En Avenida Santa Fe al 1860, donde se emplaza el impactante edificio del Ateneo-Grand Splendid, en el pasado había una fábrica de carruajes. Sí, en Callao y Santa Fe se ensamblaban vehículos de madera y hierro que eran tirados por caballos.
Por supuesto, eso ya es historia, porque en 2023 se cumplió un siglo desde el momento en que comenzó a construirse el colosal edificio que actualmente se iza en el barrio de la Recoleta.
Cuando era un teatro con capacidad para 900 espectadores, el piso se encontraba inclinado a 45 grados. En la obra que se realizó en el 2000 (y que duró seis meses), se retiraron las butacas y el foso de orquesta, y se aplanó el piso. Además, debajo del escenario –por donde pasaban los actores y solían activarse las grúas–, se creó un patio de lectura infantil
100 años de historia
1903: En el año en que comenzó a construirse, celebró su apertura bajo el nombre de Teatro Nacional.
1919: Max Glucksmann, un inmigrante austríaco que llegó a la Argentina escapando de la Primera Guerra Mundial, adquirió el teatro, lo remodeló junto a los arquitectos Peró y Torres Armengol, y lo bautizó Splendid Theater. Sus puertas abrieron el 14 de mayo. En poco tiempo se empezó a divulgar boca en boca como “el teatro más lujoso de Barrio Norte”.
1923: Bajo su techo nació Radio Splendid, una de las primeras radios que emitió radioteatros en el país. Lydia Lamaison tuvo sus primeros pasos en el segundo piso. Más adelante, en los superiores funcionaría además el sello discográfico Nacional Odeon.
1924: Se celebraron conciertos y concursos de tango con la participación de Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Lola Membrives y Roberto Firpo (el mismo, en 1927, compondría el tango Grand Splendid). Muchos historiadores afirman que sobre el escenario, Glucksmann le enseñó a Gardel cómo darle más potencia a su voz.
1926: Con el estreno del clásico del cine mudo argentino Juan sin ropa, aquí se marcó la llegada del cine.
1929: El 12 de junio se exhibió La divina dama, la primera película sonora estrenada en Buenos Aires.
1964: El empresario Clemente Lococo adquirió el edificio y lo devolvió a sus orígenes teatrales.
1971: Con la comedia 40 quilates en la que actuaban Mirtha Legrand y Arnaldo André, el edificio se despidió del teatro.
1973: Volvió a ser un cine y continuó en funcionamiento hasta febrero del 2000.
2000: La librería más grande de Sudamérica, que tiene como padrino a Ernesto Sábato –uno de los grandes de la literatura argentina–, abrió sus puertas al público bajo el nombre El Ateneo-Grand Splendid en diciembre.
4 curiosidades arquitectónicas
La sorpresa de Vargas Llosa
“Acá viví de todo, pero no me voy a olvidar nunca de un domingo pre-pandemia”, arranca introduciendo una historia inesperada Juan Pablo Marciani (42), el vocero de prensa de El Ateneo, mientras posa delante del “punto exclusivo de Harry Potter”, antes de proseguir: “Era la semana de la Feria del Libro y la Capital Federal se encontraba inundada debido a una tormenta infernal. Era tal la lluvia, que de los cincuenta empleados de atención al público que trabajan diariamente acá, sólo habían podido llegar unos cuatro o cinco. Pasa que con el clima, a muchísimos visitantes de la feria se les ocurrió venirse para acá… ¡Era Jumanji!, todo el mundo quería entrar".
"En tal momento de locura alguien me dice ‘Juan, afuera hay gente de una embajada. Quiere hablar con vos’. Respondí ‘deciles por favor que ahora no, que no puedo’. Seguimos remándola, y hasta los guardias se pusieron a ayudarnos para atender al público. Pasado un buen rato, ya con más empleados en el local, me vuelven a decir que todavía había gente de una embajada queriendo hablar conmigo. Así que me di vuelta y vi que afuera, y paradito bajo la lluvia estaba Mario Vargas Llosa. ¡Era él quien quería conocer la librería!".
"Voy, me acerco a saludarlo, y me comenta: ‘Estoy fascinado. No lo puedo creer ni entender. Me sorprende la cantidad de chicos y de jóvenes esperando para entrar, como si se tratara del concierto de algún ídolo popular. ¡Y con esta lluvia! No sólo me maravilla y me asombra, me enorgullece. ¿Nos tomamos un café?’. Así que nos quedamos charlando con él, una de las mentes más brillantes de nuestro siglo, sobre la relación de los jóvenes y la literatura. Una relación que cada día es más estrecha, porque hoy por hoy los chicos de entre 12 y 22 años son los mayores consumidores de libros del país. Las redes se hicieron amigas de la literatura, porque aparecieron muchos influencers recomendando libros. De hecho, hay libros que nadie esperaba que sean un éxito editorial y se convirtieron en tendencias de consumo masivo, tratando temas controversiales como géneros, diferencias sociales o políticas”, cierra orgulloso Marciani.
Bambalinas de la época de oro
El telón bordeaux que divide la cafetería del anfiteatro está colgado desde hace casi un siglo en el mismo lugar, y es el mismo que se encontraba en tiempo de las grandes orquestas (delante del mismo se encontraba el foso) y de las obras de teatro exhibidas en la década del 20.
Detrás, listo para encontrarse con aquellos ojos que saben apreciarlo, surge el escenario en el que cantaron y actuaron grandes figuras nacionales, como Carlos Gardel y Mirtha Legrand. A un costado, el tablero de mando que se utilizaba para otorgar tensión a la parte lumínica del teatro y motorizar las escenografías.
Además, los curiosos que miran hacia el cielo, aún hoy pueden vislumbrar las roldanas de contrapeso que movían los fondos escenográficos y, detrás, el ingreso de luz natural. Eso se debe a que no hay nada encima de esa parte del edificio. En síntesis, cuando nos referimos al Ateneo Grand Splendid hablamos de una joya que nunca deja de brillar.
23 años de libros, encuentros y fantasía
No sólo es uno de los lugares más instagrameados del país, sino que también aparece en multiplataformas: está en las películas ‘Arrebato’ (2014) y ‘La ira de Dios’ (2022), y en decenas de comerciales. El más memorable, sin dudas, fue el de una empresa de telefonía celular que ingresó un camello en la tienda.
Es fiel a su pasado
El Museo de la Ciudad distinguió a la librería como “Testimonio vivo de la memoria ciudadana” por su historia y por haber mantenido su decoración y carácter original en la remodelación
Por Kari Araujo
Fotos Fabián Uset y Gentileza Silvana Sergio/Yenny El Ateneo
Búsqueda de archivo: Mónica Banyik
Agradecemos a Adolfo de Vincenzi, Juan Pablo Marciani, Antonela Gerosa y Jenkpress