Hace varios años Flor Peña comenzó su historia de amor con el abogado Ramiro Ponce de León. Desde entonces ambos crearon un refugio campestre de lujo en una de las zonas más hermosas de Salta, provincia de la que él es oriundo.
Este hogar fue construido por ambos y es uno de los lugares preferidos del famoso matrimonio. Suelen utilizar esta casa para mini vacaciones y cortar la rutina de sus trabajos en la Ciudad. Además es uno de los sitios a donde suelen ir los hijos de la actriz a vacacionar con amigos.
Esta impresionante propiedad cuenta con una decoración simple y sobria. La residencia salteña está construida en medio de una montaña súper frondosa con vista a un lago.
Esta construcción está realizada en una misma planta, cuenta con 5 habitaciones con baños incluidos, cocina, baño y un amplio living comedor. Para hacerle honor a la impresionante vista, la casa es casi toda vidriada. De este modos, sus ocupantes pueden disfrutar del paisaje del exterior desde cada espacio interno.
Sin dudas uno de los sitios protagónicos de esta vivienda es la galería que bordea toda la edificación. Este es uno de los sectores más utilizados por toda la familia ya que desde ahí contemplan amaneceres y atardeceres únicos.
Este lugar especial cuenta con un diseño que se integra en la imponente naturaleza. El matrimonio optó por pisos de simil madera que combinan con las aberturas del mismo material. Además, tiene barandas de protección de caña ancha.
En uno de los rincones, Flor y Ramiro armaron un mini living exterior con un juego de sillones blancos y una hamaca colgante de hierro. La zona es ideal para relajarse, tomar algún aperitivo y disfrutar de largas horas de lectura como acostumbra la actriz.
El techo de la galería está hecho de cañas, lo que aporta un toque rústico, mientras que el mobiliario es de madera con líneas sencillas, combinando mesas largas con asientos confortables. Allí es donde esta familia suele desayunar, almorzar y cenar en las temporadas más calurosas.
La inmensa piscina, ubicada en medio del frondoso parque y con vista a la laguna es súper utilizada por toda la familia en la temporada primavera-verano. A su lado hay un sector de solarium ideal para tomar sol y disfrutar del día.
Una estatua de un Buda blanco en posición de meditación se encuentra al costado de la piscina de aguas cristalinas. Este tipo de objetos son agregados en lugares especiales para crear una atmósfera sagrada.
Este sector está rodeado de vegetación exuberante y árboles frondosos que hacen resaltar muchísimo la escultura. Esta figura crea un clima de calma y espiritualidad, convirtiéndose en el rincón ideal para la relajación o practicar meditación.