A casi tres años desde que el príncipe Harry (38) y Meghan Markle (41) abandonaran Reino Unido para llevar una vida privada alejada de la realeza británica y del núcleo familiar en el que no se sentían a gusto –según sus propias palabras–, hoy el divorcio de los Duques de Sussex parece ser inminente.
Tras varias semanas de especulaciones sobre los indicios del fin del amor entre Harry y Meghan, al parecer los royals se encuentran en el punto más álgido de las negociaciones para sellar una ruptura legal. Según trascendió, la exactriz estadounidense habría presentado una serie de cláusulas que son condiciones excluyentes para firmar la disolución del matrimonio.
Markle busca asegurar su independencia financiera y garantizar un futuro cómodo para sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet Diana. Por lo que habría planteado una demanda económica de al menos 80 millones de dólares como requisito para firmar los papeles.
Además, la duquesa también estaría decidida a obtener la custodia total de sus hijos, manteniendo así un control absoluto sobre su crianza, lo que los alejaría de la familia real británica y de sus futuras responsabilidades como príncipes.
Un punto que complicaría todo tipo de acuerdo, porque, como bien se sabe, el príncipe Harry abraza muy fuerte la paternidad y no estaría dispuesto a separarse de sus hijos. De hecho, fuentes cercanas al royal aseguran que los pequeños príncipes son la causa por la que él sigue permaneciendo al lado de su esposa.
Otras polémicas cláusulas que Meghan le impondría a Harry para firmar el divorcio
A su vez, otra de las cláusulas que aseguran generó una gran tensión en el proceso de divorcio es el título de duquesa de Sussex, el cual Meghan Markle parece querer retener a toda costa. Cabe señalar que para la exactriz, ser duquesa representa un símbolo de reconocimiento y estatus, y no estaría dispuesta a renunciar a este título nobiliario.
De este modo, Meghan podría seguir el ejemplo de la siempre polémica Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, quien conserva su título de duquesa de York a pesar de haberse divorciado del hermano de Carlos III en 1996. Aunque, convengamos que ambos mantienen una estrecha relación de amistad, hasta el punto de compartir la tutela de algunas de las mascotas de la difunta reina Isabel II.
El mal momento profesional y económico que atraviesa Meghan Markle
Según trascendió recientemente, la duquesa de Sussex perdió contratos de millones de dólares con grandes empresas y se encuentra en apuros para poder mantener su patrimonio. Por tal motivo, la actriz estaría buscando regresar a las pantallas.
Hace varias semanas trascendió la noticia de que Spotify decidió no renovar el contrato con la duquesa de Sussex para una segunda temporada de su podcast Archetypes. Incluso, uno de los ejecutivos más importantes de la empresa acusó al matrimonio real de estafadores ya que, según denunció, Meghan no era quien hacía las entrevistas y sólo editaba su voz.
Tras conocer la noticia del fin del contrato, la pareja real la recibió como una bomba, dado el caso que esperaban el pago millonario que habían pactado, pero que no obtuvieron por completo por los desacuerdos de la empresa musical con su comportamiento. Actualmente, el matrimonio se encuentra en la búsqueda de nuevos proyectos para generar ingresos.
Según la revista Vanitatis, la exactriz quiere retomar su profesión y podría llegar a aparecer en una película romántica. Esta decisión surge luego de que se hayan instalado rumores que aseguran que Netflix sólo quiere trabajar con el príncipe Harry ya que no encuentran relevante la participación de Meghan.
Si bien, de momento, ni el hijo menor de Lady Di, ni Meghan Markle se pronunciaron para hacerle frente a estos rumores que perjudican su reputación, el sólo hecho de que la duquesa quiera regresar a las pantallas podría costarle su puesto en la realeza, ya que por norma protocolar no puede trabajar en la TV.
Los motivos que hacen dudar a Harry de pedir el divorcio
Muchos dicen que el divorcio de los Duques de Sussex es inminente. Hay quienes aseguran que el príncipe Harry se aferra a una sola cosa para evitarlo o posponerlo: sus hijos.
Según Paul Burrell, el príncipe Harry siempre quiso ser padre, por lo que estaría evitando el divorcio, ya que, para él sería “prematuro” separarse de sus hijos Archie y Lilibet.
“Creo que él querría quedarse (...) para ver crecer a sus hijos. Porque si deja esta relación ahora perdería a sus hijos, porque ella los mantendría en Estados Unidos y él no los vería”, declaró Burrel.