"En CABA instalarán celdas-containers por la superpoblación en las comisarías", fue la noticia que trascendió en los últimos días y que automáticamente brindó una imagen curiosa para aquellos que quisieron imaginarlo.
Si bien esta es la primera vez que nuestro país se suma a algo así (y la gente ya casi que vislumbra carceleros uniformados caminando entre contenedores alumbrando la zona con linternas como si se tratase de una serie de suspenso), también es verdad que los containers han diversificado muchísimo sus funciones en los últimos años.
Los containers no son algo vintage
Hace 68 años –el 26 de abril de 1956– se utilizó por primera vez una de estas "mega cajas" rectangulares de 2,44 metros de ancho para realizar un transporte de mercancías entre las ciudades de Nueva York y Houston.
Desde entonces, sus creadores buscaron mejorar su recubrimiento interno –"para evitar la humedad"– y los twistlocks que se usan para poder engancharlos a las grúas, pero con el paso de los años se fue develando que estos muchas veces terminan siendo meros metales decorativos... Es que, lejos de las altísimas grúas, carecen totalmente de sentido.
La creatividad nacional se aprecia en nuestros containers
¿Sabías que la arquitectura que usa contenedores se llama "cargotectura"? Sí, ¡tiene nombre!, y nació gracias a la oportunidad que vio un visionario en el descarte de otros. Sucede la vida útil de un contenedor en el puerto es de entre 7 y 14 años; después de eso, para su uso "establecido", ya no sirven más.
Pero como la creatividad está a la orden del día, estos objetos metálicos se están convirtiendo en un elemento "moderno" de diseño y sustentabilidad.
GENTE recopiló la variedad de usos que los argentinos les estamos dando en nuestro país: