Hace casi un año que el príncipe William y Kate Middleton se mudaron a Adelaide Cottage, una residencia ubicada en Windsor Great Park. Se trata de un parque real de casi 2000 hectáreas situadas en el sur de la ciudad de Windsor, en el condado de Berkshire, en el Reino Unido.
Aunque los príncipes de Gales mantienen su hogar y oficinas en el Palacio de Kensington, así como también su su casa de campo de Anmer Hall, en Norfolk, parecen haber encontrado su morada perfecta.
Según aseguró el Daily Mail, William y Kate tienen predilección por Adelaide Cottage, que es ideal para que los nietos del rey Carlos III, los príncipes George, Louis y Charlotte, tengan contacto y disfruten de la naturaleza.
El inmueble tiene cuatro dormitorios originales que fueron construidos en 1831 por Sir Jeffry Wyatville. Además parte de su encanto reside en la cabaña que fue originalmente una casa de té para la reina Adelaida. Pero esta casona no es famosa por su diseño sino por el escándalo que encierra.
La escandalosa historia de Adelaide Cottage
Adelaide Cottage fue usada por el personal real así como por amigos de la familia en los últimos años. Ubicada en una zona privilegiada de los terrenos de Windsor, fue construida en 1831 como un refugio para la esposa de Guillermo IV, la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen.
El lugar también se convirtió en la propiedad favorita de la reina Victoria, que adoraba desayunar allí. Pero sin duda el residente más famoso que tuvo Adelaide Cottage fue el capitán Peter Townsend, cuyo romance con la princesa Margarita causó todo un escándalo nacional.
Según narran los historiadores, Adelaide Cottage fue testigo de un escándalo real en las décadas de 1940 y 1950, cuando era el hogar de Peter y Rosemary Townsend. Él era el escudero personal o asistente del rey Jorge VI, y de él se enamoró la princesa Margarita que era quince años menor que él.
Townsend y la joven princesa vivieron un romance no tan secreto que quedó expuesto durante la coronación de la Reina Isabel II en 1953. Se cree que su historia de amor comenzó mucho antes de que los Townsend se divorciaran en 1952. Este escándalo aparece reflejado en la serie The Crown, un clásico de Netflix.
Cómo es Adelaide Cottage
Esta casona se renovó en 2015, aunque la Familia Real británica optó por conservar el porche delantero original del siglo XIX y los cuidados jardines, que ahora tienen casi 200 años. Si bien la residencia tiene una puerta de seguridad separada, nunca ha sido fotografiada públicamente desde adentro.
Se sabe que cuenta con cuatro dormitorios, una sala de descanso, una habitación para el servicio y muebles de la antigua casa de campo real.
A su vez, la propiedad todavía conserva características originales de su construcción: una chimenea de mármol greco-egipcia y un dormitorio principal con un techo abovedado con delfines dorados y adornos de cuerda reutilizados del yate real Royal George.