Mauro Szeta no es un periodista de policiales cualquiera: él rompió con los moldes y estructuras, decidió agregar histrionismo y espontaneidad a cada una de sus informes y entrevistas. Detrás de este periodista metódico, preciso y obsesivo – tal como se describe – con la veracidad del dato que está por revelar hay un personaje, “totalmente natural”, con una personalidad súper divertida que deja entrever cuando se distiende el clima en el El noticiero de la gente de Telefe o en Cortá por Lozano, los dos ciclos en los que trabaja a diario.
En este marco, uno de los máximos referentes del periodismo policial protagoniza el Intimo de la Semana de GENTE. Distendido -luego de casi dos horas de fotos y videos con el equipo audiovisual de GENTE- se dispone a dar inicio a la entrevista sin ningún apuro.
Sentados desde el cómodo living de su departamento de Almagro, en el que convive con su esposa Clarissa Antonini, el periodista y escritor argentino habla en exclusiva sobre los puntos de desconexión que fue encontrando a lo largo de su carrera para separar su rol periodístico de su vida privada; sobre su tipo de familia "no convencional"; su debut como abuelo y la injusticia e inseguridad que "sofoca a la Argentina".
-El rubro periodístico en el que te especializás es un mundo cargado de información cruda, trágica y dramática. ¿Cómo hacés para que tu trabajo no invada tu vida personal ?
-Es muy difícil. Cuando uno se conecta con el trabajo pierde mucha energía, la cabeza te explota. En mi caso, la desconexión entre mi trabajo y mi vida personal la encontré hace cinco años atrás haciendo un curso de cocina. Fue mi primer punto de desconexión en el que me distraía por un momento: logré dejar de mirar el celular para chequear información y eso me resultó muy importante.
-Qué otras actividades o hobbies tenés que te permitan despejarte y salir de tu rol periodístico.
-Te lo simplifico en cuatro rubros: cocina, fútbol, viajes y música. Esos son mis principales pilares de desconexión. Además de la cocina, otra de mis grandes pasiones es ir a la cancha a ver jugar a Estudiantes de La Plata. Es un momento importante para mí, especialmente porque creo que los hinchas de Estudiantes no gozamos el fútbol, sino que lo sufrimos. No nos da placer ir a la cancha. Da placer si ganamos, pero eso termina siendo un acto de sufrimiento y, tal vez, el placer está en ese sufrimiento, en el que sentís siempre que hay una agonía que esta por ocurrir.
-No encontrás cierta analogía con lo que experimentás cuando estás siguiendo un caso policial…
-Sí puede ser. Uno está tenso durante el partido, pero necesita de esa tensión. Eso me pasa cuando voy a ver a Estudiantes. Por lo general los hinchas de otros clubes te dicen: "Voy a pasarla bien, me voy a divertir". Sin embargo, para mí es tener un momento de tensión y sufrimiento interesante. Los hinchas de Estudiantes de La Plata casi que todos vibramos el fútbol como una cosa de sufrir. Para nosotros es una agonía, es estar como en un vértigo que está buenísimo, que es único, porque te lleva al borde del infarto (Se ríe).
Los viajes ahora tienen un buen reemplazo
-Nos faltaría hablar de los viajes y la música....
-Respecto a los viajes, antes de la pandemia era sistemático tratar de buscar con Clarissa un destino para conocer, para caminar, para pasear. Viajar me genera mucha satisfacción y mucha adrenalina. Solíamos realizar vacaciones en pareja todos los años, dos veces por año. Ahora eso cambió por la pandemia, sin embargo, encontré con el placer del paladar en el whisky un nuevo experimento de incursionar en una vida diferente. Siempre tomando con moderación y responsabilidad.
- Supongo que la música sigue presente en tu vida
-Si, pero debo reconocer que en este tiempo dejé de escuchar música como antes. Vivía con un nivel de estrés tan alto que necesitaba, cada tanto, parar y poner un CD para escuchar música y relajarme: era algo cotidiano. Repasaba entre 15 o 20 temas de un mismo autor, eso me gustaba muchísimo, debería recuperar ese hábito....
-¿Sentís que hay algo de tu personalidad que trasladás a todas tus actividades diarias?
- Sí, claro: soy metódico, obsesivo y no me gusta equivocarme. Eso es igual en el trabajo y en todos los ámbitos de la vida. Por ejemplo, con la cocina, me había enganchado muchísimo con elaborar mis propios platos y saber exactamente qué ingredientes estaba consumiendo. Así que, cuando me ponía a cocinar, seguía al pie de la letra las recetas. En ese sentido, si tuviese que trasladar la precisión que trato de tener al momento de comunicar lo llevaría al contenido de una receta.
Lo primero es la familia
Mauro Szeta ha expresado en reiteradas oportunidades el amor que siente por su familia: su padre Enrique, su madre Felisa y su hermano Darío, reconocido filósofo y escritor argentino. Y esta no fue la excepción. “Soy una persona muy familiera”, expresa el periodista y confiesa que con la pandemia pasó un momento difícil al tener que estar alejado de sus padres.
Sin embargo, aunque nada tuvo que ver el COVID-19, hace poco más de tres meses el periodista de Telefé pasó por una “triste etapa” tras la muerte de su madre. Asimismo, afirmó que hoy se encuentra cuidando a su padre quien está complicado de salud.
-¿Alguna vez sentiste que pusiste a tu familia en peligro por tu trabajo?
-Protejo mucho a mi familia, trato de no poner en riesgo a nadie, de no meterlos en mis problemas. En ese contexto, todo el tiempo siento que los casos que cubro me mortifican. Es el concepto del sufrimiento. Por otra parte, uno tiene la responsabilidad de que lo que se dice e informa puede dañar a otras personas, así que se tiene que ser preciso con la información. Por lo tanto, siempre está ese sufrimiento de saber si el dato es exacto y si está corroborado.
-¿Qué recuerdos tenés de tu mamá?
- Mi mama era muy fan mío, hablábamos mucho del laburo, ella era una fanática de la televisión. Opinaba sobre lo que yo hacía y era muy crítica con los medios. Tenía una mirada interesante, había estudiado para ser crítica de cine así que tenía una gran capacidad de análisis. Recuerdo que del laburo me preguntaba mucho por el detrás de escena: quería saber si era verdad alguna situación que haya pasado delante de cámara, por ejemplo. Con mamá también nos pasábamos películas y recomendábamos series. Era muy fanática del cine, tenía una videoteca con las películas que colecciono a lo largo de su vida. Gracias a mi madre estudie periodismo, ella estudio periodismo primero y me lo recomendó. La extraño mucho (expresó melancólico).
-Y de tu padre Enrique, qué sentís que te queda como persona.
- Con ‘papi’ también es una relación hermosa la que tengo. De él aprendí el valor del trabajo y la responsabilidad. Siento que lo tengo muy marcado gracias a él. Definitivamente algo que heredé de mi padre fue la responsabilidad, el trabajo y la decencia.
Un abuelo incondicional
Si bien, Mauro Szeta creció bajo un seno familiar tradicional. El periodista que llegó a independizarse de sus padres a los 20 años confiesa que “nunca tuve una concepción de tener una familia convencional. Nunca creí en esos modelos estereotipados del componente de matrimonio y dos hijos”. De hecho, el periodista de Corta por Lozano actualmente convive con su esposa Clarissa Antonini, con quien se casó hace tres años luego de una relación de poco más de una década, y disfrutan de la crianza en conjunto de su “nieto de corazón” Lucca, dado el caso que nunca llegó a ser padre.
-¿Te hubiera gustado ser papá? Se comenta que sos un muy buen abuelo…
- Me hubiese encantado ser padre, pero me parece que ya estoy tarde para eso (Se ríe). Nunca tuve la concepción de ser papá, no lo tuve como una imposición, no es que se me fue la vida en eso. Pero en algún momento me hubiera gustado serlo y lo postergué. Este trabajo te obliga a relegar muchas cosas.
-¿Pensaron con Clarissa en adoptar un hijo?
-No está en nuestros planes. Ahora disfrutamos mucho de la crianza que llevamos adelante con mi esposa Clarissa de nuestro nieto Lucca, el hijo de Camila, la hija de Clari.
-¿Qué cambió en tu vida con la llegada de Lucca?
-Nunca fui querendón de los niños. Clarissa me dice: "No te bancabas o interesaban los chicos ni los perros" y acá llegaron perro y chico de una. Antes no le daba bola a los perros y ahora puedo quedarme jugando con Flora (la perra de su nieto) horas. Lucca me mejoró la vida, me hizo ver una faceta mía que no contemplaba (sonríe).
-¿Cómo sobrellevas la condición particular de tu nieto? Hace un tiempo hiciste público un inconveniente que tuvieron en la primaria a la que asistía
- Lucca tiene Asperger, un síndrome que forma parte de los trastornos del espectro autista, y mi desafío como abuelo es conectar con los tiempos que él quiere, no nosotros como adultos imponerle nuestros tiempos. Es un desafío maravilloso porque estamos acostumbrados a apurarlos, a querer que el nene responda cuando uno tiene ganas y en realidad Lucca es quien decide cuándo tiene ganas de conectar con vos.
-¿Qué es lo que más te gusta de Lucca?
-Soy una persona que no le gusta los moldes. Nunca me gustó el prototipo de nenes que responden a las pretensiones de los padres y repiten lo que le piden los padres. Lo que me fascina de Lucca es que tiene un costado que no responde a ninguno de esos estándares.
-¿Qué podes decirnos que te haya enseñado o mejorado tu nieto como persona?
- Lucca me enseñó sobre la paciencia y a escuchar al otro. Aprender que a veces no se tiene que sentir que el adulto tiene que ser el que prima. Valoro mucho las generaciones más jóvenes y las decisiones del otro. También, me enseña a jugar juegos de mesa, no tengo ni idea yo. Esa es una forma interesante que encontramos de diversión, él nos enseña los juegos a nosotros. Es algo hermoso, es muy lindo que el nene te enseñe a jugar. Lucca me hizo recuperar el don del juego y sentarme con un grupo o en familia a jugar, es hermoso.
-¿Cómo fue el choque con la realidad a la hora de dimensionar en el entorno su condición?Supongo que no habías tenido una experiencia así antes
- Lucca fue una experiencia de cero con respecto a este tipo de situaciones. Ese choque con la realidad fue interesante, el desafío de darte cuenta que cuando te hablan de un mundo de integración e inclusión, te terminas dando cuenta que a la larga todo termina siendo un verso. En el caso de mi nieto de 8 años, le pusieron un sello de 'agresivo' y cuando jamás lo analizaron. Y eso que se suponía que estaba en un colegio inclusivo, y lo marcaron como que no lo habían aceptado en la primaria. Me pareció muy siniestro (Mauro prefiere mantener bajo el anonimato a la institución).
Su relación amorosa no convencional
Por otro lado, la historia de amor de Mauro Szeta con la fiscal criminal Clarissa Antonini comenzó hace 11 años atrás, de cuando Mauro tuvo que hacerle una entrevista: “Me tocó a mí como periodista ir a buscar información de un caso a la fiscalía y hacerle una nota a ella como funcionaria. Así la conocí, pidiéndole información sobre un caso y desde entonces empezamos a salir”, relata el inicio de su relación, con quien es hoy uno de los pilares fundamentales del reconocido cronista de policiales.
-¿Qué es lo que te enamoró de Clarissa?
- De Clarissa me enamoró su valentía, su forma de ser: tiene un corazón abierto a todo, es una mujer con mucha energía y siempre positiva, que ama mucho a su familia y esa es una imagen que me gusta de ella. También me gusta que no es cursi, no cumple con los estándares del amor tradicional. Recuerdo que en un comienzo yo venía con la cabeza más volada, más romántica: un día estábamos caminando, era una de las primeras salidas que tuvimos en Chascomus y yo me hice el romántico. Le quise dar una flor marchita que vi en el piso y ella me miró como diciendo: ‘Esto no significa absolutamente nada’.
-Ambos tienen trabajos que se vinculan o pueden vincularse entre sí. ¿Son de hablar de casos policiales entre ustedes?
-No, no hablamos mucho de trabajo. No es algo en lo que se nos vaya la energía por hablar del trabajo de cada uno, es un punto que se charla, pero no es nuestro punto de conexión. No atraviesa nuestra charla diaria de pareja.
-¿Cuál es su punto de conexión como pareja?
- A nosotros nos encanta viajar y conocer culturas nuevas. Nuestro norte son las vacaciones como un punto de conexión entre nosotros. Nuestra luna de miel por ejemplo fue maravillosa, en Turquía. Otro viaje que hicimos en su momento fue Maldivas, un lugar exótico al que no creo que vuelva nunca más en la vida. A Clarissa y a mí nos encanta viajar y tener historias de cada lugar, y recordar historias en cada lugar. Disfrutamos complementando el descanso con la cultura y la historia. Nos encanta caminar mucho y recorrer mientras conocemos.
-¿Algún lugar que te haya marcado?
- Todos, cada uno tiene un atractivo distinto. Pero si tuviera que decir uno, sería Estambul. Es un lugar que se nos conjugo con la luna de miel, y nos llevó por delante con una ciudad súper moderna y a la vez cultural en el extremo oriental. Nos fascinó, nos quedamos maravillados con un mundo distinto al que no estamos acostumbrados.
-Por lo que entiendo han viajado mucho… ¿Cómo sobrellevaron esta actividad con la pandemia?
Hemos viajado por: Uruguay, Brasil, Colombia, Italia, Estados Unidos, entre otros. Viajamos muchísimo la verdad, es algo que extrañamos mucho. Pero durante la pandemia pudimos sobrellevarlo vacacionando por acá. Íbamos a las afueras de La Plata, a una casa de fin de semana. Mientras que en la ciudad, somos de salir a comer. Ahora estamos con un mambo que tengo que comer una dieta donde como 70% vegetal y 30% carne, así que estamos invertidos en la dieta de cada uno tratando de congeniar y aprender a comer comidas diferentes. Hacemos como excursiones nocturnas para conocer lugares distintos y está buenísima la experiencia. Por otra parte, vamos bastante al teatro, me gusta mucho.
-Hace algunas semanas contaste en Corta por Lozano que vos y tu esposa duermen en camas separadas. ¿Qué los llevó a tomar esa decisión?
- Con Clarissa no dormimos juntos por salubridad. A mí me cuesta conciliar el sueño, me hice estudios del sueño y yo tardo mucho en dormirme. Entonces me puedo acostar en la cama y recién dormirme a la hora. Por lo que, me pareció más sano decirle que durmamos separados. Aunque, se resiste igual, está aferrada y a veces me convence de dormir juntos.
-¿Con esto te referís a no cumplir con los estándares tradicionales del amor?
-Estoy convencido que dormir con la otra persona y hacer cucharita y esas cosas no es un acto que implique en sí el amor. Uno puede no dormir con el otro y amar. Yo pienso que dormimos mejor, aunque, Clari sostiene que estaría bueno dormir juntos todas las noches. Pero periódicamente dormimos más separados que juntos. Pero no como un acto de desprecio, sino porque nuestros horarios para comenzar el día no coinciden en la mayoría del tiempo. Me parece que está bueno que lo deseemos, pero no creo que sea un acto de amor el dormir juntos. La cucharita me parece un invento cursi.
-¿Cómo hacen cuando viajan?
- En los viajes dormimos juntos, alguna vez cuando alguno de los dos ronca mucho, uno elige el baño de los hoteles y duerme en el piso para tener la lejanía. Tapones colocados fundamental y ojos tapados para que no entre la luz. Los dos roncamos, así que, el que se duerme primero gana, porque ya el otro no puede (se ríe). Una de las situaciones que se dio para dormir separados es que al roncar los dos pasaba eso, porque el que se dormía primero el otro no podía dormirse después.
El mismo que informa, que baila y que canta
Mauro Szeta hace 30 años inició su carrera profesional en el mundo periodístico, luego de aceptar una pasantía para la agencia de noticias Telam haciendo policiales. Desde entonces, el cronista de policiales supo llevar sus pasiones por distintos formatos. Es que, el periodista no se privó de nada, y ha protagonizado hasta obras de teatro con temáticas policiales que calificó como "un desafío interesante" el llevar al teatro algunos casos policiales y buscar una narrativa diferente a la que se suele hacer en la televisión. "Encontramos otro relato distinto, donde contamos detalles que en la TV a veces no llegás a contar", expresó el periodista, quien cuenta con una vasta trayectoria profesional, que le ha valido el reconocimiento de sus pares y el cariño de la gente.
En ese marco, Mauro confiesa para el Íntimo de la Semana de GENTE que, si bien, se contactan con él miles de personas a diario: "Hay un nivel de demanda de justicia y de falta de justicia muy grande en el país". Muchas veces debe repetirse que "no es su obligación" tratar todos los casos y busca seguir adelante. No obstante, el multipremiado periodista asegura que no planea parar por ahora, y que se encuentra satisfecho y contento haciendo los informes para el noticiero de las 20 en Telefé, como también las notas de la cárcel o la sección de 'Mauro Szeta te busca', lo que lo ha llevado a sentir que "la profesión aun tiene sentido".
-A diferencia de lo que el televidente podría imaginar de vos, sos una persona divertida e histriónica y lo hemos podido apreciar en los distintos ciclos en los que participaste. ¿Cómo identificarías este personaje?
-Entendí que si el periodista se quedaba en la vieja escuela de dar solo noticias, dejaba de tener atractivo. Tengo la suerte, que en el mismo aire de la televisión, tengo la posibilidad de divertirme y mostrarme tal cual soy. Porque yo soy el mismo que informa, que canta y que baila, es mi naturaleza esa mezcla. Es mi naturaleza el de ser apasionado con mis pasiones y contarselas a la gente.
-¿Cuál es el problema de la Argentina respecto a la inseguridad?
-Para mí, la falta de plan de seguridad, pero principalmente la falsa idea de que la seguridad se combate con más patrulleros y más luces es uno de los principales problemas, creo que es un tema más social. Es que, si no cuidas y generas un nivel de vida mejor en la gente, y un nivel de educación y abordaje a las escuelas, es mas probable que las cosas de inseguridad se detonen. Sobre esta línea, muchos de los chorros que me toco entrevistar y que me contaban sus experiencias con el delito, me decían que habían comenzado a delinquir casi que imitando el modelo barrial que veían: a uno con un arma y otro vendiendo cocaína y les parecía un camino que era mas rápido, eso se resuelve con la cultura. Asimismo, debemos entender que los delincuentes son parte de la sociedad. La sociedad se los saca de encima diciendo que no tienen que ver con nosotros, pero son parte.
-¿Cuál es el rol de los medios en la Justicia?
-Creo que hay como una fantasía de que los medios resuelven los casos policiales, pero no. Sin embargo, sí, es cierto que la intervención de los medios o la llegada de un caso a los medios hace que aquellos que no quieran trabajar, trabajen rápido. Lo que, no significa que lo haya resuelto el medio de comunicación. En ese sentido, podemos decir que el medio ayuda aveces a que una investigación parada se visibilice y avance, pero no lo resolvemos, yo no hago pericias, ADN, yo me nutro de la información que me pasan aquellos que se dedican de verdad a la materia.
-Tomando el reciente y controversial caso de Lucio Dupuy como referencia. ¿Qué opinás sobre la justicia tardía?
-En general, la justicia tardía es lo que genera la impunidad o genera que maten una persona. Las investigaciones mal hechas, la justicia tardía, la incapacidad policial, y judicial es lo que termina con un resultado mucho más grave. Asimismo, las malas investigaciones permiten la impunidad o que un crimen ocurra cuando no debió haber ocurrido como el caso de Lucio. Si hubiesen escuchado a tiempo la demanda del padre y hubiesen actuado rápido, no lo hubiesen matado, o tal vez sí, pero se hubiera tratado de evitar.
-¿En qué te ves trabajando en un futuro?
-Si bien me gusta lo que estoy haciendo actualmente, me divierte, creo que me gustaría empezar a generar mi propio contenido para alguna plataforma de streaming, considero que mi experiencia y mi abordaje puede sumar mucho para generar un contenido interesante. Asimismo, me gustó la experiencia de actuar, la ficción me interesa, me gusta, por lo que creo que podría aportar algo en el cine y el teatro. Tal vez, realizar asesoramientos en el guión, aún no lo tengo del todo definido.
Fotos: Chris Beliera
Contenido multimedia: Elisabet Correa y Manuel Adaro
Edición de video: Cristian Calvaini
Producción: Caro Gagliardini
Make up y pelo: Gabriela Triay
Agradecemos a: Agustino por vestir a Mauro S. (https://www.instagram.com/agustino.oficial/)