Según la psiquiatra y escritora española Marian Rojas Estape, la edad se puede medir según los telómeros, regiones de secuencias repetitivas de ADN situadas en los extremos de los cromosomas que, según explica, protegen nuestro ADN cuando las células se dividen. Le especialista sostiene que, con cada división, estas "puntas" se hacen un poco más cortas, y eso está vinculado con cómo envejecemos. En consecuencia: los telómeros son como nuestro reloj biológico y muestran nuestra edad. Aunque puede suceder que tengas 10 años y telómeros muy cortos, o 45 años y telómeros muy largos. Esto está vinculado con el estilo de vida: el estrés envejece e impacta sobre los telómeros.
En tiempos donde todo parece caótico, y el mundo está patas para arriba existen algunos secretos para que el camino de envejecer sea saludable y feliz. Porque más allá de los tiempos que corren en donde la mirada sobre el adulto mayor muchas veces es desde un lugar menos positivo, existen culturas donde los abuelos son venerados y cuidados y donde ciertos hábitos ayudan a pasar esos últimos años en equilibrio.
Mientras que el estrés y las situaciones traumáticas acortan los telómeros, las prácticas de relajación en forma rutinaria y sostenida a lo largo del tiempo (yoga, tai chi y chikung), la meditación, la respiración, el deporte, el agradecimiento diario, la alimentación consciente y saludable, la vida al aire libre (vitamina D), el disfrutar con un ser querido, rodearse de gente positiva, ser positivo, y el amor propio alargan los telómeros.
"Según como uno viva y cómo decida vivir su vida a lo largo de los años, activará el sistema simpático (alerta) o parasimpático (tranquilidad", explica Florencia Bondorevsky, experta en Neurociencia y Bienestar y creadora del método N.A.M. Y suma, antes de dar sus tips para alcanzar una vejez feliz: "Encontrar el equilibrio entre ambos a lo largo de la vida es el secreto más preciado para lograr una vida armoniosa".
¿Cómo lograr que los años te hagan sentir cada día mejor más allá del paso del tiempo?
Hacer deporte a diario con pesas: ejercitar 2 o 3 veces por semana con pesas aporta muchos beneficios a nuestra salud y a nuestra mente (no es necesario levantar mucho peso). Los estudios sugieren que esta forma de entrenamiento aumenta la producción de norepinefrina (noradrenalina), un neurotrasmisor que puede moderar la respuesta del cerebro al estrés. Asimismo, reduce los niveles de cortisol, siempre y cuando se haga de forma moderada. Genera endorfinas (hormona de la felicidad) y también ayuda a dormir mejor, porque estimula la liberación de serotonina, que permite aumentar los niveles de melatonina en el cuerpo, una hormona que interviene en la sincronización del ciclo natural del sueño y la vigilia. Se queman calorías durante y post entrenamiento y se fortalecen los huesos.
Mejora la salud del corazón. Se ajustará el peso y tipo de ejercicio según la edad. Cuánto antes comencemos y continuemos con este hábito durante el paso de los años, obtendremos cuerpos y telómeros más jóvenes que nuestra edad biológica.
Caminatas diarias: aumentan la energía, mejoran el estado de ánimo, ya que generan endorfinas (hormona de la felicidad), disminuyen el estrés y depresión, mejoran la capacidad cardiovascular, ayudan a controlar el peso, ya que se queman calorías junto con una alimentación acorde que acompañe, y fortalecen músculos y huesos.También pueden aumentar la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.
Alimentarte de una forma sana y fit: llevar alimentaciones del estilo mediterráneo, comer proteínas de buena calidad en todas las comidas. Comer muchas verduras y frutas de variedad de colores. Cuántos más colores mejor. Comer frutos secos. Comer hidratos de buena calidad. No consumir azúcares más allá de los propios de las frutas y verduras. Tomar mucha agua.
Vitamina D: exponerse al sol cada día (antes de las 8 am y luego de las 18 pm) de 30 a 40 minutos, para generar vitamina D.
Tomarse de 5 a 10 minutos diarios para hacer respiraciones profundas: consiste en inhalar por nariz (en 4 segundos) y exhalar por la boca/nariz (en 6 segundos) todos los días como parte de la rutina. Lo que permite conectarse con el presente de una forma consciente e ir calmando la mente. En momentos de mucho estrés son clave las respiraciones diafragmáticas (inhalar inflando el abdomen, y exhalar metiendo el abdomen para adentro) ya que permiten pasar de la zona estrés a la zona calma en unos pocos segundos.
Construir el hábito de meditar todos los días: está comprobado científicamente que la práctica repetitiva de la meditación ayuda a mantener la concentración en el presente y desarrollar la atención plena. Esto permite ir bajando la ansiedad y vivir más conectados con el presente. Conectarse con cosas bonitas desde la meditación da lugar a que la mente se vuelva más positiva. Al igual que ejercitamos nuestro cuerpo para que un músculo crezca, debemos ejercitar nuestro cerebro para que nuestro camino neuronal cambie y, de esta forma, nuestra mente se modifique. Una mente es feliz en la medida que a diario le damos contenido optimista. Conectarnos diariamente al meditar con lindos recuerdos de nuestra vida, por ejemplo, es una maravillosa forma de ejercitar nuestra mente de esta forma.
Repetirse el mantra: “Todo está bien, todo va estar bien, estoy bien”, mientras se inhala y exhala con respiraciones diafragmáticas. Reproducirlo durante 5 minutos para ir encontrando la calma y construir una mente más positiva en momentos de mucho estrés.
Agradecer a diario.
Escuchar música a diario.
Agradecemos a @florbondwellness