Enviada especial a Mar del Plata
"Nos encanta invitar gente a la casa", comienza diciendo Toto, el apodo familiar que ya se convirtió en su nombre artístico, sobre la convivencia veraniega con Eial Moldavsky y Homero Pettinato. De todos modos, aclara: "Ninguno es el chef de la casa. Comemos sobras de asado con fideos".
Bromeando, el hijo de Araceli González y Adrián Suar asegura que jamás podría participar de un reality show de cocina y, mientras confiesa un rasgo desconocido de su personalidad, declara: "Soy perfeccionista. Si me pongo a hacer algo que no sé tanto me vuelvo loco...".
Con la simpatía que lo caracteriza, Tomás Kirzner le cede una tarde a revista GENTE para hablar sobre su gran presente en OLGA, canal de streaming en el que está hace casi un año, y la temporada de verano que inició en "La Feliz" junto con el programa Mi primo es así.
Sin buscarlo, Toto confiesa con soltura que está atravesando momento muy particular en su vida adulta. A sus 26 años, revela estar ante una "crisis existencial", un momento de búsqueda. Lejos de querer esquivar una charla profunda, el joven actor se atreve a relatar cómo transita esta etapa.
El perfeccionismo de Toto y los códigos del stream
Hace menos de un año Tomás inició su camino en el stream. Desde Mar del Plata, donde se encuentra haciendo su exitosa primera temporada de verano, habla sobre las exigencias que se auto impone y la fuerte exposición que tiene el formato que llegó para quedarse.
—Decías que sos perfeccionista, ¿de dónde sale eso?
—Soy perfeccionista y muy exigente conmigo mismo. Después el concepto de "ser el número 1" lo persigo. Me pasa que en lo profesional quiero hacer bien mi laburo. Quiero ver hasta dónde puedo llegar y conocer los límites. Después ver si aplico esos límites o no les hago caso. Es algo así como una rebeldía con uno mismo.
—¿Cómo lidiás con eso? ¿Te vas subiendo vos mismo la vara?
—Creo que en lo que me dedico se me presenta mucho la prueba y el error. Ya sea en stream, teatro o televisión vos podés tomar una decisión que puede no ser la atinada o correcta. Creo que lo importante es arriesgar. Yo arriesgo y después veo qué pasa.
—¿Tenés un microsegundo de duda mientras estás arriesgando?
—¡Sí, obvio! O tal vez sale genial...
—Sin entrar en las polémicas, por que no es el tema que nos convoca ahora...
—Sí, ya lo sé, pero es parte también. Uno asume eso y es consciente de lo que puede repercutir en otros.
—Me decías que te daba ciertos nervios hacer cosas nuevas, pero si lo pensás hace menos de un año te sumaste al streaming y antes no lo habías hecho...
—Sí, todavía no cumplí un año en OLGA. No había hecho un programa de stream, pero tenía algunas apariciones en programas de amigos. Venía más del palo del teatro y no es algo que haya dejado. De hecho cuando empecé hacía las dos cosas en paralelo. Me di cuenta que esas dos cosas puedo. Este año me gustaría volver a tener una obra para actuar.
—Hacías teatro, sos "hijo de", hiciste televisión, pero en el stream se pone en juego otra exposición...
—Lo que tiene es una exposición fuerte con lo que sucede. Te mostrás ahora y es en crudo. No hay edición y no hay nada. Eso genera mucha adrenalina. Obvio que cuando acepté esta propuesta tuve esto en cuenta. De todos modos, es interesante aclarar que uno no es de la forma en la que se muestra en el stream.
—¿Cómo sería eso?
—Hacés un personaje estando en el programa. Nadie es como es en su lugar de laburo. Lo que hacemos ahora es una puesta en escena de lo que nos dedicamos. Cuando estás al aire tenés que formar parte de un juego y modificás parte de tu personalidad. Nosotros hacemos un programa de humor y hay códigos. Son chistes que se ven en comunidad.
—También pasa que al ser un formato relativamente nuevo, esos códigos no están totalmente asentados en la sociedad.
—Y no... Yo siento que hay un error en poner o medir con la misma vara al stream que a la televisión. La gente te plantea que no estamos cumpliendo con algunos códigos con los que están acostumbrando. Justamente esto es nuevo y tenés la posibilidad de elegir qué ver. No nos olvidemos que no es un canal de aire. Es un canal de YouTube. Esto es un híbrido entre la televisión, la radio y el stream.
Toto Kirzner, entre una "crisis existencial" y su meta con el streaming en 2025
Con sinceridad y honestidad, Toto se anima a hablar de cómo se siente actualmente. Si bien es consciente de los privilegios y de la vida que tiene, se atreve a bucear en las profundidades y admitir que está en otro momento bisagra de su adultez.
—¿Hay una parte tuya que extraña la vida de Buenos Aires?
—Hay una parte canceriana mía que quiere estar en su casa. Acá estoy sin el auto y me siento un nene de 12 años pidiéndole a gente que me lleve, me alcance o me acompañe a tal lado. "Hola chicos, ¿a qué hora se van ustedes así me subo en su auto?", me la paso diciendo todos los días. Extraño mucho mi autonomía automovilística.
—¿Extrañás más a tu auto que estar en tu casa?
—¡Sí! (Risas). A veces el auto pasa a ser mi hogar. Siempre estoy de acá para allá y tengo todo ahí.
—¿Eso es por trabajo o por que tenés el alma inquieta?
—Las dos cosas. Es inquietud y es una comodidad. Es raro porque inquietud y comodidad no son primeras hermanas. Pero me pasa que en un momento me quiero ir del lugar de donde estoy y ahí tengo el auto y me voy hasta donde quiera.
—¿Sos de subirte al auto y manejar hasta ver a dónde llegás?
—Me encanta estar arriba del auto y manejar. Lo que me gusta es porque voy escuchando música y es algo que hago todo el tiempo. Me gusta mucho el metal. Pongo Hermética y manejo.
—¿Qué otras cosas son las que te gustan o te relajan tanto como manejar?
—Me gusta ir al cine y todo tipo de teatro. Me gusta compartir esos espacio con amigos artistas que les interesa o acompañan en el plan. Es una actividad hermosa llevara a gente por primera vez al teatro o que la última vez que fue hace 15 años con su abuelo.
—¿Por qué creés te gusta tanto el teatro?
—¡Es lo mismo que me pasa con el metal! No sé por qué me gusta, pero tengo la necesidad y siento hacerlo. Tengo que escuchar metal y tengo que hacer teatro.
—¿Cuáles son tus otros "tengo que..."?
—Últimamente no encuentro mi momento preferido del día. Es algo personal. No me está pasando nada puntualmente, pero es mucha ansiedad. Estoy en un momento en el que tengo mucha ansiedad y entonces no estoy encontrando mi lugar de confort. Ojo, eso no quiere decir que la esté pasando mal en mi vida. Es una inquietud.
—¿No tenés idea qué es lo que te lo está generando?
—Yo siento que no estoy encontrando mi compañía psicológica. No estoy teniendo ese lugar que antes tenía y ahora no porque me enfoqué más en el laburo. Dejé de lado eso que me parecía muy importante.
—Más allá de la falta de ese espacio profesional, ¿sos de hablar de estas cosas con tus seres queridos?
—Sí, obvio. Tengo que encontrar un espacio para descargar realmente. Están los mimos de tus amigos y familiares, pero necesitas una ayuda más. Yo soy consciente de lo que tengo y de que hay mucha gente que no lo tiene. Yo lo tengo muy presente eso. Necesito buscar algo más... Estoy haciendo streaming, pero estoy con una crisis existencial.
—¿Pensás que esto se puede traducir a algo profesional?
—Me gustaría streamear por mi cuenta. Siento que sería muy interesante. Me gustaría tener ese espacio más íntimo. Me parece que puede llegar a ser algo enriquecedor para mí. Me da intriga. A mí me gusta mucho lo tradicional del streaming que es prender y estar hablando con la gente. Para mí va a estar buenísimo. Eso es lo que quiero hacer este año sí o sí.
—Tal vez eso te dé las respuestas que estás buscando...
—Seguro porque voy a mover otras cosas. Hay veces que uno se mueve en lugares imprevistos y te sorprende. Igual me gustaría volver al teatro y hacer cine. Tengo que enfocarme en las metas para este año porque tampoco puedo tener todo. Tengo que elegir porque lo que más me gusta hacer en la vida es actuar y de alguna forma acá estoy actuando de alguien.
—¿Ya habías transitado una crisis personal de este tipo?
—Sí, al inicio de mis veintis... Lo que estaba pasando en ese momento es que estaba asumiendo una etapa medio oscura de mi vida que tenía que afrontar como el tema del abuso. Después hubo una mirada de la gente, que no quiere decir que te victimiza, pero te miran con otros ojos. Eso fue un cambio también.
—¿Ese cambio de mirada te incomodó?
—No, para nada. De hecho mucha gente vino a decirme: "Qué bueno lo que dijiste". Yo no lo asumí como tal. No asumía que había hecho un bien. En realidad lo que valoran es que lo puedas decir para poder animar a otros. Eso lo entiendo y lo recontra respeto. Eso me estaba sucediendo cuando cumplí veinte y tenía que ordenar mi cabeza para poder seguir adelante más allá de que eso conviva con vos todos los días.
—¿Qué sentiste cuando lo contaste públicamente?
—Nada. Lo mismo que nada. No me cambió para nada. Fue lo mismo que contarle a un cuñado que después le cuenta a todo el barrio. No me llenó para nada, pero eso no quiere decir que me haya hecho mal. Simplemente no modificó nada en mí. Yo acepto y me parece enternecedor que haya gente que se me acerque y me cuente su historia. Por supuesto que eso es bienvenido.
Por qué le avisó a Araceli González que se iba de su casa con un año de preaviso y cómo es su vínculo con Adrián Suar
Tomás, o "Totito" como le dicen en su familia, es el único hijo que tuvieron Araceli González y Adrián Suar. A cuatro años de haber "dejado el nido", el joven actor revela el acuerdo que tuvo con su mamá para dejar de convivir con ella y cómo es su día a día con su famoso papá.
Además, habla sobre su rol como hermano menor de Flor Torrente, hija de Araceli y Rubén Torrente, y el particular desafío que le generó la llegada de su hermana Margarita, hija de Adrián Suar y Griselda Siciliani.
—Tu mamá siempre habla de la relación súper estrecha que tienen, ¿son del contacto del día a día?
—Hablamos todos los días. Ella también deja un espacio para que haga lo que tenga que hacer laboralmente, pero hablamos todos los días. Puede ser por teléfono o por escrito. Hacemos un update del día y ya está.
—¿Cómo fue el momento en el que decidiste cortar la convivencia?
—Fue en pandemia. Cuando inició 2020 estaba viviendo con mi vieja y le avisé con un año de anticipación. Fui y le dije: "El año que viene me mudo". Ella quería un año de preaviso y cumplí con lo prometido. Ella quería prepararse mentalmente en esos 365 días.
—¿Así evitaron el llanto y el drama?
—Hubo... Pero también tuvo su momento de duelo en soledad.
—Me imagino que de todos modos va seguido a verte, ¿no?
—Claro, viene a casa y se pone a ordenar. Igual, es algo que también hace en su casa. Viene y me dice: "Te compré esto y me gustaría que cambies de lugar tal cosa". Y tiene razón, eh. No se equivoca.
—¿Con tu papá es la misma relación?
—Sí, depende... Ninguno con sus papás tiene la misma dinámica. Es distinto. Nos comunicamos de otra forma. Igual, nos llamamos por teléfono y nos escribimos bastante. Tal vez con otros tiempos, pero hacemos lo mismo.
—¿Sos de consultarle cosas tanto laborales como personales?
—Suelo ser orgulloso a veces y no decir nada, pero acepto las cosas que me quieran decir. Quizás no sale de mí ir a pedir una opinión, pero pasa más el "che, Toto: para mí....". Ahí escucho y voy a recibir lo que me diga. Después uno elige qué hacer con eso. Podés seguir el consejo o flashear y hacerte el loco. Es parte. Los dos son muy comunicativos en lo que quieren decir.
—¿En algún momento te pesó el ser "hijo de..."?
—No, para nada. Es como que todos los días me levante y reniegue con que el cielo es azul. Va a haber gente que piense ciertas cosas y otros no.
—¿Cómo sos como hermano?
—Trato de ser lo más atento posible. Tengo hermanas de diferentes edades. Con mi hermana Margarita me veo en un rol de hermano mayor y es re lindo. Te miran como si fueras un superhéroe. Es increíble.
—¿Te dolió dejar de ser el hijo menor?
—No, me pasó más de pensar: "Ok, ahora soy el hermano mayor". Me di cuenta de lo que me iba a tocar y tenía que asumir otras cosas como hermano mayor. Solemos hacer cosas como hermanos, pero pinta cuando pinta. Nos juntamos mucho en las casas. Si va Margarita me sumo a cenar o al almuerzo.
—¿Sos de extrañarlos cuando no los ves?
—En un par de semanas ya los voy a extrañar. Por ahora la barrita está por la mitad... Soy de decirles que los extraño.
Por qué Toto no utiliza "Suar" como apellido artístico
A varios años de haber comenzado su camino profesional, Tomás revela el motivo por el cual decidió no usar el apellido artístico de su padre. Vale destacar que el nombre real del productor televisivo es Adrián Kirzner Schwartz. El apellido Suar nació luego de que su padre Leivale asistiera a una radio y pronuciaran su nombre de esa manera.
—¿Marcaste una distancia al elegir Kirzner y no el Suar en tu camino profesional?
—Eso es algo de él y fue una decisión personal que mi viejo quiso tomar con su carrera artística. En el DNI mío dice Tomás Kirzner. Mi viejo tampoco dice Suar en su documento. Para empezar porque es un inmigrante de los Estados Unidos de América. Es algo que él decidió.
—Y a vos tampoco te interesó mantenerlo.
—Totalmente, pero no sucedió. Me gusta usar mi nombre. Toto Kirzner me copa y me da cringe que me traten de Suar. Es algo auditivo. Hasta suena feo. Ojo, me parece que Adrián Suar queda increíble.
Fotos: Rocío Bustos.
Arte de tapa: Darío Alvarellos
Retoque: Gustavo Ramírez