Una de las contradicciones básicas de la pareja es casi nadie perdonaría una infidelidad pero casi todos quisiéramos ser perdonados si fuéramos infieles. En estos últimos días, el tema de la fidelidad, los pactos de pareja y el poliamor han sido analizados, evaluados y juzgados por los panelistas de televisión luego de un acontecimiento puntual en Gran Hermano: Sabrina Cortez habría engañado a su novio con Alan Simone, otro participante del programa.
Si bien Alan -el último eliminado del programa- no confirma que hayan tenido sexo y repite frases del estilo: "Los caballeros no tienen memoria", la realidad es que los jugadores dieron el consentimiento a cámara mientras estaban en la cama. De hecho, luego de que este momento tan íntimo fuera televisado, Brian Fernández -pareja de Sabrina- compartió un extenso y contundente comunicado en sus redes mostrándose bastante molesto por la actitud de su novia en Gran Hermano.
Consultado sobre la infidelidad y sus contradicciones, el doctor Walter Ghedín, psiquiatra y sexólogo, expresó: "Para ciertos temas la frase “del dicho al hecho hay un trecho” se ajusta con precisión. Y si bien la congruencia entre decir y actuar puede ser una postura de vida, somos humanos y las emociones hacen flaquear las más firmes convicciones. Muchas veces no somos fieles a lo que creemos y frente al hecho consumado evaluamos diferentes respuestas".
"Cuando hablamos de fidelidad, el pensamiento y la actitud de “no perdonar” se diluye en esperanzas y acuerdos para continuar juntos, afrontando la crisis. Hoy en día la infidelidad se enfrenta de diferentes maneras, quizá más flexibles a la hora de reflexionar y de rehacer el nuevo contrato vincular", asegura el especialista y de alguna forma explica la actitud del novio de Sabrina.
"Si algo se mantiene constante es la angustia, la bronca, la decepción y el dolor que provoca el hecho. El malestar apunta no solo hacia la traición cometida por el otro, también se dirige hacia uno mismo, con reproches, con preguntas varias sobre el grado de responsabilidad que cabe, por descuido, por haber desoído algunas señales, por no haber hecho caso a la intuición o a cierta corazonada que no llegó a convertirse en verdadera sospecha. Porque la angustia y la crisis involucra a las dos partes de la relación", continúa el psiquiatra.
"Aunque uno suele decir: “la culpa la tiene quién cometió el acto infiel” es casi imposible no pensar (en el silencio del dormitorio) qué factores personales pudieron incidir en el acto. Hablo de reflexiones, de pensamientos, de emociones que uno guarda para sí, porque la manifestación de las mismas podría llevar a la creencia de que la responsabilidad es compartida (y de esta manera atenuar la acción infiel), por eso se calla para el otro, aunque resuene en el interior como una evaluación válida a la hora de pensar en profundidad la infidelidad", explica Guedín.
"Hoy existe una mirada más comprensiva sobre la infidelidad", asegura el especialista
El doctor Walter Guedín asegura que hoy existe una mirada más comprensiva y reparadora de la infidelidad. "No hablo de consentir, aguantar o mera resignación pero hoy la comunicación entre las partes del vínculo es más abierta que antaño, cuando las mujeres tenían que aceptar que "los hombres por ser machos son más sexuales y se les banca sus deslices fuera del hogar”, frases que solían repetir las abuelas"
"Hace algunas generaciones atrás no existían medias tintas para estos temas: las más sumisas se resignaban, las más audaces los echaban del hogar resistiendo las críticas de hijos y otros familiares que no acordaban una decisión tan contundente, aunque mediara la humillación y la violencia de género. Los tiempos han cambiado las respuestas y aunque la angustia sea la misma, hoy las parejas reconsideran el hecho de perdonarse".
"Es clave aceptar las contradicciones en una pareja"
"La contradicción que surge entre la convicción “no perdonar la infidelidad” y “si yo lo hiciera me gustaría ser perdonado” se basa en la diferencia que media entre una norma moral e incuestionable y las acciones humanas que surgen dentro de un contrato vincular donde las acciones no están regladas por “lo que está bien o lo que está mal” sino por conductas que se ajustan o no a lo pactado, y que en caso de romper con el acuerdo, merecen ser evaluadas a la luz de un contexto mayor que comprende la reflexión personal y la historia del vínculo de pareja", considera Guedín.
A lo mejor, en el caso de Sabrina y Brian, la decisión que tomen en el futuro estará evaluada y analizada bajo el contexto de que la infidelidad ocurrió en el marco de Gran Hermano y el encierro que conlleva el programa. Tal vez, en este caso, lo pactado por lo pareja fue darse algún "permitido" aunque no fuera lo habitual entre ellos durante los 8 años que llevan en pareja.
"Es clave saber que los argumentos que aparecen en caso de infidelidad son varios e incluyen el temor a no volver a confiar, a descubrir que la pareja es un desconocido que induce a estar alerta, a la mirada crítica de los demás, a padecer la soledad y la carencia de recursos económicos", contúa el especialista.
"Es fundamentalmente entender y aceptar que las contradicciones son parte de la vida humana y que podemos salir de la postura: “no voy a ceder ni un ápice perdonar” y considerar que “si yo lo hiciera desearía que el otro comprendiera y me perdonara”. Aclaro: la humillación, la dominación, el control, la violencia, no se negocian. Hablo de situaciones de infidelidad como transgresión al acuerdo de fidelidad, no de aquellas relaciones que reproducen actos de violencia", concluye el doctor Guedín.
Asesoró: Doctor Walter Guedín, psiquiatra y sexólogo
