Pamela David revela las claves de su amor con Daniel Vila, habla de sus tres trabajos y explica cómo se prepara para el "nido vacío" – GENTE Online
 

Pamela David revela las claves de su amor con Daniel Vila, habla de sus tres trabajos y explica cómo se prepara para el "nido vacío"

En un diálogo sincero y honesto, la conductora le relata a GENTE cómo está hoy su familia ensamblada y qué quieren sus hijos para el futuro. Además, recuerda sus inicios laborales y resalta qué es lo que más admira de su esposo.
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Enviada especial a Pinamar

"¡Estoy feliz!", exclama Pamela David en los primeros segundos de una charla en la que recalcará y celebrará su maravilloso presente. Luego de una tarde de playa en Casa Mar Pinamar, lugar desde el que transmite Desayuno Americano (América TV) durante la temporada de verano y en el cual pasa los días junto a su familia, reflexiona sobre el gran momento personal que está viviendo.

Sin disimular su costado "workaholic", confiesa que no quiso tomarse vacaciones del programa que lleva adelante y que en esta oportunidad decidió que su labor conviva con los días de descanso junto a sus seres queridos. La elección del lugar no fue casualidad, esta ciudad costera fue una en las que ella trabajó durante su juventud. Es por eso que esta visita abre un momento de reflexión y la lleva a recordar sus inicios.

Además, la conductora se anima a hablar a fondo sobre sus hijos. Aunque por momentos recuerda que ellos prefieren mantener un perfil más bajo, el orgullo hacia Felipe y Lola la desborda. Es por eso que habla sobre su presente y el trabajo en conjunto que hizo con su marido, Daniel Vila, y el padre de su hijo, Bruno Lábaque, para alcanzar una armonía total en esta gran familia ensamblada.

Pamela David en la tapa de GENTE.

Por qué no quiere dejar de trabajar y cómo convive esto con su familia

"Cuando yo empecé Felipe venía al teatro conmigo, pero no se acuerda porque era muy chiquito. Yo a mis hijos les digo que tienen una mamá laburante", dice sin dudar luego de más de dos décadas y media de trabajo.

"En una época llegué a tener tres trabajos", rememora. Y detalla: "Era vedette de Nito Artaza, hacía un infantil y a la noche iba de panelista a Animales Sueltos. No paraba realmente y así me compré mi casa y mi auto. A ellos les cuento cómo fue mi esfuerzo por el que pude ganarme mis cosas".

—¿Tu familia te pides que cortes con el trabajo?

—Lo hacen y me lo piden. Por ejemplo el año pasado ellos querían viajar por la Copa América. Ellos querían viajar y saben que a mí me cuesta.


—¿Por qué te cuesta tanto?

—Porque me gusta trabajar. Tengo compañeros que cubren holgadamente el espacio y no es que se nota la ausencia. Yo extraño trabajar. Cuando me fui a la Copa América me llevé todo el equipo del canal y yo insistía en salir desde allá y no... No siempre se da la oportunidad y al final no lo pude cubrir. Ahora lo hicimos, se dio y quiero repetirlo en los próximos años. 

"Yo extraño no trabajar", confiesa Pamela David en Pinamar.

—Tenés 46 años y llevás la mitad de tu vida trabajando, ¿dónde te buscás desafíos?

—Aparecen día a día. Las primeras veces que vine a Pinamar tenía 20 años y ahora sigue la misma gente. Me gusta reencontrarme con la gente histórica de acá. 

—¿Te lleva a revisitar tu pasado?

—¡Sí! Me gusta y además es algo que le puedo contar a mis hijos. Ahora hay nuevas plataformas y otros tipos de figuras como los streamers e influencers. Yo les digo a los chicos: "Ustedes no saben, pero cuando mamá salió de El Bar TV iba al teatro. Antes se firmaba el autógrafo...". Hoy disfruto de entrevistar yo y estoy en el lugar de comunicadora y me encanta.

—Siendo padres que están bien económicamente, ¿Cómo se les transmite a los hijos la cultura del esfuerzo?

—Lo primero es que a Daniel se le ocurrió hace un par de años darles una mesada y con eso ellos tienen que resolver sus gastos. Por supuesto que nosotros nos hacemos cargo de cosas como el uniforme de colegio o el gimnasio porque es por su salud. Si hay un gusto que se tienen que dar porque hay unas zapatillas que les encantan, tienen que ahorrar de su plata y comprarla. Feli ya está grande igual.

"A ellos les cuento cómo fue mi esfuerzo por el que pude ganarme mis cosas", dice la conductora sobre las charlas que tiene con sus hijos.

Ser madre de un adulto y cómo funciona su familia ensamblada

Pamela David y Bruno Lábaque estuvieron casados durante dos años. De esa relación nació Felipe, su único hijo en común. Tiempo después, la conductora comenzó su amor con Daniel Vila y, lejos de las discordias familiares, entre todos pudieron armar una atmósfera de cuidado y contención para el joven que ya alcanzó su mayoría de edad.

—Felipe ya tiene 18 años, ¿cómo te sienta tener un hijo entrando en la adultez?

—Muy orgullosa. De verdad mis hijos son buenos y no fue magia. Nos rompimos el alma. Tuvimos muchos enojos en el medio, muchos límites y hoy es un orgullo vernos así. Por ejemplo, Feli estuvo parando en la casa de Celina Rucci en Punta del Este y ella me decía: "Me muero de amor con el caballero que criaste. Te lo tengo que decir. Es educado, lava sus platos y hace su cama". 

—Qué lindo halago, ¿no?

—El mejor. Que alguien me diga que mi hijo está bien criado es el mejor piropo que me pueden hacer. Es un trabajo en conjunto con Daniel. Obviamente arranca una etapa diferente en la que él es mayor de edad. Ahora él toma sus decisiones.

—¿Encontrás cierto relajo en que haya pasado la adolescencia?

—Y... No se llegó a poner tan rebelde porque lo agarramos a tiempo. Lola tiene 12 años y me va a costar porque es más parecida a mí. Feli de chiquito era un terremoto. Cuando yo empecé a salir con Daniel tenía unos celos enormes. Tenía 3 años... Yo creo que pusimos a tiempo los límites con amor. En nuestra casa el no es no. Eso les da fortaleza.

David posa espléndida en Pinamar.

—¿Tienen algún método de crianza en particular?

—Obviamente este tema lo he llevado a terapia porque es re difícil criar hijos para que sean seguros y fuertes. Muchas veces se me estrujaba el corazón. Es más fácil darles algo que negárselo. Más en una posición cómoda es más simple solucionar y comprarle lo que quiere a tener que aguantarlo con la cara larga. Eso fue en una época y por eso creo que los agarramos con tiempo a los dos. Igual, es un día a día. Nunca uno está tranquilo. Pensá que salen a bailar y empiezan a tener otras amistades y uno nunca puede estar tranquila. De todos modos, él tiene un entorno divino y los adoro.

—¿Estás muy encima de quiénes son sus amigos o dónde sale a bailar?

—Se dio muy natural. No le estoy encima porque tiene un grupo hermoso. Ellos son muy amigos y nos conocemos con las mamás y me hice amiga. No es necesario que esté encima de los chicos. 

—Mas allá de esta relación con su círculo de amigos, ¿tenés una relación de confianza con él?

—Sí, porque él es un chico muy tranquilo. Ahora está de novio con una chica que le hace bien. De repente empezó a aprobar todas las materias. 

—¿Cómo es Pamela como suegra?

—Te cuento, pero les va a molestar un montón que hable de ellos. Ella es divina y es de libra como la mamá. Me cae mil puntos y verlo a él enamorado me encanta. Es un pollerudo y me encanta que sea así.

—¿Le das consejos o tienen charla de cómo tratar a las mujeres?

—No... Me los guardo porque siento que él tiene una naturaleza limpia. Con Bruno siempre nos preguntamos a quién salió. Con el papá de Feli nos reímos porque nosotros a su edad no éramos como él. Nuestro hijo es un señorito inglés. Es por eso que lo dejamos ser ya que viene bárbaro y es algo suyo. Le pertenece. 

"Que alguien me diga que mi hijo está bien criado es el mejor piropo que me pueden hacer", expresa con orgullo.

—Por lo que me contás también quedó muy bien la relación con Bruno Lábaque...

—Sí, en los primeros tiempos de separados ninguno de los dos se aguantaba. Con Bruno éramos amigos antes de ser pareja y después estuvimos juntos. Cuando nos separamos él me permitió criar a Felipe. Nunca usamos a nuestro hijo de rehén. Bruno nunca objetó nada. Por el contrario, siempre tiene palabras de elogio con Daniel. Además él ahora está con su esposa Casandra y desde que la conoció yo estoy tranquilísima. Felipe ama a Cas y hasta le dice "te amo". 

—¿No te genera celos?

—No me genera porque me da tranquilidad. Me pasa que en el programa vemos muchos casos actuales o de espectáculos en los que hablamos de familias y no puedo entender cómo hay padres que no se alegran cuando sus hijos son amados por la pareja del otro. Mis padres se separaron y mi mamá recibió a mis hermanitos desde siempre. Para mí no había otra opción. Nosotros somos cuatro.  Si bien lo criamos nosotros, ellos siempre estuvieron.

—Qué bueno haber podido dar esa vuelta en la relación

—Es más, te voy a contar algo: Daniel fue a ver a Bruno jugar en el primer verano que estuvimos juntos. Es una muestra y es un gesto lindo. Fue con Feli a ver al papá. Eso te marca una relación de cordialidad. Siempre digo lo mismo, pero yo a él le digo "padre de Feli". Llamar al ex como un simple ex es otra cosa. Para mí él es el padre y va a ser eterno.

—Me decías que Feli cuando tenía 3 años le costó aceptar la relación con Daniel

—Jugaban a la luchita y no sabés las piñas que le pegaba de chiquito a Dani. Pero ahora Feli le dice a Daniel que lo ama. Yo veo eso y directamente lloro. Felipe me va a matar porque estas cosas pertenecen a su intimidad. Lo digo porque una se siente orgullosa. No sé cómo fue el click entre ellos porque mi hijo era muy chiquito cuando conoció a Daniel, pero ya tienen una gran relación.

Pamela David habla sobre la familia ensamblada que formó.

—¿Se molesta cuando hablás mucho de él públicamente? 

—¡Ay, sí! No me dejan subir fotos de ellos en las redes sociales. Son unos pesados... Las fotos de ellos es una decisión de ellos. 

—Felipe ya terminó el colegio, ¿sabe qué quiere hacer a futuro?


—Sí, hizo un test vocacional y le salió Gestión de medios. Le quedó algo en el ADN. A él más que estar en tele o radio le gustaría producir eventos que tendría una pata más comercial. Le gusta asistir y organizar eventos. Luchi, la hija de Daniel, tiene 21 años y ellos se dicen "hermanos". Van a fiestas juntos, se van de vacaciones juntos como hermanos... Yo creo que hicimos las cosas bien.

—Lo contás y sonreís de inmediato...

—Es que es hermoso. Está todo encaminado. Toco madera. Saco la foto de este momento y quiero que sea eterna.

Qué quiere hacer Lola a futuro y cómo es la relación de ambas

La llegada de Lola terminó de sellar la relación entre Pamela y Daniel. Orgullosa de ella, la conductora habla sobre lo que tiene en común con la casi adolescente, su incipiente carrera como modelo y los recaudos que toma con su exposición.

—Comentabas que a Lola la ves muy parecida a vos

—Es más rebelde. Capaz que porque lo agarró más cansado al padre y la deja hacer más cosas. Dicen que el hijo con el que más tenés momentos tirantes es el más parecido a vos. Cumplo con la regla. Me encanta porque ahora Lola quiere desfilar. Ya hizo desfiles. Es algo que le gusta. Lola estudió modelaje en la escuela de Anamá Ferreira y quiere volver a estudiar porque así tiene más contacto con ese mundo. En otra época estas cosas se hacían por medio de las agencias, pero ahora veo menos...

—También están las redes...

—Sí, pero redes no queremos. Tiene un TikTok y a mí no me gusta ni un poco. Con el padre se lo estamos mirando y estamos ahí presentes. El tema es que todas las nenas tienen y se lo dejé tener. No soy tan estricta porque tampoco la quiero dejar afuera. Además ella es muy madura, te das cuenta cuando hablás.

—¿De qué suelen hablar?

—Te habla de igual a igual de lo que quieras. De hecho ella tiene amigas más grande. Es más madura.

"Lola es más rebelde", confiesa Pamela sobre su hija menor.

—Vos recontra transitaste el mundo del modelaje, ¿algo de eso te preocupa para ella?

—El hate me preocupa mucho más. Es algo que lo he vivido en carne propia. Es por eso que quiero darle herramientas para que pueda lidiar con eso. Una vez Lola me vio enojada y del enojo apoyé muy fuerte un cepillo y se quebró. Fue un shock y le dije que estaba nerviosa porque estaban diciendo muchas boludeces. Le mostré las cosas que decían, que sé que no son ciertas, porque me dolía. Quise hablarlo con ella porque a ella tal vez le pasa que digan cosas de ella que no son verdad.

—¿Qué te dijo ella?

—Me dijo que me quedara tranquila. Ella es muy madura con estas cosas, pero a mí me quedó marcado.


—¿Te acordás qué te había enojado tanto?

—No me acuerdo exacto, pero eran mentiras. Cuando uno se mete en política tiene más hate. El tema es cuando vos decís lo que no quieren escuchar. 

—¿En este momento te sigue pasando?

—Sigue el hate, pero pasó el enojo. Estaré equivocada, pero habla más del otro que de mí.

—Uno pensaría que después de más de 20 años de carrera los comentarios ajenos ya no te llegan...

—Sí y te molestan. A veces se meten con la familia y eso para mí es sagrado. Te sigue afectando. Tendría que haber alguna legislación. No puede ser que cualquiera diga cualquier estupidez... Tiene que haber responsabilidad en lo que uno escribe, porque sino yo con el micrófono puedo difamar a cualquiera y no es así. 

"A veces se meten con la familia y eso para mí es sagrado", dice con seriedad.

"Las injusticias sociales no me van", la conductora y su mirada sobre la actualidad

"Estamos en una luna de miel", opina Pamela David mientras se pone seria y mantiene su opinión sobre el presente político y social del país. Lo cierto es que en los últimos años, la conductora no escapó a los temas de actualidad pese a las grandes críticas que recibió al respecto.

—Desde Desayuno Americano tocás temas más sensible, ¿te afecta?

—A mí me llegan los temas sociales desde siempre. No es algo ahora. Me involucro y estoy consciente, no estoy en una nube. Nunca me olvido de dónde y cómo me crié. Sé quién soy y tengo llegada mucha gente que me hace saber su realidad. También estoy involucrada con el mundo empresarial. Tengo una opinión y admito que puedo equivocarme, pero las injusticias sociales no me van.

—¿Qué es lo que más ruido te hace?

—No me parece meterse con la educación y/o salud pública. Son cosas por la que nuestro país era ejemplo. Me pregunto a dónde va todo ese dinero que dejaste de poner... Es difícil hablar, pero no lo voy a dejar de hacer.

—Lo hacés y corrés un riesgo...

—Sí, claro. Corrés el riesgo de que haya gente que no le guste escucharme. Me pasó mucho el año pasado. Hubo un cambio de gobierno completamente opuesto a lo que estuvo pasando. Es entendible que sea incómodo. Estamos en una luna de miel... Si después de que te casaste te diste cuenta que te equivocaste vas a mirar para otro lado o tal vez vas a tener esperanza de que las cosas cambien. También podés elegir dar un tiempo porque es muy pronto. También hay vergüenza... Mucha gente tiene vergüenza.

—Así y todo no dudaste en dar tu punto de vista 

—Es riesgoso porque trabajamos muchas personas en esto. Hay un equipo de producción enorme y si repercute en el resultado del programa es un problema. Hay muchas cosas que bajamos y no hacemos porque el público que está en la luna de miel no lo quiere ver. Son decisiones conjuntas con todo el equipo.

La conductora de Desayuno Americano (América TV) habla sobre las críticas que recibió como comunicadora.


—Te posicionaste como una figura fuerte de la televisión, ¿te imaginás en un streaming u otro formato diferente a los tradicionales?

—¡Me da miedo! Me siento grande (Risas). No descarto nada igual. Me pasa que Desayuno Americano me dio una fuerza muy grande. Yo pensé que se iba a terminar porque hay un refresh en la programación de América TV. Este es el trabajo que más amo y en el que más me involucré.

Conductora, modelo y empresaria: las mil ocupaciones de Pamela David

Con más de 25 años en los medios de comunicación y tras reinventarse continuamente, la conductora habla sobre las ventajas de tener "los huevos en diferentes canastas" y algunas de las ocupaciones que más la motivan. Una de ellas es la creación, desarrollo y promoción de Mel, la marca de vino en la que lleva adelante desde 2021.

—Además de modelo y conductora hace tiempo te dedicás a la creación de tus vinos propios

—¡Si! Tengo los vinos, pero es algo chico. Igual, desde el comienzo me involucré en todo. Desde comprar las uvas y elegir la etiqueta. Nació de mí y de la generosidad de Diego Banfi que tiene la bodega Piccolo Banfi. Trabajo con su enólogo en lo que a mí me gusta. Es exquisito y es un vino de calidad. Va creciendo de a poco... 

—¡Estás en todo!

—Sí, ahora también tengo un negocio en Mendoza en el hotel que tiene Daniel que se llama Puesto del Indio. Ahí armamos un shop en el que vendo ropa, zapatos, cosas de cuero, cuchillos y cosas que cuando viene un extranjero se quiere llevar de Argentina. 

Pamela David creó su propia marca de vinos y está detrás de todos los detalles.

—¿Cómo hacés la curaduría de los productos?

—Estoy detrás de cada cosa que está en el almacén. Cada producto lo compro yo y lo llevo. Tenemos productos de muchas provincias diferentes.


—¿Cada cuánto van a Mendoza?

—Viajamos todos los fines de semana durante el año. Ahora que estoy instalada en Pinamar no puedo. Daniel sí va y viene. Cada vez que viaja le hago encargos. Ahora lo estoy enloqueciendo con unos cubiertos de alpaca que necesito que lleve. A mí me gusta tener los huevos en varias canastas. 

—¿Se imaginan instalarse en Mendoza como lugar de residencia?

—La verdad es que no. Tenemos que ir y venir porque está el hotel y hay que estar, pero a mí me gusta Buenos Aires y soy bicho de asfalto. 

"A mí me gusta estar en Buenos Aires", confiesa David.

Así está hoy la relación de Pamela David y Daniel Vila

Luego de una década y media juntos, Pamela David habla con alegría al referirse sobre su esposo Daniel Vila. Feliz con su presente y su familia ensamblada con el empresario, la conductora da algunas pistas de las claves para mantener un amor durante tantos años y cuáles son los momentos de distención en medio de tanto trabajo.,

—A más de 15 años del inicio de tu relación con Daniel, ¿cómo están ahora?

—¡Ay, re bien! Lo que nos pasa ahora es que los chicos crecieron y hay cierta independencia.

—¿Cambió la dinámica del vínculo?

—Sí... Yo grito cuando alguien dice qué horror el nido vacío. Nosotros estamos esperando con el reloj... Es en serio. Vayan nomás... Con él estamos re bien. Creo que la confianza y la seguridad es algo que se construye. Es algo de los dos. Me encanta que haga lo que le hace bien y lo que le apasiona. Para mí él es un ejemplo porque tiene 71 años y no para. Me gusta que él sea tan activo.

Pamela habla sobre su hermoso presente con Daniel Vila.

—¿Cómo mantienen este amor durante tantos años?

—Y, no sé. Es raro porque no tengo el secreto. Sentimos mucha libertad. Ahora nosotros podemos volver a cualquier hora porque los chicos se levantan solos. Ya crecieron... Está buenísimo. Si te tengo que dar un dato sobre nuestra relación es que siempre nos decimos la verdad desde el primer día por más incómoda que sea. Creo que es eso lo que confianza. Para mí no hay tantas parejas así. Es algo que hablamos mucho.

-¿Tienen mucho diálogo?

-Uno de los dueños del parador desde el que transmitimos el programa dice que no entiende que cierre el local y nosotros seguimos hablando. No sé de qué, pero siempre tenemos algo para charlar. Deben ser nuestras cartas natales o algo porque no es tan común. 

"Siempre nos decimos la verdad", destaca la conductora sobre la clave de su relación con su marido.

—Trabajas en el programa de TV, estás con los vinos y mil cosas más, ¿cómo frenan toda esa rutina para encontrarse un tiempo para ustedes?

—A la noche. En Buenos Aires es igual porque laburamos siempre un montón. La cena con la familia es muy importante. Nosotros comemos temprano y los chicos rajan temprano. La sobremesa es el momento para tener el diálogo. 

—Se te nota tranquila con tu presente

—Sí, han pasado cosas duras... Eso hay que enfrentarlo. No es todo de rosas, pero uno suele hablar más de lo que está orgulloso. Aparte creo que está bueno poder inspirar que sí se puede. Esto es algo que aprendí con Daniel porque cuando hay un problema él me pregunta: "¿Cómo resolvemos esto?".

Fotos: Rocío Bustos
Arte de tapa: Darío Alvarellos
Retoque: Julieta Scavino

Agradecimientos: Gustavo Martínez

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