adora es tener cerca macetas con hierbas para usarlas frescas en sus preparados. A su cosecha, en el último tiempo también añadió distintos frutales: limoneros, naranjo, higuera y ciruelo. Además armó su propio gallinero y hasta un invernadero, uno de sus verdaderos refugios.

“En cada cosecha tenemos la oportunidad de aprender un poco más sobre la naturaleza y todo lo que nos brinda”, sostiene la también diseñadora y escritora.

Allí prepara plantines, guarda todas las herramientas del jardín y le gusta armar arreglos florales. Y es una disciplina que también le hereda a sus hijas. “La huerta es una actividad familiar que permite inculcarles a los más chicos el valor de la tierra y todo lo que proviene de ella”, indica.

Al hecho de llevar una vida saludable, asegura, es importante sumarle coherencia: “Estar en consonancia con la naturaleza”. Por eso, en su casa siguen “la regla de las tres R (reducir, reciclar, reutilizar) y tratamos de incorporar mejores hábitos: no usamos bolsas de plástico, sumamos una compostera para generar abono y reducir los residuos orgánicos, devolviéndolos al suelo”. Por último, enumera: “También reutilizamos envases”.

La "vida lenta" de Juliana Awada
La "vida lenta" de Juliana Awada, en contacto con la naturaleza. Además de trabajar en su huerta, una de las cosas que más disfruta es hacer meticulosos arreglos florales.

Pasos para “hacer tu huerta desde cero”, según Juliana Awada

¿Qué hay que tener en cuenta para hacer nuestra propia huerta?

  • Definir el espacio

“La llegada de la luz es muy importante al momento de elegir dónde vamos a ubicar la huerta, fundamentalmente porque es un factor que no podemos alterar. Por eso, conocer cómo y cuándo llega el sol a los distintos rincones nos ayudará a determinar el lugar más conveniente. También la incidencia del viento, temperaturas y humedad”.

El kit de jardinería de Awada, y otro de sus tips: "Siempre me aseguro de que las herramientas queden limpias y secas, para que no se oxiden. Si usamos tijeras o algún otro elemento de corte, es importante desinfectarlos porque si estuvieron en contacto con algún hongo o bacteria puede propagarse a otras plantas".
  • Preparar el suelo

“Antes de sembrar, necesitamos aflojar la tierra para evitar que se compacte y contar con un suelo bien nutrido: incorporar abonos y mantener su materia orgánica para ayudar a aumentar la retención de agua. En esta instancia, y durante el mantenimiento de nuestra huerta, compostar es una muy buena opción para generar abono natural".

Los indispensables que enumera Juliana Awada para trabajar la tierra. Infografía de su libro Raíces
Los indispensables que enumera Juliana Awada para trabajar la tierra. Infografía de su libro Raíces.
  • Elegir los cultivos

“Será una decisión en función del espacio disponible, las condiciones y, fundamentalmente, lo que nos gusta en base a nuestra alimentación. Al momento de plantar las semillas es importante tener en cuenta qué especies se puede asociar para contribuir a su mejor desarrollo y optimizar el espacio”.

Rabanitos, uno de los vegetales favoritos en la huerta de Awada. En la foto cosechados por sí misma. "Cada vez más gente se entusiasma con tener su propia huerta y es un deseo que podamos realizar más allá del espacio disponible: en el fondo de casa, con algunas macetas en el balcón, patio o terraza", comparte con ánimos de contagiar la práctica.
  • El riego adecuado

“No todas las especies precisan la misma cantidad de humedad de forma constante. Existen múltiples sistemas de riego que se adaptan a cada necesidad. Si el espacio lo permite, el riego por goteo es una opción que ayuda a una distribución lenta y uniforme del agua. En mi caso tengo este sistema, y además uso la regadera de mano o la manguera, especialmente en verano”.

El contacto con la tierra es una de los momentos favoritos de Juliana Awada
El contacto con la tierra es uno de los momentos favoritos de Juliana Awada.

Cómo hacer una siembra indirecta

"Una de las tareas que realizo en el invernadero es la preparación de los plantines, agregando semillas en las placas que luego se convertirán en los primeros brotes de una nueva especie. Es una dinámica que requiere organización y ciertos cuidados específicos", advierte Juliana.

Y continúa: "En primer lugar, necesitamos contar con un buen sustrato, que sea liviano y con características particulares para este tipo de trabajos de jardinería. Entre sus beneficios, sembrar de manera indirecta nos permite ir siguiendo en detalle la evolución de nuestros cultivos.

La “vida lenta” de Juliana Awada
La “vida lenta” de Juliana Awada, entre su huerta y la cocina saludable.

6 pasos para hacer siembra indirecta

1- Una vez que contamos con las bandejas o plugs, rellenamos cada compartimento con el sustrato, que debe estar algo húmedo. Es importante no apretarlo, así se mantiene suelto.

2- Colocamos las semillas. Si decidimos ubicar semillas de distintas especies en el mismo plug, es importante que las cataloguemos con algún tipo de marcador para recordar dónde están y en qué fecha fueron sembradas, para poder calcular el tiempo de trasplante.

3- Cubrimos las semillas con una capa de sustrato, siempre teniendo en cuenta su tamaño. Si son muy grandes, lo mejor es, antes de colocarlas, hacer un hueco pequeño y recién ahí agregar dos o tres semillas. Al final, regar con algún pulverizador o regadera.

En la mesada de su invernadero, Juliana Awada transplanta algunas de sus cosechas desde plantines hasta su huerta.

4. Una vez listas las bandejas, las colocamos en el lugar donde permanecerán hasta su germinación y posterior trasplante. Yo suelo desplegarlas en la mesada del invernadero, un espacio práctico para su cuidado.

5- Para que comiencen a germinar es fundamental el riego para mantener la humedad. Lo ideal es hacer riegos cortos y frecuentes, siempre con pulverizador.

6- De acuerdo con el tiempo que haya pasado desde que sembramos o la cantidad de hojas que podamos ver (en general son dos pares), son varias las señales que nos indican que podemos sacar nuestras plantas de la bandeja para que sigan creciendo en un recipiente más grande o directamente en la tierra de la huerta.

Opciones fáciles para comenzar la huerta y todos los cuidados para cada estación

  • Si nos animamos a comenzar la huerta con hortícolas, las aromáticas siempre son una buena opción. Se adaptan muy bien a las macetas, lo que nos permite cultivarlas en cualquier espacio. Eso sí, cuando están en un recipiente tenemos que controlar que drene bien el agua para que las raíces no se ahoguen.
  • Sumar a distintas preparaciones algunas hierbas de nuestra propia huerta transforma cualquier comida sencilla en un plato especial: cortar el romero para acompañar un pollo al horno, o separar unas hojas de albahaca fresca para sumar a una salsa de tomates. Algunas de las aromáticas que incorporo en distintas preparaciones son: menta, cilantro, perejil, salvia, orégano, romero, tomillo y albahaca.
  • Una receta infalible, el pesto de albahaca. El famoso "pesto genovés" lleva aceite de oliva, sal, parmesano, nueces y albahaca. Para prepararlo, primero lavamos y secamos bien las hojas de albahaca con una servilleta de papel, presionando despacio para no romperlas. Agregamos todos los ingredientes en un recipiente y procesamos hasta lograr la consistencia deseada.
La huerta de Juliana Awada
"En cada temporada la naturaleza se transforma y vive procesos distintos: el esplendor de la primavera con las brotaciones, los colores tan particulares del otoño, el descanso frente a las heladas del invierno y el impacto del sol en el verano. Para acompañar estos cambios es importante que sigamos algunas pautas de cuidado que nos ayuden a mantener nuestra huerta, jardín e incluso las macetas del balcón en condiciones", recomienda Awada.
  • Otoño. Es un buen momento para plantar herbáceas que florezcan durante el invierno y la primavera, hacer resiembra de césped, ir disminuyendo la frecuencia de riego y podemos trasplantar árboles y arbustos de hoja caduca y almacenar los tubérculos de plantas estivales.
  • Invierno. Es la época ideal para podar plantas y arbustos, podemos planificar cambios en el jardín para la próxima temporada, y hacia los últimos días poco a poco vamos aumentando el riego y la fertilización para la llegada de la primavera.
  • Primavera. El césped crece más rápido y requiere cortes semanales. Además, necesitamos regar más seguido pero debemos evitar hacerlo cuando haya pleno sol. Con el florecimiento de la naturaleza, llegan las plagas: pueden aparecer pulgones, arañuelas, babosas o caracoles. Por otro lado, es el momento clave para incorporar el compost sobre la superficie del suelo y antes de que llegue el verano podemos hacer trasplantes si alguna especie necesita un contenedor más grande.
  • Verano. Nuestras plantas y cultivos necesitan más constancia en el riego. Para ayudar a mantener la humedad podemos colocar mulch, pinocha o alguna cobertura en la tierra. También debemos sacar ramas viejas, podar, limpiar y desmalezar. Si existen, es momento de corregir los desniveles del césped y podemos aprovechar a guardar semillas y sembrarlas el próximo año.

Fotos: gentileza Penguin Random House

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