Gonzalo Erize, el Tony Robbins argentino – GENTE Online
 

Gonzalo Erize, el Tony Robbins argentino

El argentino es coach ejecutivo. En el año 2014 logró salvar la vida de un niño a punto de morir en la jungla Laosiana y a partir de ese día su vida cambió para siempre y las de cientos de personas con las que trabajó a lo largo de estos últimos diez años. En una charla con GENTE, contó cómo es trabajar con líderes de todos lados del mundo.
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Gonzalo Erize nació en Lincoln, Provincia de Buenos Aires. Hoy trabaja con líderes, empresarios, políticos, deportistas y oficiales de la ONU de todos lados del mundo. Sus clientes lo describen como un coach que logra resultados en tiempos récord. 

En una charla con GENTE, Erize comentó más sobre su vida e inicios, qué proyectos está llevando adelante y qué le depara en un futuro cercano.  

Gonzalo Erize.

"Gonzalo es un loco por el potencial humano y lograr resultados radicales en las personas. Es un apasionado por despertar, sacar y explotar lo mejor de cada uno para que lleguen donde quieren llegar. Extraigo lo mejor y más fuerte de cada persona. Lo expando, lo hago fuerte e inquebrantable para que sientas que tienes un cimiento inamovible para enfrentar lo que sea. Esto es lo mío", explica el coach a modo de presentación.

-Gonzalo, contanos un poco sobre vos. 

-Mis más de 10 años como executive coach me han llevado a poder decir que todo puede cambiar en sólo un instante, en un minuto. Quizás hasta en un segundo. Una situación, un problema y hasta una vida pueden cambiar radicalmente en un instante. Cuando te das cuenta de qué estás hecho y desatas todo tu poder, en ese instante, en ese momento, tu perspectiva sobre tu listado de problemas y desafíos cambia radicalmente. Cuando conectas con una nueva identidad más poderosa que estaba dormida dentro tuyo y la traes al juego, ves el mundo de otra manera y en ese momento todo es posible. 

-¿Algunas historias de cambio que te gustaría contar?

-Desde personas que querían casi matarse, que no encontraban sentido a su vida y que hoy viven felices y alejados completamente de la depresión, hasta deportistas que no creían poder volver y de repente son la estrella del momento. Políticos que creían que su carrera estaba acabada me llamaban para "resucitar" la situación y terminaban ganando las elecciones enfrentando a contrincantes muy conocidos en su ámbito. Empresarios con todo en contra. y cuando digo todo, es todo lo que te puedas imaginar; con la empresa casi en bancarrota, lograron ser líderes en el mercado. Oficiales de la ONU que trabajaban en los lugares más crudos del mundo, que veían a diario lo peor del ser humano y que no encontraban sentido a su trabajo, hoy sienten que nunca podrían dejar de hacer lo que hacen, empresarios de primera línea que renunciaron y no sabían para donde arrancar, hoy tienen su propio negocio. Socios de empresas y equipos con años de distanciamiento e impacto negativo en la compañía, terminan haciendo las paces y avanzando en una misma dirección.  

-¿Cómo definirías tu trabajo?

-Mi trabajo es ese lugar en el que encuentro que puedo impactar de manera directa en una persona o equipo. Amo el impacto. Amo ver como las personas despiertan, desatan, avanzan con todas sus fuerzas y alcanzan lo que quieren. No soporto ver cuando alguien que sé que puede con algo que parece imposible o difícil, se queda bloqueado y no avanza. No lo puedo permitir. Muchas veces me toca hacer lo necesario en lugar de lo conveniente. pero no me importa, no te vas de mi lado sin sentirte que podes. Amo con todo mi ser lo que hago. No es pasión mi trabajo. Mi pasión es el deporte. El amor es más fuerte que la pasión. Es corazón lo que pongo en cada encuentro con cada persona, ejecutivo, deportista o dueño de empresa. 

-¿Con qué tipo de clientes trabajas? ¿Cómo son?

-Cada día es algo diferente con mis clientes. Los empresarios, deportistas o políticos con los que trabajo no son de traer lo mismo todos los días. Yo me centro mucho en los resultados. Busco que se lleven resultados, no sólo una mera conversación de catarsis. Cada día es distinto y hay que estar a la altura de las circunstancias. Son personas que están a cargo de equipos que van desde 100 personas a casi 5000. Manejan presupuestos que van desde los 7 millones por año a 400 millones. Tengo clientes en más de 15 países. Afganistán, España, Italia, EEUU, México, Uruguay, Chile etc. Te imaginarás que todo es distinto cada día. Yo estoy listo para cada uno de ellos. Trabajo mucho en mí, me formo con los mejores a nivel mundial como Tony Robbins para darles lo mejor de lo mejor y que lleven resultados concretos de las sesiones.

Son personas que quieren más de la vida, más de algo. Personas que están buscando un siguiente nivel en sus trabajos, relaciones. No están infelices con su realidad pero tampoco conformes. Quieren progreso y necesitan de alguien que les haga ver lo invisible, lo que no pueden ver por sí solos. 

Gonzalo Erize, un ejemplo de emprendedurismo.

-¿Cómo haces para lograr estos cambios tan llamativos y en tan poco tiempo?

-Dos cosas: trabajo en mí principalmente. Mi principal impacto en las personas, es mi energía. Estudiar y tener conocimiento y estrategia del coaching es sólo el 10% de la cuestión. Para mí la energía que el coach trae al encuentro con el cliente y el estado de "estoy listo para ti" lo es todo. Busco que se sienta la energía de "podemos con cualquier cosa" en cada encuentro que tenemos. Sólo eso, si sólo eso, cambia el abordaje y perspectiva sobre lo que el cliente traiga en la sesión. El estado de energía se expande y es adoptado por la persona que uno tiene enfrente. Piensalo de esta manera. Frente a un problema, situación o desafío, el principal condimento que hace que uno pueda con algo, es creer y sentir en todo el cuerpo que podrás. Si crees y sientes lo contrario, estás frito desde el inicio.  Lo primero que hago es poner a la persona en un estado en el que se sienta listo para hacer frente o resolver lo que trae, pero yo lo traigo primero siempre.

Segundo, enfoco las sesiones en resultados, en "qué quieres"  y no en "qué pasa" o "cuales son los problemas". El problema es parte del problema. Y tiene que tomar no más del 15 % de la sesión detectarlo y definirlo. A las personas les encanta quedarse aquí. Necesitan que uno entienda sus problemas, se sientan comprendidos y escuchados. Lo cuál está bien. Pero no por más de 10 minutos. 

Mis clientes saben y me eligen porque a las sesiones se viene a resolver. Busco progreso. Busco que se logre ver el siguiente paso adelante y se ejecute. Cada persona tiene su propia "caja de herramientas" interna. Muchas veces usan sólo una herramienta y con esa pretenden solucionar todo. Yo me encargo que accedan a todas y usen la más conveniente para el momento. 

-¿En qué consiste tu enfoque? ¿Cómo se diferencia del resto?

-Mi enfoque está centrado en cerrar el gap que existe entre dónde estás y dónde querés ir. No me quedo mucho tiempo reparando en que sentís o las emociones de turno. Busco y elimino los patrones, pensamientos, estados de ánimo y todo lo que sea que se encuentre en ese gap para cerrarlo. Entiendo que este approach muchas veces requiere de hacer lo necesario en lugar de lo conveniente, lindo y agradable. El tema es que el empresario o el deportista que necesita dar vuelta una situación en algún momento clave, en una sesión o lograr nueva perspectiva sobre un asunto importante no puede perder tiempo en cosas que atrasan cómo charlas eternas de sentimientos y emociones. Quieren y necesitan un "turn around inmediato". 

Mi enfoque radica en los resultados específicos que la persona quiera obtener y no en resolver "lo que pasa". Mi enfoque está dirigido en acondicionar la mente de la persona con lo necesario para cerrar la distancia entre dónde se encuentra y dónde desea estar. Está dirigido en el fortalecimiento de la persona, su elevación, su mindset. 

-Trabajas con muchos líderes, ¿qué consejo le darías a alguien que busca mejorar sus habilidades de liderazgo?

-Que trabajen sobre su poder de influencia. La influencia es el skill para mover equipos, hacer que las cosas pasen, levantar un muerto o lograr un cambio de perspectiva instantáneo en las personas. Soy un fiel creedor que tu compañía llega al límite del poder de tu influencia. He visto empresas y líderes que me traen las mejores estrategias, o entendimientos del mercado superadores, pero no logran nada con eso. Repito, tu expansión cómo líder llega hasta el nivel de su influencia. 

Un líder lo que debe hacer por sobre todas las cosas es influenciar el pensamiento, emociones y comportamientos de su equipo interno, stakeholders. gobierno y hasta de sus enemigos. La influencia es la que te salva de una situación límite, permite a una organización conseguir lo que nadie consigue y hasta tomar el mejor personal en situaciones económicas adversas. 

Segundo, que trabajen en ellos mismos, en su ecuanimidad. En su interior. Quién toma control de sí mismo, puede estar a cargo de las situaciones, problemas o cambios. Y sentir de que uno está a cargo y que puede con lo que sea, porqué puede consigo mismo, es la mejor de las fortalezas. Venga lo que venga podrá con ello. Uno no sabe qué puede pasar, pero saber, sentir y verse listo, te da una sensación de fortaleza y certeza inquebrantable. 

Erize y la experiencia que le cambió la vida.

-Tu lema es llevar a los ejecutivos a que se conviertan en "ejecutivos elite" ¿Podes expandir este concepto?

-Un ejecutivo elite es el que trabaja en sí mismo. Es el que toma control de lo que piensa, siente y hace. Un ejecutivo elite es el que busca ser mejor para que su equipo sea mejor. Un ejecutivo elite es el que acciona y no reacciona. Un ejecutivo elite es aquel a quien no le entran las balas porque sabe muy bien quien es. Un ejecutivo personifica los estándares y valores de un equipo para que otros sean y hagan en consecuencia. 

El crecimiento personal de un líder está directamente relacionado con los resultados de su equipo o compañía. El principal freno o el principal recurso de expansión de tiene una empresa es la psicología del líder. La psicología del líder es el 80 % del resultado. El otro 20% es mecánica y estrategia. El ejecutivo elite trabaja toda su vida en su interior. Se fuerza y busca nuevas maneras de pensar, busca nuevas perspectivas. Pide que le hagan ver sus puntos invisibles para ver lo que está viendo. Y sobre todo sabe y entiende que solo no llegará a ningún lado. Sabe y entiende que no puede ser objetivo con uno mismo. Por eso conoce que es necesario tener a alguien al costado que lo acompañe a su siguiente nivel. 

-¿Cuándo comenzó esta carrera por llevar a personas a un siguiente nivel o que logren lo que creen imposible?

-En el 2014 tuve que salvar la vida de un niño de 11 años que no conocía en Laos. Lo vi al costado de un potrero de fútbol, en una aldea escondida en la jungla. Su vida corría peligro y en el momento que lo vi, dejé mis vacaciones de placer a un lado y me embarqué en la odisea de mi vida por salvar su vida. Con todo en contra, con absolutamente ningún recurso a la mano y haciendo lo que nunca creí que podría hacer, se salvó. Pero déjame decirte lo que me salvó a mí en esos momentos. "Mi diálogo interno" Lo que yo me decía a mi mismo hizo que avanzara y lograra cosas que para la razón eran imposibles. Nunca dejé de tomar control de ese diálogo conmigo mismo. "Adelante, sigamos" "Hora de levantarse" "Ya va a llegar" "Lo vas a lograr" "Sos una bestia" "Tu puedes" "Lo vas a lograr". Este es el poder máximo que una persona puede tener ante cualquier cosa. Ser poderoso en el interior mueve cualquier montaña. 

Gonzalo Erize escribió un libro de su experiencia en Laos.

-¿Y cómo siguió todo luego de ese episodio?

-Me di cuenta de quién era. Y cuando te das cuenta de ello, VES al mundo de una manera muy distinta. Todo lo que hagas fuera de tus límites, eleva y expande tu identidad. Tu identidad es "quien sos". Cuando haces algo que creías imposible, ya no sos el mismo. Te elevaste y tus posibilidades se expanden también. Tu percepción de lo posible se expande contigo. Y gracias a este efecto en mí, fue que continué viajando por el mundo salvando la vida de niños en situaciones extremas, adversas y que a la luz de la razón, eran imposibles de dar vuelta. Me adentré en Filipinas por un año con el único objetivo de salvar la vida de una niña que tenía sus ojos a punto de explotar. Los malnacidos de sus captores le pegaban con palos en la cabeza dejando su cráneo hecho un desastre. Pero yo tomé "el imposible" y junto a un grupo increíble de personas le salvamos la vida. A ella realmente no le quedaban más de dos años de vida. 

Experiencias extremas como estás me formaron y me dieron el cimiento para entender que todo lo decidís adentro tuyo. No importa que hay afuera. No se trata de con cuántos recursos contás, sino de cuan fuerte seas adentro. Depende de tu diálogo interno. Toma control de tu diálogo interno y serás una máquina de hacer posible lo imposible. 

-¿Algún consejo que le darías a personas que quieran empezar coaching?

Si. Todos los grandes del mundo hoy tienen un coach. Todos hoy tienen ese espacio y saben lo importante, diferenciador y elevador que es. No hace falta que te sientas infeliz, mal, triste o estancado para beneficiarte del coaching. En mi caso, hace falta que seas distinto, que quieras más en la vida y quieras extraer lo mejor de vos para lograr lo que quieras. 

La distancia entre lo posible e imposible es 80% mental y yo me ocupo de cerrar esa distancia.

Gonzalo Erize, coach ejecutivo

Desde la odisea por salvar la vida de un niño al otro lado del mundo hasta el trabajo que realiza hoy en día, sin dudas el talento por ver y destacar lo mejor de cada persona es una constante para Gonzalo. Para conocer más sobre su dinámica, se lo puede contactar a través de su WhatsApp corporativo: +34 604408912.

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