Desde aquel 5 de febrero pasado, cuando se conoció que el rey Carlos III había sido diagnosticado de cáncer, sin entrar en más detalles sobre el tipo de tumor maligno que sufre el soberano, de 75 años, mucho se especuló sobre la gravedad real en la que se encuentra el monarca.
Bajo ese marco, este lunes, en medio de una visita al Museo de Vuelo del Ejército en Middle Wallop, Hampshire, donde el rey entregó a su hijo William el título que, durante varias décadas, había ejercido, el de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército, hubo un momento que no pasó desapercibido, en el que Su Majestad reveló accidentalmente un fuerte efecto secundario que padece por su tratamiento de quimioterapia.
Es que, después de que saliese a la luz la noticia del estado de salud de Carlos de Inglaterra, el hijo de Isabel II y Felipe de Edimburgo empezó un tratamiento pionero, menos invasivo y especializado que otros, para hacer frente al cáncer.
Cuál es el efecto secundario que padece el rey Carlos III por su tratamiento de cáncer
Desde entonces, han pasado tres meses y, ahora, el esposo de Camilla Parker Bowles compartió además algunos detalles inéditos sobre el tratamiento que está recibiendo por su enfermedad.
Todo sucedió durante una conversación con Aaron Mapplebeck, veterano del ejército británico y sobreviviente de cáncer, quien comentó que había padecido un cáncer testicular cuyo tratamiento de quimioterapia le había hecho perder el sentido del gusto.
Una secuela que el monarca confirmóque también había padecido con su tratamiento, que comenzó el pasado mes de febrero.
Efectos secundarios de la quimioterapia
De manera general, la mayor parte de las personas que reciben tratamiento con quimioterapia acostumbran a experimentar ciertos cambios en su cuerpo, según señala la Asociación Española contra el Cáncer.
Esto se debe a que la “mayoría de los fármacos que se emplean en el tratamiento quimioterápico están diseñados para poder destruir las células mientras se dividen”, explica la institución. Sin embargo, en este proceso también se ven afectadas las células sanas, cuya destrucción da lugar al desarrollo de los efectos secundarios.
Según la asociación, estos dependen del tipo de quimioterapia que vaya a recibir el cuerpo, pero los más frecuentes son las náuseas y vómitos, pérdida del apetito, caída del cabello (alopecia), propensión a las infecciones y cansancio.
Por qué se pierde el gusto en la quimioterapia y los problemas que puede desencadenar
En cuanto al tipo de secuela que padece el rey Carlos III, la alteración del gusto “se suele producir por daño directo a las papilas gustativas situadas en la lengua y en el paladar”, explica la organización.
En este sentido, los pacientes “perciben una disminución en el sabor de determinadas comidas o un gusto metálico o amargo de las mismas, sobre todo con los alimentos ricos en proteínas como la carne y pescado”.
Según la Asociación Española contra el Cáncer, afirma que este síntoma suele desaparecer semanas después de haber finalizado el tratamiento de quimioterapia. Sin embargo, la modificación del gusto “puede favorecer que el paciente deje de disfrutar de la comida o que esta incluso pueda resultarle desagradable, contribuyendo a la falta de apetito y pérdida de peso”.