Desde su ingreso a la familia real, Meghan Markle (43) ha sido una referencia de estilo indiscutida. No hay dudas de que su enfoque minimalista pero sofisticado logró inspirar a miles.
Con su regreso a la pantalla de Netflix (With love, Meghan; una serie de cocina y jardinería) y con la venta de productos de mermeladas, tés y galletas (bajo su marca As Ever), la duquesa de Sussex protagoniza un nuevo capítulo en su vida fuera de la realeza.
No sólo se afianza como influencer de contenido casi tradwife, sino que hasta comenzó una nueva oportunidad en el universo de la moda, que más adelante develaremos.
Ya sea en sus estilismos, como en los looks que ofrece en su nueva faceta, la cuñada de Kate Middleton volvió a ser noticia por su devoción por los detalles y por haber hecho una declaración de estilo a través de sus uñas, que son verdadero furor.
Se trata de su última elección en manicura, denominada “Montecito Mani”, que está captando la atención de los expertos en beauty y críticas de moda.
La "Montecito Mani": El nuevo clásico de Meghan
En su reciente aparición, Meghan llevó una manicura que equilibra a la perfección la naturalidad con el lujo. Y anoten: se trata de una combinación de dos esmaltes de CND: "Satin Slippers" y "Romantique", que juntos crean un acabado rosa pálido traslúcido, con un brillo sutil que aporta frescura y refinamiento.
Una elección que responde a una tendencia creciente en el mundo de la manicura: el lujo silencioso. Atrás parecen quedar las uñas gelificadas, maximalistas y llenas de estridencias y adornos con las que figuras como Rosalía o Kylie Jenner dominaron las redes sociales no hace tanto. Más allá de que las modas son cíclicas, el regreso a la elegancia natural (y también a la “vida lenta”) se posiciona como un verdadero contrapunto.
Lujo silencioso: la nueva tendencia en uñas para 2025, el minimalismo que eligen las tradwives
La "Montecito Mani" de Meghan encaja a la perfección dentro de una de las tendencias más fuertes en manicura para 2025: el minimalismo lujoso. Esta corriente apuesta por uñas impecables, con tonos neutros y acabados suaves, que transmiten sofisticación sin necesidad de excesos.
Marcas de alta gama como Chanel, Hermès, Dior, OPI y más han reforzado esta tendencia en sus recientes colecciones de esmaltes, apostando por tonos nude, rosas empolvados y beige con acabado glossy. Las uñas bien cuidadas y con mantenimiento bajo, con formas ovaladas o almendradas, refuerzan la idea de un look depurado y atemporal.
Claro está, también se alinean a un “deber ser” más que uniforme: las uñas perfectas de esas “esposas tradicionales” que cocinan tortas y panqueques a toda hora y que no tienen brecha para equivocarse y no encantar.
El efecto Meghan: Cómo influye en las tendencias de belleza
En 2018, cuando asistió a los British Fashion Awards, llevó una manicura en tono oscuro, alejándose de los tonos claros tradicionalmente asociados con la realeza británica. Ese gesto marcó un cambio en las reglas no escritas del protocolo real y abrió camino a que otras figuras públicas experimentaran con estilos más personales.
Ahora, con la "Montecito Mani", Meghan refuerza su influencia en el mundo de la belleza al alinearse con una tendencia global que valora la naturalidad por sobre la ostentación. Su manicura se convierte así en un símbolo de lujo discreto, una corriente que también se está viendo en otras áreas de la moda y el make up.
Tradwives y el retorno al glamour clásico
Las uñas net, como la “Montecito Mani” de Markle, representan un giro estratégico en el lenguaje del lujo. En un momento en el que la estética maximalista y los diseños llamativos dominaban el terreno de la manicura —vinculados al poder, la autoexpresión sin límites y la apropiación de códigos de moda urbanos— el regreso a una manicura casi imperceptible marca un cambio de paradigma.
El regreso de este tipo de manicura también se enlaza con una corriente más amplia: la resignificación del estereotipo de la “tradwife” (esposa tradicional), una mujer que, en medio de la oleada feminista y del hustle culture (cultura del esfuerzo laboral, donde el éxito se mide en horas trabajadas), reivindica valores de feminidad clásica.
La estética de las tradwives, que exalta la domesticidad refinada, el romanticismo y la feminidad “pulida”, encuentra en las uñas naturales un símbolo perfecto. Las manos cuidadas, con una manicura inmaculada pero sutil, refuerzan el imaginario de la mujer que encarna un ideal de gracia, suavidad y sofisticación.
Meghan Markle busca nuevos ingresos en la moda: su perfil influencer
La esposa del príncipe Harry está en plena búsqueda de reafirmarse como ícono de estilo, cueste lo que cueste. Ahora no solo viste impecable, comparte recetas y vende mermeladas sino que también capitaliza su influencia en la moda.
“Muchos me han preguntado y aquí lo tienen”, escribió el pasado 24 de marzo la duquesa de Sussex en Instagram, red en la que cuenta con más de 2,6 millones de seguidores. A ese anuncio lo acompañó con un link que derivaba a su perfil en Shop My.
A través de su plataforma, la duquesa de Sussex comparte recomendaciones de prendas esenciales que definen su estética atemporal: desde el infalible blazer estructurado hasta los vestidos camiseros en tonos neutros, Meghan consolida su marca personal basada en el effortless chic, la elegancia sin esfuerzo.
Su enfoque sigue la línea del quiet luxury, una sofisticación sin logomanía ni estridencias, pero con piezas de calidad y cortes impecables. Blusas de seda, pantalones sastreros y trenchs en tonos camel se convierten en pilares de su propuesta, apostando por un armario versátil y refinado.
La estrategia no es ingenua: Meghan sabe que su imagen genera impacto y que cada prenda que luce se convierte en objeto de deseo. Su transición de duquesa a influencer de lujo, promoviendo la moda consciente, la posiciona en un nuevo espacio, donde la moda es su vehículo de conexión con una audiencia global.
Fotos: archivo Grupo Atlántida, redes sociales y Shop My.
