“Hoy siento que estoy recogiendo los frutos que sembré hace mucho tiempo”, comienza desgranando su presente Flor Vigna (28), la arrolladora cantante, actriz y bailarina que acaba de lanzar el romántico tema Eres tú, que este 17 y 19 de marzo está presentando un cuadro cargado de adrenalina en Fuerza Bruta, y que desde el 22 de marzo va a estar protagonizando El divorcio, la comedia junto a su amado novio Luciano Castro (47) en el Multiteatro. Pero en este momento, sólo atenta al micrófono de GENTE, ella retoma el hilo de su pensamiento y desarrolla: “Tengo la sensación de que un montón de cosas que aprendí a los dieciocho, a los veinte, durante el Bailando, la conducción, la actuación, las becas y todo eso que viví, bueno, todo, está aflorando en mí ahora que soy productora”.
–Lucís ese título con muchísimo orgullo y desde el día uno le pones mucha garra a tu proyecto. Ya habiendo pasado un año y medio desde el lanzamiento de tu primera canción, ‘Uy’, ¿qué balance hacés?
–¡Que me encanta!, ¡que me apasiona mucho!, más de lo que me ha apasionado cualquier trabajo que tuve. Y va más allá de mi lado de artista eh, porque tener mi propio proyecto, producir los vestuarios, los shows, hacer audiciones, dirigir muchas áreas y todo lo que implica este nuevo rol me presenta un montón de desafíos. Y al estar todo el tiempo produciendo y generando, aprendí mucho y también me equivoqué mucho.
–¿En qué pensás cuándo decís que te equivocaste mucho?
–Se me ocurren distintas cosas, pero te voy a dar un ejemplo: en un momento nos pasó que un artista nos pidió un director en especial que salía bastante caro y dijimos “bueno, animémonos a pagar eso”, y quizás era un capricho que no tendríamos que haber escuchado haciendo todo a pura autogestión porque quedamos un poco endeudados… Fue después que entendimos que para hacer una linda canción, o para que a la gente le guste, no es importante cuánto se invierta, si no la creatividad y cómo la llevás. Pasa por otro lado.
Desde chica siempre me gustó Jlo porque tiene mucha fuerza y verdad, y a mí me gustaría tener ambas
–Mientras te maquillaban y peinaban, conversamos sobre las redes sociales y los haters.
–Sí. Creo que todos tenemos haters. O sea, yo agradezco muchísimo tener un público fiel desde Combate porque siento su cariño desde hace ocho años. Y sucedió también que, quizás por no ser confrontativa, yo no tuve muchos haters hasta que me animé a hacer algo diferente. Fue cuando empecé a hacer música que a mucha gente le sonó mal. Pensaron: “¿cómo vas a hacer algo diferente?”, “¿cómo vas a ser nueva en algo?”, sumado a que ser nuevo en algo implica pasar por un montón de cosas que a uno le pasan por novato. Y nada. Por suerte ahora siento que pude convencer a mucha gente que lo que hago, lo hago en serio. Que estudio, que entreno y que pongo todo para poder hacerlo. Pero sí, no tengo dudas: al principio conocí a unos haters que desconocía. Pero el hater forma parte de un círculo medio extraño, porque puede pasar del odio al amor. De hecho, hay muchos que me confiesan que en Combate no me querían, pero ahora me aman y vienen a mis shows. ¡Eso me encanta! Y también pasa que a veces alguien me comenta algo feo en una historia, y yo respondo con un poco de amor, y el otro cambia de parecer enseguida.
–Se dan cuenta de que hay una persona detrás.
–Claro. Por ahí a veces hay una mentalidad de que a uno no le duele, o que uno no es persona, y cuando te escuchan la voz aparece un poco más la empatía.
–Recibir mensajes de haters, ¿afectó cómo te auto percibís?
–Sí. Recontra. Porque soy humana y me duele cuando leo algo feo… Porque por más que muchos artistas digan que no hay que leer, yo no puedo no hacerlo, porque le estoy poniendo el corazón a lo que hago y me gusta saber qué sienten y piensan los que me escuchan.
–¿Pensaste en dedicarles un tema o algún verso como Taylor Swift?
–¿A los haters? ¡Es buena esa! (Hace un silencio). Che, podría ser. Me estás dando una gran idea.
–¿Te solés tomar la vida con humor?
–Muchas veces sí. Igual confieso que ahora estoy aprendiendo a fluir más. Al principio de mi camino como productora me re costaba y me frustraba mucho porque las balas me pasaban muy de cerca. Ahora lo disfruto más.
–En el último año y medio, no sólo te aventuraste a darle un nuevo vuelo a tu carrera, sino que ocurrieron muchas más cosas.
–Síííí, ¡re! También me fui a vivir a otro lado y lo conocí a Lucho que es un nuevo amor y me cambió la cabeza.
–¿En qué sentido Luciano “te cambió la cabeza”?
–En que cuando conoces a una persona tan linda que entra en tu vida de una forma tan fuerte, aprendés un poco de su forma de pensar. Él es uno de los que más se banca mi montaña rusa de sentimientos. Me ve todo el tiempo editando videos, escribiendo canciones, amigándome con el mundo y peleándome con el mundo. Justo ahora estoy en una racha muy linda porque vengo de hacer un Vorterix con catorce bailarines, pero hubo días en que se bajaba algún laburo o se atrasaba alguna canción… y todo eso él lo vive porque, si bien no convivimos, estamos en mi casa varios días a la semana.
–¿Va más él a tu casa que vos a la de él?
–Sí, porque la mía nos queda muy cerca de todos los laburos y es medio el búnker.
–¿No nació un poco con esa idea? ¿La de ser un búnker?
–(Ríe) ¡Totalmente! De hecho, la semana pasada, en casita, tuvimos el ensayo de la comedia, de Fuerza Bruta y de nuestra música. Es como que logré lo que soñaba. Quizás tiene que ver con un complejo que me quedó de cuando era chica, porque nadie venía a mi casa... Hoy, mi casa, es la casa del pueblo.
–Ya siendo adulta, ¿llegaste a hablar con tus compañeros de este complejo que te quedó?
–(Hace un silencio) Es que yo iba a un colegio que quedaba en provincia y mi casa quedaba lejos de las de mis compañeros, y siempre había casas más bonitas para juntarse porque la mía quizás no era tan linda… Pero bueno, ahora crecí y pude hacerme mi lugar, y es justo como yo quería. O sea, no es una casa lujosa ni ostentosa, pero es diferente: tiene las paredes graffiteadas y abajo, donde hacemos los ensayos y las zapadas, hay una energía muy estimulante y muy loca porque es un ambiente pintado de negro en el que hay muchos instrumentos –batería, guitarras, piano, micrófono– y muebles de colores, y arriba, que es donde está mi cuarto, todo es blanco y sin tanta información. Es medio la casa de Peter Pan.
Cuando era chica nadie venía a mi casa porque quedaba lejos y siempre había casas más bonitas para juntarse... Hoy, mi casa, es la casa del pueblo. Logré lo que soñaba
–¿Qué otras cosas te estimulan?
–Tener un gran sueño y jugar todos los días con mi mejor amigo Tavo, que es el productor de la música, el beat maker, a conquistar el mundo. A ver cómo le encontramos la vuelta.
–Que digas “De Floresta pa' el mundo” en tus temas, ¿está relacionado con eso?
–Re. Es que yo nací en Floresta, empecé a bailar en el club del barrio –el Club Atlético All Boys–, y de ahí son mis mejores amigas. Creo que es un deseo que hago en voz alta, una visualización, un “quiero salir al mundo” con mis proyectos y mis pasiones.
–Hay un fenómeno nacional que te acompaña porque a las argentinas cada vez les está yendo mejor dentro de la industria de la música.
–Ay, sí. Eso me inspira. También que cada vez sea más la gente que se esté sumando a componer.
–¿Seguís componiendo todas tus canciones?
–El último lo compuse yo, aunque hay veces en que también me gusta escuchar otras ideas. Digamos que un 80% es mío.
–En una entrevista nos habías dicho que tus letras “eran como tu diario íntimo”, ¿lo seguís afirmando?
–No sé si tanto. O sea, hay cosas que sí, como mi última canción, Eres tú, que nació de algo muy real como extrañarlo a Luchito cuando él estaba en Mar del Plata y yo de gira, porque nosotros somos muy pegotes y pasamos veinte días separados, algo que nunca nos había pasado… así que le compuse esa cancioncita. Pero también tengo otras letras que son más ficción, como una cumbia que escribí hace poco y todavía no salió, pero que tiene que ver con otro sentimiento. Esa es pura ficción porque me gusta meterme en un drama que no sea mío para poder ser más dramática.
–Ahí surge tu lado de actriz.
–Recontra. Un poquito de todo.
–¿Descubriste cosas tuyas gracias a la música?
–Sí, un montón. Me obliga a descubrir mi identidad todo el tiempo.
–¿Y qué es lo que te da? ¿Qué motor te llevó a sumergirte en ese mundo?
–Creo que el proyecto propio. Para mí eso vale más que la etiqueta de cantante. Es confirmar tu propio equipo, conocer a otros artistas –ya sean músicos, bailarines o productores–, editar tus videos, escribir tus letras. Es toda una oportunidad. Además, con mi música digo quién soy en voz alta. Y gracias a las clases de canto y a la actuación estoy más extrovertida, más para afuera. Creo que en todo lo que hago me voy descubriendo un poco más y voy confiando más en mí. ¿Cómo decirlo? Es como que cada año uno es responsable de escucharse más y de escuchar menos el qué dirán, y creo que en estos años lo logré: me siento más segura de quién soy y sé que quiero el amor de los que quiero y que nuestras reglas son lindas, de libertad y amor, y ya no me importa tanto si alguien de afuera me dice algo feo porque sé que tengo a mi gente.
–Tenés quien te cuide.
–¡Así es!
Con Luchito vamos un año y medio y no somos de discutir. Pero con los ensayos de El divorcio, la comedia, hacemos una catarsis enorme porque nuestros personajes, Mecha y Juan, se matan, se dicen cosas tremendas. Es tanto lo que sucede sobre el escenario que nos sentiríamos ridículos si también discutiéramos en la vida real
–¿Cuáles son esas "reglas" de las que hablas?
–(Ladea la cabeza) Yo antes veía el amor de una forma más posesiva y ahora lo veo de una forma más liberal donde cada uno tiene su espacio y su individualidad. Donde nadie se pierda nada por el otro ni nadie sacrifica una juntada con amigos o un laburo que quiere hacer. Por dar un ejemplo, a mí me encanta que mi mamá vaya a zumba y ella era de las que “vienen mis hijos a casa y me ocupo de todos sus problemas”, y yo tuve una charla con ella en la que le dije que necesitaba que tenga sus cosas porque quiero verla crecer con pasiones, sintiéndose joven.
–Hablás de tu mamá, que es la autora de la frase que hiciste canción: Suelto y confío
–¡Sí! Mi mamá es lo más. De hecho, en estos días me sentí medio pachucha y ella me vino a cocinar un pollito con arroz que comimos acá con Luchito. Es la más linda. Siempre está. Y vivimos cerquita. Yo vivo cerca de mi mamá, mi papá y mi hermano porque soy muy familiera.
–La semana pasada un medio aseguró que Luciano dijo “Flor jamás me va a plantear tener un hijo, no están en sus planes de vida”. ¿Es verdad?
–Creo que tiene que ver con que yo en este momento estoy con tres proyectos: el mío, el del teatro de comedia y Fuerza Bruta, y él me ve venir de toda esa locura. Pero sí lo hemos hablado y hemos dicho que en este momento los dos tenemos sueños muy intensos, entonces por ahí el deseo lo postergamos para otro momento, ¿viste?, y también para que no se metan tanto en la vida de uno. Es como patear la pelota afuera.
–¿Es un tema hasta dónde se meten los medios en sus vidas?
–Sí… A veces sí, pero yo no me puedo quejar porque conmigo la gente es muy buena y linda. Volviendo a lo anterior, sí sé que a mí me gustaría ser mamá en algún momento, pero, mínimo, unos dos años me faltarán.
A mí me gustaría ser mamá en algún momento, pero, mínimo, unos dos años me faltarán
–¿Qué más imaginás en tu futuro?
–Bueno, hace poquito vi un documental de Jennifer Lopez que la mostraba haciendo el Super Bowl a los cincuenta años, y me encantó la idea de forjar una carrera así, como a fuego lento, con la idea de ir poniendo ladrillitos para poder vivir de esto hasta ser muy grande.
–¿Sos testigo de tu propia evolución?
–Absolutamente. Es como que mi voz va creciendo y me va divirtiendo probar cosas nuevas, letras nuevas. También me voy animando a abrir más el corazón, porque, si bien ya le había hecho una canción a Luchito antes, no sé si me había abierto tanto como me abro en la que lancé hace apenas días. De a poquito me voy animando a abrirme más.
–¿Quién es para vos "Luchito"?
–¡Uy! Es un gran compañero con el que nos potenciamos. Él tiene algo de que todos los días se levanta tempranísimo a luchar por lo que quiere ser: un gran padre y un gran actor. Para eso también entrena mucho la cabeza en el gimnasio porque él fue boxeador durante mucho tiempo y su mente está muy unida a la superación corporal. De hecho, cuando yo necesitaba entrenar el aire para los shows, él me entrenó en el gimnasio. Es como que estamos muy al pie del cañón. Y yo también trato de ayudarlo con todas sus cosas. Después, es indudable que tenemos una diferencia de edad importante, cosa que nunca en la vida pensé que me iba a pasar porque yo antes no había estado de novia con alguien así, pero tampoco había conocido a un hombre con las características de Lu. Él es muy hermoso, muy sensible, muy motivador, muy pasional. Él da todo por lo que ama y me hace muy bien, y yo siento que también le hago muy bien a él.
–Para cerrar: ¿Qué frase de cabecera rige tu presente?
–“Fluyo y gano”, porque me obsesiono mucho con visualizar, controlar y hacer todo lo necesario para cumplir mi sueño y, a veces, por más que uno lo de todo, hay un 50% que pertenece a la vida. Esto lo aprendí cuando íbamos a ir a dar un show en Chaco y se terminó suspendió por una lluvia torrencial. Eso me frustró un montón, pero no le podía echarle la culpa a la lluvia… Y con el tiempo, lo pudimos hacer y salió mucho mejor porque teníamos un show más power en todos los sentidos. Entonces estuvo bien que la vida lo retrasara. Lo más loco es que con ShowMatch me pasó lo mismo, porque yo había intentado entrar durante cuatro años, y la oportunidad recién la tuve después de Combate. La vida me dio las cosas cuando tenían que llegar.
Fotos: Chris Beliera
Estilismo: Roxana Harris (@roxharris)
Asistente de styling: @gimmebright
Maquillaje: Lautaro Ferrante (@MakeUpByLautaro)
Pelo: @makeupbelenok
Looks: @joti.harriague, @puchetag, @marceladaff, @maisonantuak, @laliramirezok, @divinosabalorios y @lachicadelosstilettos
Filmación de video: Camila Uset
Edición de video: Cristian Calvani
Retoque digital: Julieta Scavino
Colaboración: Gustavo Ramírez
Seguimiento en las redes sociales: Elisabet Correa
