Luego de un mes en Estados Unidos, donde vivió de todo y lo destaca como una bisagra en su carrera, y en una de sus primeras actividades tras su regreso al país, Sofía "Jujuy" Jiménez llega a los estudios de Grupo Atlántida súper puntual y entusiasmada con su último viaje.
Lejos de haber sido una aventura vacacional, la modelo repasa cómo fue su paso por Go Broadway, una de las escuelas más prestigiosas de comedia musical del mundo. Pese a tener más de una década firme en los medios de comunicación, la modelo sigue formándose para nuevos desafíos.
En esta charla, en la que repasa sus momentos más íntimos y los más difíciles, se toma un tiempo para destacar la importancia de la formación más allá de los seguidores y de la fama cosechada. "Lo que me construyó es el estudio. Te da otra solidez para pararte y sobrellevarte", sentencia la influencer que además es Licenciada en Comunicación Social.
Sobre la clave de su éxito constante, relata: "Creo que hay mucho en la formación, la perseverancia, el seguir y el hacer".
Con simpatía, ternura y muchísima energía fue avanzando en su carrera y, pese a los obstáculos profesionales y personales que atravesó, supo mantenerse de pie en un medio que muchas veces puede ser abrumador.
En diálogo con GENTE, destaca que, luego de 13 años trabajando sin parar, una de las cosas que más satisfacción le da es que sus colegas se alegren al verla llegar.
El viaje a Estados Unidos que marcó un antes y un después
Tras un mes en Estados Unidos, de los cuales 2 semanas estuvo cubriendo la Copa América y el otro tiempo estuvo en el curso de comedia musical, Sofía relata cómo fue esta tremenda experiencia que, según sus palabras, le cambió la vida.
—¿Cómo viviste tu paso por la academia de comedia musical por Estados Unidos?
—¡Fue una experiencia increíble! En realidad, fue como todo lo que me pasa en mi vida. No me puedo quejar (risas). Particularmente siento que esta experiencia va a marcar un antes y un después a nivel profesional. Todo fue espectacular.
—¿Te convocaron o te postulaste vos?
—Hace mucho venía siguiendo el programa y me daban ganas de ir. Nunca encontraba el momento indicado para tener el tiempo. Este año arranqué haciendo la obra Permitidos y se me activó la parte actoral fuerte. Tuve que hacer una audición, mandé un video y me becaron una parte.
—¿Te ves trabajando en comedia musical?
—No lo hice puntualmente para eso. Para mí esa escuela me va a quedar como algo que me llenó de herramientas a nivel internacional. Aprendés desde cómo producir a un artista hasta cursos intensivos de actuación. Es súper intenso... Yo tenía la curiosidad de ver de qué se trata Broadway.
—¿Era todo en inglés?¿Te costó el idioma?
—¡Sí! Todo en inglés. Fue un desafío, pero yo no estaba tan mal porque había vivido un año en Canadá. Además trabajé para varios programas de Estados Unidos. Podría decirte que es mi segunda lengua. Aparte estando ahí se te naturaliza mucho más.
—¿Cómo es volverse a poner en el lugar de estudiante?
—¡Me encanta! ¡Amo! Cada proyecto que yo encaro sea el formato que sea lo encaro en modo aprendiz. Arranco de cero aunque ya tengo varias herramientas adquiridas. Me gusta ver y escuchar a la gente que sabe más que yo.
—¿Cómo fue tu rutina en Estados Unidos?
—Me levantaba, hacía mi meditación de media hora que hago todos los días, me ponía la ropa de gimnasio y me iba a correr al Central Park. Así arrancaba... A las 10 AM teníamos que estar en el aula.
—¿Te encontraste con otros argentinos en la escuela?
—¡Sí! Estuve mucho con Juan Otero, el hijo de Flor Peña. La verdad es que lo adoro. Justamente no compartíamos las clases porque él estaba en el sector de "teens". Él tiene 15 años aunque no parezca.
—¿Ya lo conocías?
—Sí, nos conocíamos del Bailando. Yo era participante y su mamá era jurado. Me acuerdo que Juan tenía tan sólo 10 años y me deseaba suerte antes de salir a la pista. Cuando terminaba me venía a abrazar. Lo amaba. Cuando supimos que íbamos a compartir juntos el curso nos pusimos en contacto. Él estaba chocho porque además su papá lo iba a acompañar durante la estadía.
—¿Hicieron alguna salida juntos?
—Sí, salíamos bastante a cenar y nos veíamos también en los recreos. Nos re divertimos. Yo creo que Juan la va a romper. Tiene mucho carisma, talento y un corazón enorme. No nos olvidemos que tiene tan sólo 15 años. Él aparece y es imposible que pase desapercibido. Tiene un brillo que nos deja a todos con la boca abierta. Compartimos mucho con su papá y mi hermana. Agarrábamos las bicis y salíamos a andar por la ciudad. Fue súper cotidiano.
De su escandalosa ruptura amorosa a un presente de sanación
A mediados de 2023 se viralizaron imágenes de Bautista Bello, su novio de desde hacía dos años, besándose con otra chica en un boliche.
En ese entonces ella estaba en un viaje soñado por Europa, al que él se sumaría más tarde, pero la infidelidad cambió los planes y se separaron a la distancia.
Un año después del escándalo del que fue protagonista, la influencer, que se sintió avergonzada por lo sucedido, pide "no darle entidad" a esa persona.
—¿Durante el viaje te animaste a prender el Tinder?
—Sabés que no me animé, pero... (risas). Fue divertido. He conocido gente buena onda, pero nada serio. Imaginate que sólo iba dos semanas. Aparte yo estoy muy soltera. Estoy re tranquila y estoy bien. No tengo apuro, pero siento que estoy sanando todavía mi relación anterior.
—Y ya pasó casi un año de la ruptura...
—Sí, ya se cumplió el año. Fue mucha exposición. Me sentí súper humillada y súper boluda. Fue horrible porque todos estaban esperando a que yo dijera algo.
—¿Cuánto tiempo habían estado juntos?
—No le quiero dar mucho lugar porque no se lo merece y se portó muy mal. Estuvimos dos años juntos y era una historia donde se proyectaba familia. De repente esa burbuja se rompió y no tengo ganas de pensar en un noviazgo.
—¿Después del escándalo volvieron a hablar o intentaron una reconciliación?
—No porque yo fui muy clara. Soy muy buena y libre a la hora de generar vínculos, pero tengo límites. La falta de respeto y romper códigos no van conmigo. Está todo bien...
—¿Se volvieron a cruzar?
—Sí, ¡en un boliche! Igual, yo estaba bailando con otra persona... Ni idea...
Del deseo a la posibilidad de formar una familia
Tras el final de este amor, la modelo aseguró que una de las cosas que más la habían impactado de esta infidelidad es que ambos tenían charlado la idea de convertirse en padres. "Creí que iba a ser él el papá de mis hijos", dijo Sofía en aquel entonces, mientras asimilaba la abrupta ruptura. De todos modos, esa mala experiencia no le quitó las ganas de maternar.
—Contabas que tenías el deseo de formar una familia, ¿sigue vigente?
—Sí, me encantaría. Sé que en algún momento podré formar mi propia familia. Hoy por suerte todo se retrasó un poco. Por ejemplo, pienso en mi mamá y a los 27 años tenía tres hijas. Hoy hasta existe la posibilidad de congelar óvulos. Tengo el deseo de ser madre y va a llegar. Tampoco tengo una desesperación por el tema.
—¿Congelaste óvulos?
—No todavía, pero lo estoy pensando como proyecto. Tengo 33 años y es la edad ideal para hacerlo. Con mis amigas lo charlamos un montón. Es gracioso porque las que viven en Buenos Aires no tienen hijos, pero las de Jujuy sí. Es otra vida... Es una vida más tradicional: terminás el colegio, te recibís, trabajás de eso, te casás y tenés hijos.
"Quiero ser un canal de inspiración": Sofía Jujuy habla sobre su nuevo proyecto
Sofía Jujuy está en plena preparación de su nuevo proyecto: un podcast que promete ser un canal de inspiración y motivación para todos sus oyentes. Con una visión clara de lo que quiere transmitir, la modelo se aventurará en un formato que aún no ha explorado con la seguridad de que su voz va a llegar a muchas personas.
—¿Cómo va a ser tu primer podcast?
—Quiero dar mensajes motivacionales, porque creo mucho en las mujeres que me han inspirado. La primera figura es mi mamá. Quiero ser un canal que después de escucharlo sientas que podés seguir adelante. En la vida te van a pasar cosas duras y hermosas todo el tiempo. Quiero dejar en claro que se puede.
—¿En qué te aferras cuando estás en esos momentos tristes?
—Vuelvo a mí. Lo hice mucho más fuerte en la pandemia. Me súper empapé de contenido de meditación, ley de atracción y clases de yoga. Me puse en el presente. Hago meditaciones, salgo a caminar, me hago escapadas a Jujuy o me junto con mis amigas. Tengo mucho registro de mi ser interior y me gusta conectar con eso. De hecho, en mi casa tengo el cuarto principal y al lado tengo "el cuarto del ego".
—¿Cómo es ese espacio?
—Tengo un camarín con cuadros, fotos, regalos de mis fans, mi título universitario. También tengo enmarcada la camiseta con la que corrí 41 kilómetros en Estados Unidos que fue un gran logro.
—¿Qué hacés cuando estás en ese cuarto?
—Ahí soy el personaje de Sofi Jujuy. Entro, me maquillo, hago contenido y trato de dar buenos mensajes. Cierro esa puerta y vuelvo a la joggineta. Me encanta estar en los dos moods. Puedo disociar bastante.
—¿El podcast cómo va a ser?
—Va a ser una mezcla de todo. La idea es buscar mujeres referentes motivadoras. A mí me encantaría que esté mi mamá y que sea la primera persona para entrevistar. Tengo que convencerla... Creo de verdad que tiene una historia muy increíble y es quien me dio la vida. Es muy hermosa su manera de manejarse y salir adelante.
—¿Qué es lo que más admirás de ella?
—Su valentía, su positivismo, su impulso de vivir la vida y disfrutarla más allá de su historia que fue durísima. Es muy guerrera y va al frente. Eso lo recontra saqué de ella. Amo cuando me dicen que les hago acordar a mi mamá. Para mí es el mejor halago y me llena de orgullo.
—¿Por qué querés compartir este mensaje en ese formato?
—En plena pandemia me hice fan de escuchar de distintas temáticas. A mí me ayudó mucho en momentos de crisis. Me pongo un podcast y viajo... Obviamente hay de todo, pero creo que está bueno porque te acompaña en diferentes momentos como viajes y caminatas. Estás acompañado y si encima hay una cuota de motivación, creo que tiene más sentido.
Su reflexión a 3 años de su mala experiencia con Horacio Cabak: "Mató a la 'Sofía artista'"
En plena pandemia, Sofia comenzó uno de los grandes desafío de su carrera al como co-conductora de Informamos de Todo (América TV) junto a Horacio Cabak. Lo que se había planteado como un salto en su carrera periodística terminó siendo el motivo por el cual decidió alejarse de la televisión luego de que se filtraran audios del periodista hablando despectivamente de ella. Tras esto, Jujuy decidió romper el silencio por los malos tratos que había vivido en ese tiempo.
—Contabas que te habías alejado de la TV, ¿fue por lo que pasó con Horacio Cabak?
—Exacto. Eso a mí me mató evidentemente o mató la "Sofi artista". No sé si fue puntualmente por eso, pero fue un parate en el cual necesité tomar espacio y mirar con distancia.
—¿Qué viste en ese detenimiento?
—Vi todo lo que yo había logrado y que ya era un personaje creado. Yo era inconsciente de hasta dónde había llegado. Fue todo junto porque cumplí 30 años y entré en crisis, ese programa y la pandemia. Lo que hice fue mirar para atrás y me dije: "Che, fue un montón y ya logré todos mis sueños". Tomé aire, me fui tres meses sola a Europa y de ahí seguí.
—O sea, no quedaste bloqueada profesionalmente por lo que pasó
—No, para nada. No lo viví como un trauma. Hoy a la distancia entiendo que fue un gran aprendizaje y agradezco haber pasado por esa situación. Fue difícil, pero creo que a todos nos van a pasar cosas duras. Son momentos donde la vida te pone a prueba y te lleva a preguntarte quién sos y hacia dónde vas. Yo lo viví de esa manera.
—¿Te arrepentiste de haberlo hecho público?
—No porque no hice nada malo. Sí me da un poco de fiaca que me pregunten sobre esto. Entiendo que es parte de mi carrera, pero yo no hablo de él. No me interesa él. Yo hablo de cómo lo viví y el aprendizaje que me dejó. No tengo nada más para decir. Me marcó, fue un gran aprendizaje y me ayudó a poder pararme desde otro lugar. Me encantan los medios, quiero seguir siendo conductora y no voy a permitir que nadie me limite.
—Es interesante, porque muchas mujeres que vivieron historias similares con otros colegas optaron por alejarse del medio.
—Sí, totalmente. Por eso creo que es importante tener conocimiento de quién sos y cuáles son tus valores. También hay que reconocer errores. Ahí yo era más chica y más frente a una persona que me lleva veinte años de edad y de experiencia. Obviamente que en un ambiente laboral uno puede tener diferencias, pero está bueno ver cómo se resuelven. Pasa en todos los ámbitos laborales y creo que a la mujer siempre se le exige el triple que a los hombres. Es demostrar siempre que no sos sólo una cara bonita.
—¿Te seguís encontrando ante ese prejuicio?
—Creo que cada vez las mujeres hablamos más y levantamos la voz sobre este tema. Es un trabajo del que todavía queda mucho por hacer.
De su sueño de niña al deseo de tener su propio programa
Con más de 13 años de trayectoria, Sofía aún sigue pensando en grande y con el mismo entusiasmo que la empujó en su juventud a dejar su provincia natal, la cual se convirtió en su nombre artístico, y con el que llegó a Buenos Aires dispuesta a "comerse el mundo".
—¿De chica sabías que querías llegar a esto?
—¡Sí! Siempre lo supe. Está en mi ADN. Hace tres años me alejé un poco de la tele y empecé a hacer proyectos para afuera. En ese impasse me pregunté si me tendría que dedicar a otra cosa.
—¿Qué respuesta te diste?
—Me imaginé siendo profe de yoga en algún lugar con mar, meditando y haciendo reiki. Me encantaría ese mood, pero no me veo. Yo nací para esto. Me encanta transmitir, llevar buenos mensajes y llevar mi herramienta de comunicación. Yo tengo mi título universitario, soy comunicadora social, y me fui formando mucho. En el andar pasó de todo. Me gusta mucho más el entretenimiento. Hice hasta periodismo en Telenoche.
—¿Cómo era tu adolescencia y el proceso antes de instalarte en Buenos Aires?
—Terminé el colegio y me fui a Canadá. De ahí me vine para Buenos Aires con la excusa de estudiar.
—¿Cómo fue la experiencia en Canadá?
—Me había sumado a un intercambio solidario. Mi hermana más grande lo había hecho y volvió hablando perfectamente en inglés. Me pareció increíble. Fue tremendo porque salí de Jujuy y me fui a otro país con otro idioma y otra cultura. Era encontrarme con mi alma y ver cómo resolvía. Aprendí a hablar inglés estando ahí.
—¿Te preparó para instalarte en Buenos Aires me imagino?
—¡Totalmente! No había ni WhatsApp en esa época. Imaginate que recién empezaba Facebook. No era la comunicación de hoy y era muy loco. Mis papás siempre me apoyaron y tenían la tranquilidad que nuestras decisiones iban a ser buenas para nuestras vidas.
—Y después de eso no volviste a Jujuy.
—Yo sabía que mi destino estaba en Buenos Aires. Acá estaba la televisión y los medios. Me propuse estudiar comunicación social porque mis papás creían que era importante que tuviera un título. Además, yo creo muchísimo en la formación y en la educación. Es una herramienta clave para la vida y es algo que no te saca nadie. Aprendés a relacionarte, tener responsabilidad y a estudiar.
—¿Sos de viajar a Jujuy?
—Sí, cada vez que puedo me doy una escapada. Está toda mi familia: mi mamá, mi papá, mis primas, mis amigas, sobrinas. Soy de hacer escapaditas de sólo un finde en el que me exprimo para ver a todos. Me recarga mucho de energía hacer eso. Me trae mucho a la "Sofi jujeña".
—¿Qué hay de diferente entre la "Sofi jujeña" y la Sofía que vemos ahora?
—Claramente se súper complementan, pero el personaje es súper extrovertido que se puede reír de todo. La "Sofi persona" es mucho más tranquila. Tengo los momentos diarios en los que medito, hago yoga y conecto con mis amigas. Este año me mudé a la zona de Tigre para estar más tranquila y rodeada por la naturaleza. Yo siempre fui muy inquieta, pero tengo mis momentos para estar triste o para estar más relajada. En modo laburo una está activa, alerta y siempre sonriente.
—Por lo que contás parecés muy disciplinada...
—¡Sí! Muchísimo. Siempre fui así: muy nerd. Creo que es por ser la hermana del medio y demostrar que podía hacer todo sola. Siempre resolví todo sola.
—¿En esos primeros años, tuviste miedo?
—¡Para nada! Me reía conmigo misma porque me perdía en el subte. Además, me la rebuscaba porque mi papá me daba plata para los viáticos y yo elegía ir y volver caminando 30 cuadras para guardarme el peso del boleto. Yo disfrutaba todo. Viví los primeros 10 años en Buenos Aires con un nivel de inocencia y de ingenuidad que fue la clave para que se me abran tantas puertas. Yo no pensaba: hacía, vivía y disfrutaba. Nada era un mambo. Fue muy increíble cómo todo se fue dando. Yo no le dije que no a nada.
—¿Qué te decían tus papás mientras te ibas comiendo el mundo?
—Siempre estuve acompañada. No tenían mucha idea del medio, pero me bancaban. De hecho, en mi primer año fui como promotora de una marca de gaseosas al Bailando. Yo me dije: "Algún día voy a estar ahí". Vi a los dueños de una agencia de modelos que yo conocía de la tele y les dije: "Quiero trabajar con ustedes". Me dijeron que mande fotos y yo no tenía ni idea. Me junté con amigas y armamos unas fotos re caseras. Las mandé y me dijeron que me iban a mandar a México para ir a formarme. Les conté a mis viejos creyendo que era increíble y me dijeron que era una locura porque acababa de llegar a Buenos Aires. Les hice caso y a las dos semanas me llamaron de Sábado Bus. De ahí no terminé de trabajar realmente.
—No tuviste respiro desde entonces.
—¡Fue impresionante! Es más, en Sábado Bus me vio Gerardo Sofovich y me dijo: "Vos tenés que hacer teatro conmigo". Tenía 19 años y no entendía nada. Él se portó como un abuelo y fue su última obra de teatro en Mar del Plata. Al año fui a Carlos Paz y este año hice teatro en Buenos Aires. Ya hice los puntos más importantes del país.
—¿Qué te faltaría?
—Me gustaría hacer una serie o película para alguna plataforma. Me encantaría. Sería pedirle un montón al universo, pero soñar es gratis y hay que renovar los deseos. Me encantaría soñar con la idea de tener mi propio programa. La veo a Susana Giménez, quien es un gran ejemplo, y pienso que ella empezó su programa a sus 40 años. O sea, me queda un montón para seguir formándome. Tener formación es importante y no es casual que siga vigente. Me tengo que dar una palmadita de seguir acá porque constantemente aparecen personajes nuevos y podés dejar de estar.
Fotos: Gentileza Dominic Ayazo