Vero Lozano es de esas personas que siempre te hacen sentir cómoda y "en casa". Relajada, espontánea y graciosa, bromea con los looks elegidos para el shooting de la tapa digital de GENTE -"voy a estar casi desnuda", susurra- mientras la maquillan, peinan y ella ofrece café para todos los que participan de la entrevista. "La verdad es que aunque dejé el modelaje hace años me divierte, cada tanto, hacer fotos. Jugar a ser sexy y atrevida para GENTE y, mucho más, cuando es con Chris Beliera, a quien conozco de toda la vida, hemos crecido y compartido tantos trabajos juntos", confiesa y ambos se ríen seguramente recordando alguna anécdota irreproducible.
-Algunas conductoras reniegan de su pasado de modelo, no es tu caso
-!No! !Yo disfruté mucho de esa época! Además, hoy puedo realizar esta producción con mi equipo de siempre que lo integran mi amiga Cristinita, que se ocupa de mi pelo como nadie, Anita y Mili -encargadas del estilismo- y Maly, la niña de la escuela de Betina que me maquilla. !Un gran trabajo en familia! Es lindo ésto de montarse y embadurnarse el cuerpo aunque después quede toda contracturada durante varios días. (Se ríe).
-¿A qué edad comenzaste a trabajar como modelo?
-A los 17 años y medio de casualidad, no fue algo que me propuse seriamente. A mi siempre me interesó tener independencia económica y, cuando me ofrecieron formar parte de la agencia de Ricardo Piñeiro, dije: "Genial, tengo mi laburo, mi plata y hasta puedo viajar". De hecho, a esa edad me emancipé de mis padres -ellos fueron súper comprensivos y me firmaron el permiso de inmediato- porque surgió mi primera campaña de Wrangler en Chile y obvio que acepté sin pensarlo dos vece. Asi comenzó una etapa súper vertiginosa e intensa porque había muchos desfiles en el interior del país: no parábamos un minuto.
-Muchas mujeres hoy recuerdan haber pasado experiencias de maltrato y abuso en esos famosos desfiles de los años ´90... ¿A vos te pasó?
-No, por suerte, jamás pasé una situación violenta y sé que a muchas colegas les ocurrió. Es 100 % real que en esa época te bajaban de la pasarela por no cumplir con los cánones de belleza del cliente en cuestión y te decían que tenías unos kilos de más sin que se les moviera una pestaña. Todo horrible. No sé... será que yo siempre fui muy flaquita, sin tetitas.... Bueno, la cuestión es que, en mi caso, fue una buena experiencia, la disfruté a pleno -era un gran momento para la industria de la moda en el que se hacían desfiles que eran mega shows- y debo haber trabajo 8 años como modelo porque a los 23 me recibí de Psicóloga y continué dos años más, aproximadamente.
-¿Y la competencia entre modelos? Pampita aún recuerda los codazos en la pasarela
-No quiero parecer careta y contarte un cuento de hadas pero te juro: yo no viví esa competencia descarnada que cuentan muchas modelos. A lo mejor tuve suerte, me tocó un grupo amigable. nosotros eramos como los chicos de Gran Hermano: ibamos juntos a todos lados y nos matábamos de risa en los desfiles de Giordano en Pinamar y Punta del Este. Con el tiempo empezaron a aparecer propuestas para hacer televisión, comencé a ir a los cástings y, de a poco, dejé las pasarelas pero tengo el mejor de los recuerdos de esa etapa de mi vida no es que la abandoné porque me sentía incómoda ni mucho menos.
Vero Lozano: una militante del "momentismo"
El 17 de febrero del 2022 en Aspen (Colorado, Estados Unidos), Vero Lozano sufrió un gravísimo accidente que la tuvo 4 meses en silla de ruedas. Cuando los médicos le dieron el diagnóstico -tenía los dos talones quebrados- y debía operarse, la conductora de "Cortá por Lozano" pensó: "Tengo dos opciones: encaro la recuperación del mejor modo, con optimismo y alegría o me sumerjo en una depresión".
Por suerte, se inclinó por la primera opción y hoy -un año y medio después del día "en que volví a nacer", según sus propias palabras- se encuentra completamente recuperada y "militando el “momentismo”, que significa disfrutar de esos minutos de felicidad diaria que todos podemos tener", asegura.
-¿Cómo son esos instantes de felicidad en tu vida?
-Simples. Yo disfruto, básicamente, de las cosas sencillas: leer, cocinar, mirar series, juntarme con amigos... Después del accidente me tomé muy en serio eso de optimizar las relaciones y encuentros: no hay nada más valioso que el tiempo -porque no lo podés recuperar-., entonces, yo disfruto mucho de cada uno de esos momentos, los atesoro. Me gusta hablar con mis perros, ocuparme de las orquídeas todos los días, espero ansiosa la primavera para tener oruguitas en mi mariposario y hago muchos experimentos con las plantas: separo las semillas de los tomates de las de los zapallitos, pongo a germinar y puedo pasar horas trabajando en la huerta.
-¿Continuás en rehabilitación o ya estás totalmente recuperada de la lesión que sufriste?
-Estoy recuperada aunque confieso en que hay días, especialmente por la mañana, en que me duelen los piecitos. Después, una vez que arranco, se me pasa pero, por ejemplo, ya sé que mañana, después de posar varias horas con tacos, voy a estar molida: de hecho, hay zapatos, que sólo puedo usar para las fotos, ya no puedo caminar ni medio metro con ellos. Pero... ¿Te digo la verdad? Taconee tanto en mi vida que no tener que usarlos más hasta es un alivio. !No los extraño en absoluto! Algo importante es que siempre pude entrenar -más allá de la etapa fuerte de kineseología, claro- y lo estoy haciendo 3 veces por semana.
-¿Vas a volver a esquiar algún día?
-Si, claro, porque yo no me lesioné esquiando. Tal vez, llegado el momento, me genera un miedito o un algo la situación, no lo descarto. Voy a tener que viajar, calzarme el equipo de esquí y ahi ver qué onda.
Vero Lozano: la mamá Uber
-Tu hija Antonia cumple 15 el año próximo...¿Habrá fiesta o es un plan que no la divierte?
-Por ahora no habría fiesta pero todo puede cambiar en el próximo año.
-¿Tenés una buena relación con ella?
-Muy buena porque nos divertimos mucho juntas. A ver: soy, básicamente, un Uber para ella. La llevo de acá para allá 24/7 pero me parece que es lo normal, ¿no? A veces, me ignora, no me da pelota, pero no me enoja porque entiendo que es parte de la relación madre e hija y, mucho más, en la adolescencia. Es más, siempre digo, "está bueno que me desafíe, que se rebele, porque son herramientas copadas para ella"... ¿Me lo diré para convencerme de que todo está bien? (Se ríe).
-Recuerdo que contaste que era una fanática del oversize y muy fashionista, como vos. ¿Solés asesorarla con su look?
-Noooo... !Olvidate! Si yo le sugiero una prenda, inmediatamente, la decarta. "Eso no va", me dice y listo, se terminó la charla. Ahora está empezando a tener sus primeras salidas, fiesta de 15 y obvio que me gustaría dar mi opinión pero ya entendí que no la necesita: ella tiene un estilo súper canchero y bien definido. Pero creo que es lindo estar, participar, acompañar y apoyarla en lo que quiera y necesite y eso es lo hago. A veces me preguntan si me imagino que va a dedicarse a algo artístico -como el canto, baile o la actuación- y suelo responder la verdad: no tengo idea. Sí noto que le gusta el diseño, tal vez, elige ir por ese lado porque es muy creativa...pero no sé.
-Solían hacer viajes las dos solas... ¿Ese hábito por ahora se mantiene?
-Mirá, justo esta semana le pregunté si le copaba ir unos días a Nueva York o Miami, en febrero, conmigo, solas, y me dijo que si. Este año nos fuimos a Italia con Corchi -Jorge Rodríguez, su marido y padre de Antonia- y ella y lo pasamos súper: somos un buen equipo los 3.
Vero Lozano y Jorge Rodríguez: un amor de 16 años
Vero Lozano y Jorge Rodríguez se conocieron en el año 2007 y la conductora asegura que, en ese momento, no tenía muchas expectativas en la relación. "Al principio era medio un romance de oficina, para que nadie se diera cuenta de lo nuestro. El tenía sus cosas. Y yo las mías... Pensé bueno, lo conozco, me genera curiosidad, no me muestro tanto, porque si esto no funciona se va a generar un incendio", confesó algunos años después cuando la pareja ya convivía y hasta había nacido Antonia.
-Llevan 16 años de convivencia... ¿Les gustaría casarse algún día?
-Lo hemos hablado en algún momento pero a ninguno de los dos nos parece algo fundamental. ¿Estamos bien asi? Si. ¿Para qué vamos a cambiar las cosas?
-¿Tuvieron alguna crisis en este años?
-!Obvio! ¿Quién no la tiene? La realidad es que en el amor no hay fórmulas mágicas ni un secreto para la felicidad. Algo muy positivo que tenemos nosotros como pareja es que, cuando algo nos hace ruido del otro, paramos la pelota, nos sentamos y lo hablamos: "Che, ¿por qué dijiste tal cosa anoche?" o "Me molestó tu actitud en tal lugar". No nos callamos nada, debatimos, analizamos, discutimos y todo eso permite, de alguna manera, reformular el vínculo. Yo creo mucho en eso de volver a elegirte a diario, me parece real y sano.
- Es decir que la clave del éxito de tu pareja no la vas a poder compartir
-No, porque no creo que exista una clave pero sí voy a compartir algo que a nosotros dos nos funciona mucho: mantener nuestros propios espacios sin invadirnos. Cada miembro de la pareja tiene su hobby, su actividad y el otro no se mete: pueden ser los caballos, la lectura, la música, algunos amigos -!no es necesario juntarse siempre con otras parejas!- y hasta lugares físicos que cada uno ocupa cuando tiene ganas y quiere un poco de soledad. Eso sí me parece fundamental: respetar el espacio del otro. Porque, además, después, el reencuentro es mucho más lindo, más deseado, esperado, enriquecedor y suele ser con la mejor de las ondas. Hasta me parece interesante que los hijos observen que sus padres mantienen su autonomía y disfrutan de algunos momentos a solas.
Vero Lozano y la actualidad del país
-Uno, a simple viste, te definiría "alegre y optimista"... ¿Hay alguna situación en particular que te enoje o ponga de malhumor?
-Soy una mujer que, como te decía al principio y después del accidente que sufrí, comenzó a valorar mucho la vida que tiene. Ojo, no es que antes no lo hacía pero lo que me pasó fue extremadamente fuerte y me hizo reflexionar mucho. También me puse más irónica. Si bien yo siempre consideré que mi gran arma de seducción era el humor, después de vivir la peor experiencia de mi vida, me siento con libertad para manejar el humor negro a mi antojo: nadie se río más que yo de mi desgracia. Pero vuelvo a tu pregunta... ¿Qué cosas me fastidian? La gente irrespetuosa y maleducada -esa a la que le hablás y no contesta-me saca de quicio, por ejemplo.
-¿Hablás de la comunicación virtual?
-Claro, me enoja la gente a la que le escribís y nunca responde. Siento que es una gran falta de respeto no contestar un mensaje. Especialmente cuando se trata de un tema laboral, claro. La informalidad en la comunicación me cuesta mucho... A lo mejor soy muy careta, dirían los chicos hoy. Yo soy de esas a la que le escribís y, aunque sea para rechazar una propuesta, respondo, devuelvo el mensaje. Te aclaro: es algo que me pone de malhumor. Punto. No es que me arruinaste el día ni mucho menos pero sí, me genera cierto incordio alguien con tan poco tacto.
-¿Cómo estás viviendo la actualidad del país?
-¿La verdad? Es un momento de mierda. Me pone muy triste, muy, muy triste. Siempre los más perjudicados en las crisis son los que menos tienen, entonces, me angustia lo que pasa. No veo salvadores ni salvadoras al respecto. Me parece que hace tiempo que necesitamos un proyecto de país y no hablo de una gestión de 4 años. Me refiero a un proyecto ambicioso y generoso de quienes nos gobiernan, pensado a largo plazo y que involucre temas claves como la educación, la salud y la economía. La verdad que tengo 53 años y pienso: "¿Qué le espera a Antonia y a todos los Antonios de nuestro país?" ¿Qué país le vamos a dejar a nuestros hijos?".
-¿Alguna vez te planteaste irte de la Argentina?
-No, nunca pensé en irme del país. Me encanta mi país. Amo mi país. Elijo mi país. Pero sí pido y quiero una Argentina con igualdad de posibilidades para todos. Básicamente ese es mi deseo para todos nosotros. Que los chicos y las chicas no queden condenados al lugar donde nacen, quiero que tengan la posibilidad de un plato de comida, educación, salud y diversión sin importar dónde viven. Quiero que los chicos no tengan que adelantar etapas para salir a trabajar por no poder estudiar y sueño con padres más felices que no vivan angustiados por tener que correr de un laburo a otro para llegar a fin de mes. Una Argentina en la que te puedas comprar tu casita, tu departamentito, tu terreno, que se pueda proyectar y la guita te alcance para lo que quieras. Que haya una recompensa por el esfuerzo, eso me gustaría.
-¿Qué les responderías a los que dicen que en la Argentina no hay cultura del trabajo?
-Esa es una gran mentira: en la Argentina se trabaja y mucho, el tema es que el dinero no alcanza. Ese es el problema. Pero bueno, es un conflicto más grande, estructural y creo que el camino es pensar en que nuestros hijos reciban una buena educación, un servicio de salud integral y que el Estado proteja a la gente para que se cumplan estas condiciones.
Fotografía: Chris Beliera
Diseño de imagen: Elisabet Correa
Videos: Rocío Bustos
Estilismo: @anitakorman y @bymillie.bressi
Make Up: @malenna.makeup para estudios Frumboli
Pelo: @cristinacagnina
Agradecimiento: Mono Fulk, Fabián Zitta, Pablo Ramírez, Doll y VLbyantolin