La princesa Leonor culminó con broche de oro su gran día con una íntima fiesta privada en el Palacio de El Pardo donde consiguió reunir a toda su familia, hecho que no se producía desde la boda de sus padres, los entonces príncipes de Asturias, que en unos meses se cumplirán 20 años.
Todo estaba preparado para que luego del acto institucional y el almuerzo con las autoridades y la familia real española, a eso de las 20.30 horas, los invitados empezaran a llegar al Palacio de El Pardo.
Según trascendió, los reyes Felipe y Letizia organizaron una velada informal, de tipo cóctel, para celebrar el 18 cumpleaños de su hija mayor. Una fiesta muy alejada de las cenas de gala o eventos fastuosos con los que se solía festejar la mayoría de edad de los príncipes herederos al trono, pero que terminó muy tarde a la noche.
Del rey Juan Carlos a Irene Urdangarin: todos los invitados a la fiesta de cumpleaños de Leonor que pusieron en jaque a Letizia Ortiz
Si bien Doña Letizia se preocupa mucho por dar una imagen de familia feliz y unida, aunque se supo que envió expresamente las invitaciones a todos los clanes Borbón, Urdangarin y hasta a la familia que tiene en Grecia por parte de su suegra Sofía, hay quienes señalan que, muy en el fondo, la madre de Leonor esperaba el desplante de varios miembros de la familia con los que no tiene buena relación: su suegro y las hermanas de Felipe VI, las infantas Elena y Cristina.
Sin embargo, el rey Juan Carlos fue uno de los primeros en llegar. El rey emérito no pudo estar en el Congreso de los Diputados para evitar polémicas, pero no dudó en acompañar a su nieta en este día tan especial.
No obstante, según comunicaron medios españoles, no todo fue alegría para el abuelo de Leonor, ya que, el emérito tiene terminantemente prohibido pisar el palacio de la Zarzuela, lo que lo obligó a abandonar la fiesta antes de tiempo y poner rumbo a Londres donde pernoctó antes de volver a Abu Dabi.
Por su parte, las infantas Elena y Cristina, quienes muy elegantes accedieron al recinto en una furgoneta donde también se encontraban Froilán, Irene y Miguel Urdangarin. Los grandes ausentes fueron Victoria Federica, quien no dudó en hacer pública su felicitación a Leonor, y Juan Urdangarin, que no pudo viajar a Madrid por motivos profesionales. A quien tampoco se vio acceder a palacio fue a Pablo Urdangarin, aunque no se sabe a ciencia cierta si estuvo o no, debido a la gran despliegue de seguridad que se montó en las inmediaciones del recinto, que hizo casi que imposible el trabajo de los fotógrafos y la prensa.
Las sorpresas que dejó la cena privada de Leonor de España
Una vez terminada la cena, la prensa que montó guardia a las afueras de El Pardo pudo dar fe de algunos de los asistentes a la velada. Sobre esa línea, se pudo ver a Letizia Ortiz conduciendo con su hija Sofía de copiloto y, en el mismo auto, la sorpresa fue Ana María de Grecia, invitada especial que dejó una de las significativas imágenes de la fiesta de Leonor.
Es que, a la reina de Grecia no se la veía en España, al menos de forma pública, desde hace años. Aunque llamó la atención su presencia, se debe recordar que la relación que tiene con la reina emérita Sofía es muy estrecha, y el vínculo de los Borbón con la familia real griega sigue siendo cercano.
Tal y como especificó luego la prensa, la viuda del rey Constantino viajó junto a su hija Alexia en un vehículo, mientras que su yerno, Carlos Morales, llegaba a palacio en una furgoneta roja acompañado de sus hijos.
Asimismo, hubo representación de la familia real de Bulgaria, con estrechos vínculos con la española, ya que Konstantin es el padrino de bautismo de la infanta Sofía. También hubo representación de los Borbón-Dos Sicilias, los Gómez-Acebo o los Zurita.
Una reunión familiar casi inédita que juntó a los clanes Borbón, Grecia, Zurita, Gómez-Acebo, Ortiz y Rocasolano, cuya velada, por ahora, se mantuvo bajo total hermetismo.
