La historia de vida de Kito Rojas: su trabajo con importantes figuras internacionales y la pérdida de su gran amor – GENTE Online
 

Es argentino, trabajó para Madonna y Ricky Martin y cuenta su historia de vida: "Cumplí mi sueño"

Kito Rojas es ambientador y diseñador. Armó los primeros looks de Miranda, guió a Fito Páez y acompañó hasta el final a Fernando Peña. También se enamoró, pero vivió una trágica pérdida.
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“Yo tuve la bendición de haber conocido verdaderamente el amor… Infelizmente él falleció hace un año en un accidente”, expresa conmocionado Kito Rojas (55) en diálogo con Revista GENTE. Aunque revela que, a pesar del dolor, actualmente está trabajando en un nuevo proyecto en honor a quien fue su pareja. 

Kito nació en San Luis y a los 18 años decidió venir a Buenos Aires a cumplir sus sueños. Hoy, a 37 años de llegar a la ciudad, el ambientador y diseñador textil se hace un espacio en su ajetreada agenda para repasar su carrera y recordar su trabajo con gran cantidad de figuras. 

Kito Rojas trabajó con importantes figuras nacionales e internacionales.

Los comienzos de la carrera profesional de Kito Rojas

-Cuando llegaste a Buenos Aires, ¿qué hiciste?

-Empecé a estudiar Diseño y Moldería. Hacía vidrieras y después empecé a trabajar en una disco que se llamaba El Dorado, que fue un lugar increíble… Yo era chico, tenía 19 años, pero mis maestros vieron que tenía ciertas capacidades para el arte y después de eso empecé a hacer mis propias cosas.

-¿Cuál fue tu primer trabajo importante?

-Mi primer trabajo grande fue en Galerías Pacífico, cuando se armó el primer árbol de Navidad. Recuerdo que también hicimos un montaje para el 9 de julio, con unas escarapelas de dos metros de diámetro, ubicadas en lo alto, un delirio.

-¿Cuándo comenzaste con el diseño de indumentaria?

-Ahí empezó un poco toda esta seguidilla de hacer ropa… Primero empecé por lo que era el tema de la moda, pero lo que yo hacía era demasiado color, era para una banda de música, no era comercial. Hacía un mix, una cosa medio urbana, entre modelos y desfiles, gente común, como si fuera una especie de Benetton en ese momento.

Los comienzos de Kito Rojas como diseñador.

-Hoy te dedicas a la ambientación… ¿dejaste de lado el diseño de indumentaria?

-Sí, lo dejé. Lo último que hice fue un vestuario de Mora Godoy, hace miles de años. También hice la imagen del grupo Miranda cuando recién empezaron. Les armé la imagen y los vestí durante mucho tiempo. Todos los pibes vestidos con telas de lurex. 

El vestuario que diseño Kito Rojas para Miranda en sus comienzos.

-¿Qué recuerdos tenés de tu trabajo con Miranda?

-Me acuerdo un momento, en que yo trabajaba haciendo la ambientación de las galas de GENTE, y me acuerdo que Miranda tenía un show en Viña del Mar y se extravió el vestuario. Entonces, nosotros habíamos generado unos almohadones para una gala de GENTE, que eran de color oro, y desarmamos todos los almohadones y generamos el vestuario del cantante.

Ale Sergi, vestido por Kito Rojas.

El recuerdo de Kito Rojas sobre su trabajo con gran cantidad de figuras nacionales e internacionales

-Así como con Miranda, ¿trabajaste para otros músicos?

-Si, he trabajado para varios músicos, como con Fito Páez y varios músicos de esa época. Inclusive, tuve la suerte de armar el camarín cuando vino Madonna por primera vez. Fue un regalito. Cumplí un sueño.

-¿Cómo fue trabajar para Madonna?

-La realidad es que nosotros no teníamos contacto. Pero me dijeron que ella había comentado que fue el mejor camarín que le habían hecho en Latinoamérica. La vimos, la saludamos, le preguntamos si le gustó, y dijo ‘nice’ (lindo), no mucho más que eso. Pero la verdad que fue súper lindo.

-¿Fue con la única figura internacional que trabajaste?

-No, también trabajé con Ricky Martin por ejemplo, en un marco de unos recitales que armaba el Gobierno de la Ciudad, que nos contrataron para hacer los camerinos. 

Kito Rojas trabajando en el show de Ricky Martin.

-Trabajaste con Fernando Peña, ¿cómo fue tu experiencia?

-Durante 5 años hicimos mucho teatro, un tipo súper generoso, talentoso, increíble, muy educado y respetuoso. Jamás me levantó el tono, jamás estuvo en desacuerdo, siempre lo charlamos, lo negociamos. Era un tipo muy agradecido y generoso. De hecho, muchas de las prendas de su vida diaria las realizaba yo, aparte del vestuario.

-¿Cómo viviste su muerte?

-Fue muy triste cuando murió, porque yo hacía un poco de enfermero, entre comillas, como cuidar que tomara la medicación en el horario… Cosas que no podés mirar para otro lado porque te conmueven. 

Uno de los vestuarios que diseñó Kito Rojas para Fernando Peña.

-¿Con qué otras figuras trabajaste?

-También hice un par de cosas para Gustavo Cerati. Con José María Muscari hicimos una obra, ‘Desangradas en Glamour’, que fue un fracaso. Pero fue un fracaso porque la gente no entendía lo que Muscari quería comunicar, porque es un tipo que tiene una cabeza increíble, una cabeza majestuosa que hay que seguirle.

-¿Hay alguna figura con la que no volverías a trabajar?

-Con Sofía Gala tuve una linda experiencia, no así con su madre (Moria Casán). Me llamaron para hacer unas cosas en Ideas del Sur y la verdad que no tuve buena experiencia con ella. Con ella no trabajaría. Igual tal vez la agarré cruzada en esa época. Pero imagínate, Moria para mí era como "wow"… por todas las fantasías que ella generaba, y la verdad es que me llevé un golpe en la trompa. Estuvo como reticente, yo le hice un par de chistes y me miró, como "¿qué está diciendo?". Entonces fue raro.

-¿Es con la única figura que tuviste mala experiencia?

-Sí, fue con la única persona… Fue como un sabor a poco, no es que hubo una discusión, que me faltó respeto, sino que la noté una mina fría y poco cariñosa. Otra cosa me imaginaba. Porque por ejemplo, trabajé con Susana, para los musicales, y ella fue diferente. Lo de Moria fue como querer encontrar algo que… Pero yo creo que la debo haber agarrado con algún problema, porque todos mis amigos me dicen que es una mina muy inteligente.

Los distintos trabajos que tuvo Kito Rojas en su carrera profesional

“Desde que llegué acá nunca paré de trabajar, siempre trabajé. Nunca tuve un tiempo, siempre trabajé y me ocupé de que todo funcionara”, afirma Rojas, al hablar de su vida profesional.  

-¿Cuál crees que fue el trabajo más difícil?

-Todos los trabajos tienen siempre un problema. Pero, el evento, como es único e irrepetible, es en el momento y no tenés backup, es una locura. El trabajo está planteado para que se haga en un tiempo récord, lo cual es un gran desafío.

-Como por ejemplo…

-Yo tenía que hacer los 40 años de la Revista GENTE. Tenía un asistente que se confundió y cuando teníamos que armar la gala, no teníamos el personal de armado. En un lapso de lucidez, uno de mis asistentes me dijo "llamemos a una empresa de fletes que tenga cargadores", porque necesitábamos gente para que hiciera todo el descargue de muebles. Por suerte salió todo increíble, se resolvió, pero en ese momento pasa una situación de nervios que es fatal.

-¿Ahora seguís con tu trabajo de ambientador?

-Sigo haciendo interiorismo y ambientaciones de eventos sociales y corporativos. He hecho muchas cosas, he trabajado para Mercedes Benz. También tenemos lo que es la parte social, que son por ejemplo los 15 años, que es un momento súper único e irrepetible, donde se necesita mucho tacto y compromiso, porque tenés que acompañar y también meterte en la piel de ellos. En realidad, independientemente de que sumemos ideas, nuestra magia es materializar lo que el otro quiere ver. Eso lo aprendí trabajando en teatro y en televisión.

El trabajo de Kito Rojas con distintas marcas.

-¿Tenes algún deseo pendiente en cuanto a tu vida profesional?

-Mi sueño es hacer una colección de hombres. Me encanta, pero es algo que lleva mucho tiempo. Me gustaría volver a mi etapa de diseñador, como un broche, armar una colección de hombre. A mí me gusta la cosa más urbana, mezclada con la sastrería, con la buena calidad, los buenos géneros. Comunicar un poco lo que pasa, la actualidad. Pero la realidad es que a mí me encanta hacer corporativo, tiene su magia, lo manejo súper bien, y por otro lado está el social, que también es un desafío. 

"Me gustaría volver a mi etapa de diseñador", sueña Kito Rojas. En la foto, un diseño que le hizo a Tortonese.

La vida sentimental de Kito Rojas

La vida laboral de Kito se cruzó con la sentimental, ya que conoció el verdadero amor con Nicolais Nahuel Olivera Bayarres y juntos comenzaron un proyecto. Según contó en diálogo con Revista GENTE, el emprendimiento era una casa de descanso en la sierra de San Luis, pero reveló: “Infelizmente él falleció hace un año. Seguí adelante con el proyecto para honrarlo”.  

-¿Qué le pasó?

-Tuvo un accidente y falleció en Uruguay. 

-¿Cómo era él?

-Mi expareja era un ser increíble. Yo tuve la bendición de haber conocido verdaderamente el amor. Una cosa genuina, donde se encuentran dos personas que se necesitan, uno es el bastón del otro. Le agradezco al universo que me lo haya cruzado en la vida. Era un ser completamente de luz, un tipo super inteligente.

-¿Qué te enamoró?

-A pesar que nos llevábamos muchísima diferencia de edad, era como un alma vieja, nos conectábamos desde lo espiritual, desde la necesidad de que el otro se conectara sin obligarse. Tu media naranja, era la persona que me completaba, mi bastón y yo su bastón. Un amor así, hermoso, puedo decir que lo viví.

"Yo tuve la bendición de haber conocido verdaderamente el amor", asegura Kito.

-¿Les fue fácil aceptar su sexualidad?

-Mi novio no era como yo, yo tenía un poco las cosas más claras. Él tenía 27 años y vivía en Maldonado, un pueblo en Uruguay donde  todo es más chico y hay una cosa de represión. En Maldonado nacés, la noviecita, el hijo y se te terminó la vida, no tenés otra proyección. La pasó mal, luchamos mucho, tiene que ver un poco con esa lucha de acompañar a alguien a definirse, a que las cosas queden claras. Se murió asumido como homosexual, con una pareja gay, feliz.

-¿Falleció siendo aceptado por su familia?

-Aceptado por su madre y sus hermanos. Después la familia es medio rara… Lo importante es que él amaba a su madre con desesperación, una devoción que tenía por su madre, increíble. Por suerte yo me llevo muy bien con la madre. 

-Contame un poco más de cómo fue su relación

-Hay personas que no viven el amor. Era una cosa de que no necesitábamos nada, que cada uno sabía perfectamente el lugar en el que estábamos. Él era uruguayo y este año se iba a venir a vivir acá para empezar una vida juntos. Yo iba mucho a Uruguay, por trabajo, pero no estaba todo el tiempo ahí. La verdad es que estos dos años me los pasé más en Uruguay que en Argentina. Fueron dos años juntos a la distancia y no tan a la distancia porque estaba mucho en Uruguay. 

Kito Rojas estuvo muy enamorado de su expareja Nicolais Nahuel Olivera Bayarres, quien falleció un año atrás.

-¿Desde que falleció volviste a Uruguay?

-El año pasado no fui porque no podía con mi alma y decidí hacerme a un costado para atravesar el duelo. Pero la realidad es que me quiero ir a vivir a Uruguay, es mi segunda casa… Nicolais fue una persona increíble, la realidad es que fue una cosa hermosa, de crecimiento, porque el amor te hace generar proyectos. 

-¿Qué proyectos tenían?

-Teníamos tantos proyectos… De hecho, pensamos esta idea de armar Magdalena Home, y yo seguí adelante con el proyecto para honrarlo.

-¿De qué se trata este proyecto?

-Queremos hacer… queríamos hacer una casa de descanso. Yo lo estoy llevando adelante, con un desayuno típico, un lugar lindo para descansar. Está en un lugar que se llama Luján de San Luis, un pueblo que tiene 12.000 habitantes, cerca de Córdoba. Un lugar divino, mágico, encantador. Así que, yo estoy con ese proyecto.

Magdalena Home, el espacio que está creando Kito Rojas en San Luis.

-¿Cómo surgió esa idea?

-Fue una idea mía y como él era carpintero y sabía un montón de números, habíamos pensado en armar esta casa. Falta todavía para inaugurarla, yo creo que tengo para un año más… es que realmente la quiero poner linda. La idea es que vos vayas un fin de semana y en el lugar te sirvan un desayuno típico y te lleves una mermelada de naranja, que es típica del lugar, que haya paseos y cosas sugeridas. Un lugar de descanso, tranquilo, con una linda deco del estilo rustic, muy cómoda… Es un lugar chico, que puede contener a seis personas cómodas.

El proyecto que Kito Rojas comenzó con su expareja y lo siguió para honrarlo.

-Mirando hacia atrás, ¿qué le dirías al Kito joven que está llegando a Buenos Aires, sobre todo lo que se le va a venir?

-Mirá, en este momento lo aplaudo, porque la verdad que a mí lo que me ha salvado en esta vida fue haber tenido conducta. Porque estuve millones de veces en lugares sórdidos, donde había muchas drogas y demás, y siempre el saber que al otro día tenía que estudiar o trabajar, fue lo que me salvó. Y la realidad es que me ayudó mucha gente, yo escuché mucho a gente que sabía… Era un niño y siempre me abrazaron, me acariciaron y me cuidaron. Crecí siempre en mi camino, lo que me salvó fue la conducta, si no creo que no estaría vivo, la realidad es esa.

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