Romina Richi comenzó su carrera profesional a los 12 años en el programa televisivo El Gordo y el Flaco. Luego de este exitoso inicio fue parte de reconocidas telenovelas argentinas como Verano del 98, Resistiré y Mujeres Asesinas, entre otras y, claro, su paso por el cine y el teatro han sido parte fundamental de su carrera artística.
La protagonista del Intimo de la semana de Gente eligió, para la producción de fotos, una temática que sorprendió y, a la vez, nos permitió conocer una faceta desconocida de ella: recientemente se graduó como directora de ópera en el Teatro Colón. A los 43 años, y con un espíritu muy curioso, Romina se destaca como actriz y ahora también en la dirección teatral y cinematográfica.
Su gran pasión: el teatro
Actualmente es parte del elenco de Sex, Viví tu Experiencia, dirigido por José Muscari. Allí se luce de jueves a domingos en Gorriti Art Center. También se encuentra a pocos días del estreno de No te vayas con amor o sin él y en esa obra se revindica como directora de un texto de Norman Briski. "Estoy ansiosa y feliz, al mismo tiempo. La obra se estrena el 5 de agosto en Paseo La Plaza... !Los espero a todos! Tengo que asegurarme de decir lo importante al principio de la nota", explica entre risas.
—¿Cómo fue la propuesta de ser parte de Sex?
—José Muscari me lo propuso y como estaba con otros proyectos no pude. Me volvió a llamar para que pruebe por tres meses y me quedé. Yo ya había trabajado en otra oportunidad con él. Esta propuesta es muy él y mantiene su estilo particular.
—¿Cómo definirías el espectáculo?
—Tiene un contacto muy cercano con el público. Es muy divertido y alegre. La gente está muy contenta y eufórica. Es un shot de energía. Yo soy la presentadora del show, es casi como una conducción. Tenés que estar muy arriba. También hay partes de monólogos. Todos los que están son increíbles. Los bailarines la rompen y los cantantes no se pueden creer como cantan.
—Fuiste a probar unos meses y te quedaste más de un año…
—Estoy muy contenta. Ya no es un desafío, es algo diferente. Lohago porque es lindo y un entrenamiento de cada fin de semana.
—Se está por estrenar la obra qué estás dirigiendo, ¿cómo hacés para estar con tantas cosas?
— No tengo ni un día libre. Son momentos. Cuando estrene voy a tener un tiempo a solas. Me abrí una productora y voy a empezar a dirigir otra obra.
—¿Qué se puede saber de la obra qué se viene?
—Se llama No te vayas con amor o sin él . Sus protagonistas son Leonora Balcarce y Lucila Mangone. También va a tener unas voces en off del maestro Norman Briski. Es una obra escrita por él.
Un nuevo mundo: La ópera
A sus cuarenta años decidió empezar una carrera en el reconocido Teatro Colón. El año pasado se graduó como Directora Escénica de Ópera. En tiempo y forma se convirtió en una de las dos graduadas de esta disciplina que une todas sus pasiones: la actuación, el teatro y la música.
—¿Cómo surgió tu conexión con la ópera?
—Me gustaba. Entré a la página del Teatro Colón a sacar entradas porque venía un amigo de Francia y lo quería llevar. Ahí vi que había carreras y estaba abierta la inscripción. Fue medio de casualidad. No sabía qué tenían una escuela de formación. Siempre que hay cosas para estudiar me llama la atención.
—¿Cómo fue el ingreso a este mundo?
—Tenía una admisión en la cual tenía que preparar una ópera con vestuario, escenografía y hacer un examen de música. Entramos solo 8 personas. La terminé en pandemia. Me vino bien ese tiempo para rendir más materias.
—Suena complejo…
—Es difícil terminarlo en tiempo y forma. Nos recibimos 2 de los 8. Hay que estar todos los días ensayando fuera del horario de clase. Para mí fue fascinante. Todo me divertía y entusiasmaba. Es un mundo nuevo.
—Igual, vos ya tenías experiencia teatral
—Yo ya tenía recorrido el teatro y puse mi granito para sumar eso. También es diferente porque hay música y mucho arte. Está todo ahí. Yo sé un poquito de todo. No fue fácil porque había muchísimas cosas que no sabía. Tuve que aprender a leer partituras. Fue muy hermoso el proceso. Tuve maestros de los que aprendí mucho.
—¿Pensaste dedicarte de lleno a la ópera?
—Es que es parte de mi mundo. Ya sea esto, teatro o cine. Para mí fue sumar a algo de lo que ya me dedico.
—Para la tesis final te luciste como directora audiovisual con Las Chinas
— Se me ocurrió hacer esta Cine-Ópera que presentamos en el BAFICI. Es de Gluck y la traje al contexto de la pandemia en Buenos Aires. Si bien tiene audio, tiene música en vivo. Fue muy hermoso el proyecto.
—Participaron varias amigas tuyas
—Sí, está Julieta Cardinali y Dolores Fonzi. Las llamé por teléfono y les dije que era una filmación de tres días en mi casa. Ellas no entendían muy bien de qué era porque había música en vivo y partituras. Lo terminaron de entender cuando lo vieron, pero estuvo muy bueno.
—¿Cómo fue la filmación?
—Fue una linda experiencia saliendo de la pandemia. Las chicas estuvieron en mi casa que estuvo dada vuelta durante varios días. Después de tanto encierro estuvo bueno volver a ver gente y hacer algo.
La familia ensamblada de Romina
Parte fundamental de la vida de la actriz son sus tres hijas. Valentina tiene 23 años y es hija de la relación que Romina tuvo con el director de cine Maxi Gutiérrez. La primogénita sigue los pasos de su madre y ya debutó en cine y en teatro. Su segunda hija es Margarita (18), nacida de su noviazgo de casi 8 años con Fito Páez. La joven terminó recientemente la escuela y se destaca por su pasión por la música. Bethania (5) , la más chica de la familia, y es el fruto del amor entre Romina y el Dj Walter Abud.
—Para filmar el documental Fantarias te instalaste en Francia
—Sí, ya iba bastante a ese país. En uno de los viajes surgió esta posibilidad. Me fui a vivir ahí para hacer el seguimiento de este documental. Estuve 4 meses fijos y fui y volví varias veces.
—¿Cómo manejaste ese ritmo con tus tres hijas?
—Ellas vinieron conmigo a Francia. Aparte ellas van a escuela francesa. Fue bastante bueno para las chicas practicar el idioma en el contexto real.
—¿Cómo es tu relación con ellas?
—Es una relación muy linda y cálida. Respecto a la actuación ellas lo viven muy de cerca. No me piden consejos, pero siempre las acompaño para que encuentren sus maestros. Es un proceso muy particular para sentirse cómoda.
—¿Tenés algún deseo respecto a sus carreras?
—En principio cuidé mucho que las mayores terminen el colegio. Yo empecé a actuar a los 12 años y era muy chica. Si bien ellas actuaron en películas conmigo me parecía que era más cuidado que hicieran pocas escenas.
—¿La más chicas se proyecta en el mundo artístico?
—Es muy chiquita. No tengo idea. No puedo saberlo aún. Le gusta todo, pero como a cualquier chiquito que le gusta pintar, cantar y bailar.
—¿Cómo funciona la familia ensamblada?
—Funciona con amor, respeto y normalidad. Todos trabajamos de lo mismo y nos apoyamos en este camino. Somos todos familia.
Fotografía: Chris Beliera
Producción y estilismo: Roxana Harris
Asistente: Gimme Bright
Contenido audiovisual: Camila Uset
Looks: Laurencio Adot / Jorge Rey
Make up: Matías Nazareno
Pelo: Alicia Spandre para Cerini
Locación: Teatro Astral
