Estrellas de Hollywood como Megan Fox, Dua Lipa, Hailey Bieber y Bella Hadid han revalorizado el uso de las prendas en crochet en el último año. A nivel local, figuras argentinas como Tini Stoessel, Franco Masini, China Suárez y María Becerra se han plegado a la tendencia y han causado sensación con particulares prendas tejidas.
Ahora la nueva figura que revitaliza el fetiche por el crochet es la artista colombiana Karol G, quien se ha vuelto un radar de tendencias. Especialmente por su particular estilo caribeño, tanto en sus looks como en el concepto de su música.
En sus últimos posteos y trabajos la cantante colombiana dejó claras las tendencias que viene imponiendo para atravesar este verano: el mermaidcore y el crochet.
Con un conjunto de crochet de dos piezas en tonos rosas y lilas en degradé, que contrastaba perfectamente con su cabello en clave fantasy, la intérprete de Bichota causó furor en Instagram ante la mirada de sus 64 millones de seguidores. Hasta el momento, el posteo superó los 4M de Me Gusta y los halagos son incontables.
La evolución de las prendas en crochet
Este último tiempo se ha visto cómo, algo que comenzó en tops y carteras, se ha ido complejizando en hermosos vestidos con diferentes tramas y los diversos materiales que hoy se ofrecen para hacer tejidos. Como el look de dos piezas en total pink que lució Megan Fox en el Lollapalooza Argentina este año.
Ante el furor de la moda en crochet que se ha ido intensificando en el último tiempo, GENTE habló con una emprendedora de 64 años dedicada a esta técnica artesanal, quien remarcó: "Hay desde sedas hasta hilos finos o con lentejuelas que permiten tejer en alta costura y diseñar modelos únicos e irrepetibles en crochet".
Tras ser consultada sobre el valor de esta técnica para la confección de prendas de verano, Noemí Prokopec, dueña de la marca Prokopova, explicó: "Es ideal para el verano, primero por su diseño, predominando los calados que dejan entrever los trajes de baño por debajo de la prenda. Por otro lado, por los materiales: en su mayoría son algodones o fibras muy finas, algunos rústicos como el macramé o el hilo peruano, que son frescos, ideales para el verano e hipoalergénicos".
Y aseguró: "Permiten que en la playa o en la pileta estés bien vestido, reemplazando en muchas ocasiones el tradicional pareo y, ante una leve brisa, estés abrigado. Tiene una doble función: estar cómodo y elegante".
Por otra parte, la mujer criada en Lomas del Mirador contó que los tiempos de trabajo varían según las prendas, el grosor del hilo y el diseño de la trama. "En diseños que son más elaborados, con cambios de colores y dibujos realizados en distintos puntos, se lleva más tiempo. Una bikini, por ejemplo, se puede realizar en medio día de trabajo y allí en adelante se calcula, según la cantidad de material y el punto a realizar, lo que te puede llevar", apuntó.
Si bien la confección de estas prendas es 100% artesanal, Claudia Noemí Prokopec hace un análisis y señala que aún "no está valorada como debiera ser". No obstante, se espera que durante el resto de la temporada la tendencia cobre aún mayor notoriedad, y que fans, emprendedores y adeptos empiecen a buscar a estas "tejedoras" para pedirles prendas hechas a mano que van desde exclusivos bikinis y pilusos a maxi sweaters, crop tops y chalecos.