Bizarrap volvió a dar cátedra, esta vez no desde su icónico estudio, sino desde las calles y pasarelas de París. En plena Fashion Week, el productor argentino con presencia global no solo asistió a los desfiles más exclusivos, sino que también se convirtió en tendencia gracias a un look que combinó con precisión su esencia urbana con toques de alta moda.
Fiel a su estilo low profile, Gonzalo Julián Conde —su verdadero nombre— apostó por un conjunto monocromático en azul navy, compuesto por una camisa manga corta y bermudas a tono. El conjunto no solo resalta por su sobriedad y elegancia minimalista, sino que además lleva un detalle sutil pero poderoso: el estampado embosado de Louis Vuitton en el bolsillo de la camisa y en la pierna del short, lo que confirma que la pieza es parte de una de las colecciones más recientes de la maison francesa.
El accesorio estrella del look fue sin duda su bolso Louis Vuitton modelo Keepall 45, uno de los ítems más deseados de la marca y una señal inequívoca del estatus que Bizarrap ha alcanzado en la escena internacional. El bolso, en su versión de lona Monogram en blanco y negro con herrajes en cuero natural, complementa a la perfección la estética sobria pero contundente del outfit.
Completó el conjunto con mocasines de cuero azul marino, también con monograma LV, y una cadena colgando del cinturón, que aporta un toque más street a la sofisticación general del look. En cuanto a los infaltables: la gorra negra con el logo dorado "BZRP" —sello de identidad del productor desde sus comienzos— y unos lentes de sol XXL con marco negro que consolidan su presencia misteriosa y cool.
Las imágenes, tomadas en las calles parisinas y en los pasillos del hotel donde se hospeda, muestran a Bizarrap en modo estrella global, pero sin abandonar su esencia. Elegante pero relajado, sobrio pero con guiños propios, el productor argentino logró destacarse en uno de los eventos de moda más importantes del mundo, donde las cámaras buscan siempre lo novedoso y lo disruptivo.
Su presencia en París no solo confirma su creciente influencia fuera del mundo de la música, sino que lo posiciona también como un referente de estilo para las nuevas generaciones. En un momento donde las figuras del mundo urbano pisan fuerte en la industria fashion, como Bad Bunny o Rauw Alejandro, el argentino demuestra que también puede estar al frente del radar, con un sello estético que combina precisión visual, coherencia de marca personal y una apuesta por el lujo silencioso.
Sin estridencias ni slogans llamativos, su look habla por él. Y en París, donde la moda se respira como el aire, Biza supo cómo dejar su huella.
