Hernán Lirio no titubea a la hora de hacer sentencias sobre su vida profesional. Es que desde chico que decreta y cumple sus deseos en el medio, casi con una fe ciega.
Apenas tenia 10 años cuando, viendo Grande Pa en su casa de Villa María, Córdoba, le dijo a su papá que: “cuando sea grande voy a vivir en Buenos Aires y voy a trabajar en Telefé”. La vida del conductor nunca fue fácil. Su mamá murió de cáncer cuando él tenía un año y hasta que su papá se volvió a casar, lo criaron entre su papá y algunos de sus siete hermanos. “mi viejo era camionero y los recuerdos más lindos de mi infancia son en el camión con el. Lo acompañaba por todo el país. A veces parábamos a comer en la ruta y el me daba de comer a mi y me decía que él no tenía hambre. Después subíamos al camión y el comía un salame con galletitas porque decía que era lo que más le gustaba. Hace poco, hablando con mi psicóloga, le conté eso y me di cuenta que él lo hacía porque el dinero le alcanzaba justo y no quería que yo pase hambre”, cuenta quien hoy conduce “Feliz vida” todas las noches a las 00:00 hs. junto a Bernardo Stamateas con muchísimo éxito en Crónica HD y comparte sus viajes por el país y el mundo en www.gente.com.ar.
En diálogo con GENTE, Lirio revela su historia de lucha apenas llegado a Buenos Aires cuando llegó “a probar suerte” y se instaló en una pensión solo con una mochila. Todo lo que ocurrió después, asegurará, “no es suerte", es resultado de no haberse rendido. "Siempre tengo en mente una frase de Woody Allen: 'El 90% del éxito se basa en insistir", afirma, dejando atrás una sugerencia de Chiche Gelblung a la que hizo oídos sordos. "Se reciben 2500 periodistas al año, ¿por qué no estudiás otra cosa?".
Su infancia: sus decretos y sueños
“Vengo de una familia de clase media. Mi papá, que era camionero, me llevaba con él desde Villa María hasta Salta y Mendoza y juntos escuchábamos la radio y yo repetía todas las publicidades que hacían los locutores. A los cuatro años me grababa en un casete, con un radio grabador antiguo que teníamos en casa, conduciendo mi propio programa de radio, jugaba a los móviles y hacía todas las voces. A los 12 empecé a participar de los juegos de un programa de radio nocturno y como siempre ganaba, me iba a la radio y me quedaba ahí. Ayudaba a la telefonista atendiendo los llamados y después le llevaba los mensajes a la locutora. Para mí era un mundo mágico; era lo que más me gustaba en la vida”.
Sus primeros trabajos
“A los 12 ya cubrí mi primera temporada en Carlos Paz, aunque no era algo serio. A los 17 logré tener mi primer programa de radio en Villa María los sábados a la noche. Se llamaba Intrusos en la villa y lo escuchaba todo el mundo. La gente de la ciudad aún se acuerda. Funcionaba como una suerte de previa antes de salir. Antes de comenzar con mi programa de radio, el dueño de una radio de Villa María al que fui a pedirle trabajo me dijo que estudiara Análisis de sistemas, que siendo periodista me iba a morir de hambre y me cerró la puerta en la cara. Me rompió la ilusión. Ese día llegué a mi casa y Yoli, mi mamá de crianza, me vio muy mal. Se acercó a mi habitación mientras lloraba y me dio un recorte que decía: 'El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, si no por los obstáculos que tuviste que enfrentar en el camino. Lucha con todas tus fuerzas para cumplir tus sueños. No importa las veces que lo intentes. Seguí hasta el final'. Ese recorte todavía existe. Lo tengo pegado en una foto de mi mamá fallecida. A los pocos meses comencé a estudiar periodismo y luego me vine a vivir a Buenos Aires en busca de mi gran sueño. Tener mi propio programa en un medio nacional y que me quieran en todo el país".
"Siempre fui perseverante. Me caminé la Capital entera varias veces repartiendo CV por canales y radios. Tengo muy presente la frase de Woody….'"
Su llegada a Buenos Aires
“A los 19 años me vine a probar suerte a Buenos Aires. Mi papá y Yoli siempre me alentaron. Con todos los miedos de mi viejo, llegué con una mochila y muy poquita plata. Me bajé en Retiro y fui directamente en subte a Telefe, que estaba en la calle Pavón. No conocía a nadie y empecé a darles el CV a todos los que entraban; me quedaba en la puerta desde las 10 de la mañana y me volvía a última hora a la pensión en la que vivía. Les dí currículums desde a Georgina Barbarrosa, que grababa La Niñera, hasta a Flor Peña y a Marley. Yo era un equis y les pedía por favor que me dieran una oportunidad. Hasta que en un momento me crucé con el Chato Prada y me preguntó qué hacía ahí todos los días. Yo le dije que quería entrar a trabajar en TV, que hacía lo que sea, desde barrer el piso. Estaba seguro que si me daban la oportunidad en le medio, no me iba a ir más”. Se ve que lo conmoví porque me pidió que fuese al día siguiente para probarme y a los pocos días me dijeron que me quedaba como asistente de producción en las cámaras ocultas en donde estuve un año. Hacía “La gran venganza, esas cámaras en donde tirábamos los autos desde las grúas, a diez metros de altura. La producción no era lo que más me gustaba, pero aprendí un montón. Además me quedaba hasta la noche para estar en el programa en VIVO. Disfrutaba muchísimo estar en el show número uno de la televisión. Era un sueño cumplido..”.
El factor Tinelli: su referente
“La única que vez que hablé con Marcelo Tinelli mientras trabajaba en VideoMatch fue el ultimo día, en la cena de fin de año en La cantina Don Carlos en donde me acerqué a agradecerle. En ese momento tuvo palabras muy cordiales conmigo. Hoy le escribo a su whatsapp y me responde siempre muy amablemente. Hace un tiempo me invitó al piso para sacarme fotos con él. Me dijo que soy un gran conductor y que me veía los domingos a la noche. De hecho me dijo: “Pero tenés que estar todos los días”. También recibí su felicitación cuando se enteró que empecé en la TV Pública. Tinelli es el máximo referente que recuerde. Yo estaba alucinado con el show que hizo siempre. Hoy destaco que es el más inteligente de la TV argentina, conduce pensando en el rating y logra mantener la atención de la gente".
Sus primeros pasos en el medio: “Lo pasé bastante mal”
“Los primeros años en Buenos Aires fueron muy duros. En VideoMatch estuve un año y luego estuve un año y medio sin trabajo. Vivía con 30 pesos por semana, que no era nada. Viajaba todos los fines de semana a mi ciudad para hacer mi programa de radio y rendir materias libres de mi carrera. Estuve así por tres años. Luego, cuando entre a trabajar a C5N lo hacía de lunes a sábados. Los sábado y domingos conducía la madrugada en POP Radio. Los dos años que no estuve en VideoMatch, tuve mi programa de tele en Villa María, donde me gané siete premios como Mejor Programa de Entretenimiento. Mi clave fue la perseverancia, algo de puerta a puerta con un CV impreso en la mano. Siempre me acuerdo de una frase de Woody Allen que me identifica que dice: “El 90 por ciento del éxito se basa en insistir”. Y a mí no me da vergüenza. Tenga o no trabajo, una vez por mes le escribo a directores de canales, a Tinelli, a Guido Kaczka… Amo lo que hago y pedir trabajo me parece lo más digno que hay. Hoy soy agradecido y muy prudente, lo hago sin molestar, les entro a mi manera y responden bien”.
"Les dí currículums desde a Georgina Barbarrosa, que grababa La Niñera, hasta a Flor Peña y a Marley. Yo era un equis y les pedía por favor que me dieran una oportunidad. Hasta que en un momento me crucé con el Chato Prada y le dije ‘yo te barro el piso; sé que si entro no me voy más’"
Su aspiración
“Sueño con tener mi propio programa exitoso en el prime time de un canal líder. Cuando era chico, en la escuela, les firmaba autógrafos a mis compañeros y les decía que los guarden porque iba a llegar a ser famoso. Hace poquito, una compañera me mandó una foto de mi autógrafo y me dijo: viste, yo confié en vos y lo guardé. Me hizo emocionar mucho. Hoy siento que soy un afortunado de la vida. Estoy en el lugar que siempre soñé, trabajo de lo que amo y puedo vivir de esto. Gracias a Dios nunca bajé los brazos. A veces me acuerdo de esos días eternos sin laburo y sin un peso. Mi viejo me llamaba por teléfono para saber como me había ido y yo le decía que muy bien, que estaba contento. Porque no quería amargarlo. Seis castings me llevó entrar a C5N. Cuando entré, estuve seis años en el móvil hasta que me dieron la conducción. El segundo año de mí programa De 1 a 5, recibí dos nominaciones al Martin Fierro. Como mejor conductor y mejor programa de interés general. Todavía no lo creo.”.
“Siempre quise que la gente me quiera”
“Siempre tuve la meta clara de que iba a vivir toda mi vida de conducir. Yo quería que la gente me quiera. Es algo a lo que llegué a entender en terapia. Mi psicóloga me dijo que eso es en parte por la pérdida de mi mamá siento un nene y la falta de cariño. Yo quería ser famoso porque pensaba que si iba a Salta, por ejemplo, siempre iba a tener gente que me conociera y nunca iba a estar solo. Me encanta el cariño de la gente. Disfruto sacarme fotos y ponerme a charlar con todos.”.
Su “misión” como comunicador
“Tengo interacción con todos mis seguidores; yo creo que somos un vehículo para mejorar la vida de la gente. Lo que hizo Santi Maratea me identifica mucho. Mis jefes me preguntaban cómo hacía para aguantar haciendo las madrugadas y yo pensaba en toda esa gente que me cruzaba, que se había quedado sola y me agradecía que la acompañara. Sacarles una sonrisa y ponerlos felices por un rato, es todo”.
Su relación con los vecinos y su perro “célebre”
“Me gusta mucho patear la calle. Paseo mucho a Ramón, mi perro, y aprovecho eso para tener contacto con la gente. A mí me encanta que pase el recolector de basura y me salude o que la gente me pare para sacarse fotos con mi perro. Él tiene más engagement que yo; tiene 27 mil seguidores en Instagram y le comentan todas las fotos. A Ramón me lo regaló Rocío Sueiro (hija de Victor Sueiro) y lo llevo a todos mis programas”.
"Estando en pareja entendí que no hay que dejar de hacer lo que uno quiere. La última vez que estuve de novio era un vínculo con muchos celos y no me podía relacionar con otras personas"
Las relaciones tóxicas
“Hace poco empezamos con Bernardo Stamateas Gente en el diván, un vivo de @revistagenteok en el que hablamos sobre las parejas tóxicas. Y me quedé pensando que yo también las he tenido pero con todas mis ex parejas quedamos en una relación de amistad. Vivo libremente y para ponerme de novio siento que tengo que conocer mucho a la otra persona, tengo que admirarla y que me admire. Además, no me gusta planificar mucho, así que tienen que tener un espíritu aventurero para seguirme. Algo importante es que estando en pareja entendí que no hay que dejar de hacer lo que uno quiere. La última vez que estuve de novio era un vínculo con muchos celos y no me podía relacionar con otras personas. También estar con alguien que no está en el medio es difícil porque se tiene que bancar que te escriban todo el tiempo y te tiren onda. Como tenemos más exposición tienen miedo de que cualquiera te escriba. Yo no podría estar con alguien del medio”.
"Siempre quise que la gente me quiera. Es algo a lo que llegué a entender en terapia. Mi psicóloga me dijo que eso es en parte por la pérdida de mi mamá y la falta de cariño"
"En el amor soy de ir al frente"
“La única relación con alguien conocido fue con Silvina Scheffer, cuando tenía 28 años. La conocí haciéndole una nota y estuvimos de novios durante seis meses. Ella recién salía de la casa de Gran Hermano y me encantaba desde que veía el programa … hasta me dio ternura cuando lloró por las cremas. Silvina estaba en haciendo temporada en Carlos Paz en “Más loca que una vaca”. Nos pasamos los teléfonos después de la nota, así que fuimos a Keops y chapamos esa misma noche. Donde pongo el ojo, pongo la bala. No sé si soy rápido pero no tengo problemas en encarar. En el amor soy de ir al frente y además hoy en día con las redes sociales y las aplicaciones, es mucho más fácil. Tengo varias aplicaciones de levante y no reniego de eso. Son diferentes alternativas para conocer gente, hasta que llegue la persona indicada. Por ahora estoy soltero y me siento muy bien así. Aunque no estoy solo, uno nunca esta solo”.
Hernán Lirio y su presente
"Hoy tengo un hermoso presente. Tengo siete laburos y los disfruto mucho. Estoy al aire todas las noches en TV haciendo Feliz Vida junto a Bernardo Stamateas, viajo por el país y el mundo mostrando destinos turísticos en www.gente.com.ar y en mi Instagram @hernanlirio , tengo mi propio sitio de recomendaciones turísticas que se llama www.tenesqueir.com y obvio haciendo todo lo posible para cumplir con mi sueño de trabajar en un canal de aire, pero mientras tanto, soy un tipo feliz. El mismo pibe que llegó de Córdoba con una mochila cargada de sueños".
Fotos: Gabriel Machado.
Producción: Sofía Esther Ortiz. Arte digital: Gustavo Ramírez y Mariano Speroni.
Make up y peinado: @letie.mua para MALA Peluquería.
Agradecemos a De Vanguardia, Camisas Mancuso y Union Pacific.