“A lo largo de mi carrera nunca tuve que enfrentar un escándalo”. Ingrid Grudke tiene un tono reflexivo y la fuerte convicción de hablar de uno de los momentos más álgidos de su vida. Con largas décadas de exposición, la atención mediática se centró desde comienzos de este año en su escandalosa separación de Martín Colantonio, en medio de una situación de infidelidad.
“Soy la primera que entiende el morbo”, dice mientras abre su corazón en una nota íntima con Revista GENTE. Y no es para menos. Cuando todo podría haber quedado en una infidelidad más que sufre una famosa, hay condimentos que hacen que todo sea más sórdido: Andrea, quien era la esposa del sobrino de la reconocida modelo, fue una de las cinco terceras en discordia en la relación.
“No soy la primera mujer que pasa ni pasara por esto, aunque este caso tuvo un plus especial que impactó en los medios, en la gente y en mi familia”, dice.
Ambos se conocieron en Mar del Plata, en medio de lo que fue la última temporada teatral de ella. “Nos llevábamos espectacular. Era una pareja ideal porque entendía mis viajes, mi trabajo y teníamos el mismo estilo de vida. Yo creo en la gente y creí en esa relación, confiando mucho. En el último año note ciertas circunstancias. Justamente esa confianza hizo que el amor también se transforme en una sociedad comercial".
Fue así cómo le allanó el camino a Colantonio para que pueda desarrollar franquicias en Posadas, capital de su provincia natal. “Si bien en esos negocios yo puse capital y tengo la mitad de las acciones, aporté algo más: mi cara, mi prestigio y mis contactos. Algo que no tiene un valor tangible. Mi nombre era una mini pyme por sí solo, pero me pareció interesante el proyecto de pareja de emprender ese camino juntos en esa ciudad y estar cerca de mi familia para disfrutarlos después de la pandemia. En primer lugar, abrimos una heladería en la costanera, y luego sumamos otros negocios hasta que se convirtió en una verdadera empresa”, suma.
-¿Estás en contacto con Martín hoy?
-Sí, estoy tratando de acomodar esto de la mejor manera posible sin abogados. Tengo a mi contador que hace años está conmigo, quien me asesora desde 1999. Hay documentación y papeles que se tendrán que acomodar.
-¿Cómo se hace para seguir hablando después de todo lo que pasó?
-Buena pregunta. (Se le quiebra la voz) Es difícil. Yo creí mucho en él, lo amé muchísimo y confié. De golpe, enterarte de un día para otro de tantas cosas, y seguir hablando, fue mucho. Pensá que ya pasaron cuatro meses. Me puse fuerte y dije “lo tengo que hacer”. Una cosa es lo emocional, y otro lo empresarial. Hay que aprender a ser fría y calculadora.
-Desde que se filtraron esos chats en los medios hasta hoy, ¿te confirmó la infidelidad?
-No. Me confirmó la de la otra amante, Florencia, que es la encargada del gimnasio. Pero bueno… no es que me hago la superada. Entiendo que todos los seres humanos podemos tener un desliz, esa cosa animal en donde suceden cosas y bueno. Ella sigue trabajando en la empresa. En cambio, la relación Andrea, quien era esposa de mi sobrino, no me la confirmó.
-¿Es verdad que tenía cinco relaciones paralelas?
-Parece que sí, pero no puedo confirmarlo porque no tengo pruebas. Hay una persona que me lo admitió, de otra tengo pruebas y de las otras tres relaciones tengo sospechas. Para mí es difícil saberlo porque no es que soy una detective que anda investigando al otro. Sólo soy una mujer que quería creer en la familia. Para mi era fácil ver si estaba con otras mujeres o no.
-Pero justo estaba con dos empleadas.
-Exacto. Eran dos personas muy cercanas. Esa es la parte que me explota el alma porque siento una doble traición. Son personas a las que le di mucha confianza. Especialmente a Andrea que hasta se quedaba en mi departamento de Buenos Aires. Mi desilusión es también con ella. Puedo entender que se enamoren.
-¿Quién es ella y cómo entra a la empresa?
-Es nuestra mano derecha, la que maneja toda la parte administrativa de la empresa y apoderada de la misma. Ella estudiaba Administración de Empresas en Oberá con mi sobrino. Todos nos encariñamos muchos con ella porque a mi sobrino lo veíamos bien. De hecho, vivimos juntos el amor que se tenían como pareja y la propuesta de casamiento que él le hizo. Yo no tengo hijos, pero mis sobrinos son como hijos. En una cena familiar me contaron el proyecto de vida que tenían, que incluía mudarse a Posadas. Era una época en donde estaba difícil y no había trabajo. Después surgió el poner la franquicia de la heladería allá en septiembre de 2021 y le di la oportunidad de darle un trabajo bueno. Confié y creí.
-La situación con ella rompió la familia.
-Y principalmente dos parejas. Para toda mi familia, mi mamá, mis hermanas y los hermanos de Santiago esto fue terrible. Nosotros somos una familia chica, sencilla. Explotaron tres familias con esto.
El día en el que Ingrid Grudke descubrió la infidelidad
"La actitud de Andrea en el último año cambió. Empezó a tener cada vez más poder: pasó de manejar un negocio a tener cinco en su poder. Era la que viajaba cuando Martín no podía y estaba en la diaria. Era como que se creía la dueña. Ahí empiezo a sentir un cambio de actitud de ella y comienza a tener los problemas de pareja con Santiago. En diciembre de 2023 había cosas que no me gustaban de Martín. Cuando las empecé a cuestionar empezamos a tener rispideces. Traté de seguir con el trabajo. Él había cambiado ciertas actitudes conmigo, ya no me sentía cómoda", cuenta.
-¿Actitudes referidas al vínculo de pareja?
-Sí, había una distancia entre nosotros. Ya no nos entendíamos de la misma manera.
-Mientras él estaba manteniendo relaciones paralelas, ¿Evitaba el contacto romántico o sexual con vos?
-Siempre era divino y amoroso. Para mí era difícil darme cuenta de esto porque yo viajaba mucho. Todo junio de 2023 estuve sin verlo y en julio viaje para un evento. Lo justificaba más por el lado del trabajo porque siempre me decía que tenía problemas con los negocios.
-¿Cuál fue la primera alarma que tuviste?
-Justamente antes de esos viajes. Una de mis mejores amigas, Nancy, que vive en el mismo edificio en el que yo vivo cuando estoy en Posadas, me llama para tomar unos mates. “Amiga, yo no sé si esto es cierto, pero si llega a serlo no me voy a permitir no haberlo contado. El rumor en Posadas es muy fuerte. No quiero perderte como amiga, pero acá todo el mundo dice que Martín tiene una relación con Andrea”. Mientras tanto, Nancy lloraba y me abrazaba. Yo estaba impactada.
-¿Por qué te dijo eso? ¿Sabía algo más?
-Primero, los rumores eran fuertes. Pero en febrero de ese año, Adriana, que limpia en casa y que también trabaja en lo de su amiga, la vio a Andrea en la pileta con Martín y estaba usando una bikini mía. Hasta me da vergüenza contar esto, pero es la verdad. Ella identificó rápido la prenda porque es quien acomoda mi ropa. Supuestamente Andrea en ese momento estaba angustiada porque estaba en crisis con Santiago. En el edificio la veían entrar más veces de lo normal. Era una situación de novela porque Adriana se lo contó a Nancy y debatieron si contármelo o no.
-Pueblo chico, infierno grande. Todos, a espaldas tuyas, hablaban de lo que pasaba.
-No los culpo. Hasta mi hermana ha escuchado los rumores en Posadas.
-¿Ellos se paseaban como una pareja en la ciudad?
-Frecuentaban lugares y, por las actitudes de cercanía que tenían, amigos de mi sobrino me llegaron a decir que eso era más que una relación comercial. Yo pensaba: Martín es un jefe exigente. Si yo estoy recién separada me quiero ir con una amiga, no a tomar sol con mi jefe. Pero hay que preguntarles a ellos qué les pasó por la cabeza. Por momentos me río. Lo pienso y…
-Pero te costó llegar a este momento en el que te reís.
-Sí. Pero aún lloro. Trato de relajar, aunque es un choque de golpe. Uno va teniendo señales, les da la oportunidad que te digan las cosas…
-Contame más de ese momento, ¿Cómo fue?
-Los senté y les pregunté: “¿Entre ustedes pasa algo? Si algo pasa, díganmelo”. Si me decían “sí, nos enamoramos” todo hubiera sido más fácil. Me lo negaron y se ofendieron. Puedo entender la infidelidad, una equivocación o que se hayan enamorado. Pero a mí me hubiera gustado la sinceridad. Hubiera sido otro el impacto en mí. No tuvieron piedad, no me tuvieron lástima.
-¿De qué forma reaccionaste?
-En el momento es como que te quedás paralizada. Lógicamente no dormí en toda la noche. Me afectó mucho. Sentí como una presión en el pecho. Los mensajes eran específicos y dejaban en claro que había una relación de confianza. Leí mensajes que se mandaban delante mío. No quería creer, te juro. Me parecía muy fuerte. Era una noche en la que estábamos los tres en mi departamento, ella se iba con unos amigos y él le preguntó “dónde puedo darte un beso antes de irme” y se ponían de acuerdo para besarse en el ascensor de mi edificio mientras yo cocinaba. Siento que hay momentos del chat que son fuertes y se burlan.
-Cómo cuando se mandaban la noticia de una situación similar que ocurrió en Brasil de una sobrina que se enamoraba de su tío.
-Creo que era un jugador que tuvo un hijo con la sobrina de la ex. No era necesaria esa burla. Tuvieron la mala suerte de que vi eso. Hay muchos diálogos.
-¿Más que los que se vieron?
-Sí.
-¿Qué se decían?
-Frases como “te amo Martín”, “vamos a hacer que esto funcione”. En el medio ella le recordaba a él que yo tenía que firmar el contrato de alquiler del gimnasio del que soy garante. Yo sé lo que vi y lo que leí.
-¿Qué viste?
-Imágenes de ellos juntos dentro de la conversación en donde estaban abrazados. Ella le decía “me estoy comiendo a mi tío” y él le respondía: “Cuando quieras hacer el amor con el jefe, avisame”.
-¿Ellos ahora siguen con el vínculo?
-Siguen trabajando juntos. La que se retiró fui yo. No puedo estar cerca de él. Me hace mal. Trato de mantener un diálogo porque sé que tengo que acomodar cosas, pero ya se terminó todo.
El desafío de volver a apostar al amor
La pregunta de cómo se vuelve a confiar en un hombre es inevitable. Y ella también se la hace. "Es una buena pregunta. La vida continúa y no podemos meter a todos en la misma bolsa. Si es una buena persona, puedo volver a confiar. El día de mañana puedo tener una pareja y no voy a comparar con esto. Me hago cargo de lo que pasó, me dolió mucho y creo que el día de mañana, cuando todo pase, si aparece alguien voy a apostar de nuevo", dice a Revista GENTE.
-¿El estigma de ser víctima de una infidelidad pesa?
-No. Hay una bajada de línea religiosa e hipócrita. Ser un matrimonio perfecto es lo ideal. No sé si el humano está tan preparado para eso. Todo el tiempo saltan infidelidades de matrimonios de todo tipo. Cuando decidís hacer una pareja hay códigos y reglas que se eligen entre dos. Hay ciertas barreras que no se pasan.
-Hablando de esas reglas, ¿tendrías una relación abierta consensuada?
-Yo apuesto a la pareja clásica donde haya libertad en base a las formas de ser. Si la infidelidad hubiera sigo con una mujer que no conozco, miraría para el costado. No creo que me hubiera afectado tanto.
-Entonces seguirías con Martín.
-Yo creo que sí. Pasa en todas las parejas. Pero acá se pasaron límites que me hicieron daño y no puedo confiar más. Si tenés un derrape no me quiero enterar. No sirvo para la doble vida. Yo no podría estar con dos o tres personas al mismo tiempo porque me delato sola.
Entrevista: Leandro Mazza @leandromazzaok
Fotos: Chris Beliera @chrisbeliera
Video: Miranda Lucena @mirulucena
Retoque y arte de tapa: Gustavo Ramírez y Darío Alvarellos
Estilismo: Ale García @alegarcia360
Maquillaje y peinado: @natalipomasonccomkp para @sebastiancorreaestudio
Agradecemos a: @adot.azevedo @benito.oficial y @lachicadelosstilettos
Agrademos por la locación a: @clarahoussay
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