En su mano, lleva tatuado “Fluyo y gano”. Aunque la ruptura con Luciano Castro (49) haya sido un episodio que duela en público, el poder de sus manifestaciones, asegura Flor Vigna (30), la condujo a un camino de autoconocimiento que hizo que se centre en estar "de novia conmigo misma”.
Entregada a su lucha por hacerse un camino como artista, no deja de ensayar, insistir, mejorar, tomar más clases, darse más valor propio, agradecer el acompañamiento que tuvo su última canción, Valiente, y también se anima a poner las cosas en su lugar ante la infidelidad: “Me di cuenta de que era muy fácil manipularme”.
En esta nota, cuenta cómo su renacimiento musical va de la mano del “último capítulo de la novela, que fue en mayo”, y cómo le puso punto final a la nostalgia por lo vivido para decir “no va más”.
El "tiro al corazón" que fue la infidelidad, el duelo, sus miedos y cómo convierte "la crisis en oportunidad"
–En Valiente te animás a expresar lo que te hizo daño y a la vez te transformó, ¿cómo te definirías esta etapa que estás viviendo?
–Como te decía fuera de cámara, mi vieja es muy de la neurociencia, de leer mucho libro de autoayuda, y desde muy chiquita me hizo fan de la palabra alquimia, que creo que me ayuda a definir este momento de transformación. Porque creo que cuando pasás por algo difícil, te dan ganas de llorar y ponerte mil excusas, pero mis amigos músicos me enseñaron a transformar ese dolor y usarlo como materia prima para crear el disco que estamos haciendo. Y es un proceso que me hace re bien.
–¿Cómo te manejás cuando tenés que hablar sobre tu ruptura públicamente, en medio del dolor?
–Hace poquito me pasaba que veía algunos programas de espectáculos que contaban que en esta canción que hice hablaba sobre mi examor, pero apunta más a los sueños y a los miedos que tengo. Y obviamente que es doloroso cuando uno corta una relación de tanto amor, pero cuando digo “cuanto tiempo pierdo con lo que me asusta, no aparece eso que tanto amás si no buscás” tiene que ver con mi búsqueda de ser productora.
Yo vengo de una familia muy humilde y siempre tuve miedo a no volver a tener plata. Yo veía que mis viejos hacían lo imposible por darnos lo mejor, que vivíamos en el negocio, y viví la cultura de trabajo. Cómo pasamos a comprar nuestra primera casita… y bueno, ahora yo también pude comprar lo mío. Con todo lo que está pasando en el país, me da mucho miedo invertir y, entre otras cosas, el tema del amor me dio en la tecla ahí: sentís como que te pegan un tiro en el corazón, directamente. Pero ahora, más que nunca, estoy aprendiendo que mi amor por mi proyecto es más grande que cualquier cosa.
–¿Cuáles eran esas necesidades que vivías de chica que se relacionan ahora con tu miedo a no tener dinero?
–Mis viejos fueron muy grosos. Mi mamá cuando era chica fue huérfana, y entonces hizo todo lo que pudo para que nuestra infancia sea maravillosa con lo que teníamos.
En ese momento estaba de moda festejar los cumpleaños en un salón que salía carísimo y se llamaba Arcoiris, y ella me propuso gastar esa misma plata para hacer una piyamada en casa e ir a Once a comprar gomitas, hebillitas, stickers y un montón de cosas para que luego me las quede.
Me enseñó a poner la atención en lo que había y usar las crisis como oportunidades. Hoy si no me alcanza para una locación o un estudio, filmo en mi casa. Creo que sin esa infancia no sería la que soy ahora.
–Cuando recién hablábamos del dardo que recibiste por parte de tu exnovio (Luciano Castro), te referiste a que sufriste infidelidades. ¿Cómo duelás algo así?
–Yo nunca había vivido una infidelidad de ninguno de los dos lados, entonces me pasa por primera vez y yo no estoy lista para asumirlo en público. Lo estoy entendiendo en privado, con familia y amigos.
Pensá que estamos en julio y el último capítulo de esta novela fue en mayo. El mensaje de la vida fue: “Hasta acá llegó esta historia”. A veces uno se fija mucho en lo lindo y en la nostalgia de lo vivido, que das más oportunidades, entonces esta situación me ayuda a decir que este es un punto final necesario.
De la diferencia de edad y la charla final, a la ingenuidad que perdió: “Ahora me doy cuenta de que era fácil manipularme”
–Dijiste que había habido “más cosas malas” y ahora decís que diste más de una oportunidad. ¿Esta situación concreta había pasado en otras ocasiones?
–Que sé yo… Eso es lo que más me duele, no terminás sabiendo mucho en qué confiar, qué fue verdad y qué fue mentira. El otro día hablaba con una amiga que pasó una situación difícil con el papá de su hija, y me decía que igual no iba a perder la confianza en los hombres, porque si no se hacía mal a sí misma.
Y me encantó lo que me dijo, porque es súper guerrera y un ejemplo para mí. Porque quedás mal cuando te mienten mucho, te quitan la confianza y esa inocencia que tenés al tener veinte años menos.
–¿Y esa diferencia de edad cómo te pegaba?
–En muchas cosas, muy bien, y en otras, ahora me doy cuenta de que era muy fácil manipularme.
–Cuando hablás de manipulación, ¿decís que te hacía creer que estaba todo bien?
–Sí, creo que mi expareja fue un tipo muy sabio en muchas cosas, entonces el error es de una al creer que la palabra de esa persona vale mucho más. Porque uno va admirando a esa persona… Me pasa que me enamoro mucho de ese momento en que sentís sos vos sola con esa persona, que te mirás a los ojos y sentís que no puede haber mentiras, porque si no te darías cuenta.
Pero la vida es más compleja que eso, y el aprendizaje es tratar de que ninguna pareja, por más bonita que sea, haga que uno confíe más en otro que en uno mismo.
–¿Y cómo se dio la charla en la que pusiste el punto final?
–Hubo algunas discusiones por teléfono y ahí me enteré de todo, porque me lo dijo él. Fueron tantos capítulos, que si te cuento uno, te tengo que contar todos, y ahí me estaría traicionando a mí misma.
–Claro, pero a lo que voy es que tuviste el valor de afrontarlo y terminar…
–Nosotros hablamos muchas veces cuando estábamos de novios, y decidí creerle porque era muy lindo lo que teníamos, y no quería perder eso. A lo último, cuando él me dijo de volver y hablamos de un montón de cosas, fue cuando tomé la decisión.
También me doy cuenta de que cuando estás tratando de buscar un lugar como artista, es mejor dejar muchos detalles para adentro, porque si no vas caminando por la calle y tu frente tiene ese titular y el nombre de esa persona. Y es algo muy difícil cuando sos mujer. No sé si a los hombres les pasa tanto…
–¿A los hombres decís que no los condenan si son infieles pero remarcan más si una es traicionada?
–Siento que a un conductor o un cantante no los joden tanto con si estuvo o no con tal persona. Siento que nos ponen a las mujeres en ese lugar.
–A veces se da por hecho que una mujer podría estar más dolida que un hombre en esta misma situación…
–Sí, tal cual. Es muy loca esa mirada. Siento que tenemos que trabajar más para demostrar que no es así. Muchas veces si te va bien, como me está pasando con esta canción que habla de la valentía de superar tus miedos, hay gente que cree que es por un ex.
Y la verdad es que, si yo quisiera que sea un tema sobre un ex, sacaría una canción diciendo todas las guachadas que me hizo. Pero, por lo menos hoy, elijo no hacerlo.
–Has tenido otras relaciones con personas públicas (como Nico Occhiato).¿Cómo solés llevarte con tus exparejas?
–Muy bien con todos, con Nico (Occhiato; se conocieron en Combate y estuvieron juntos 7 años), con Mati (Napp, su coreógrafo en Bailando…), con Pablito de la secundaria. Ahora hacía un repaso por todos (Risas).
También estoy trabajando con un excuñado (Lucho, el hermano de Mati Napp), que es el director de mis videos, así que siempre que me cruzo con quien fue mi novio, todo súper bien. Y seguramente también lo esté con esta última pareja, cuando baje el dolor y lo que tiene que ver más con el ego.
–Ser una persona famosa tiene cosas dolorosas como abrir Instagram y encontrarse con que tu ex blanqueó su relación con alguien que se suponía que eran amigos (Griselda Siciliani)…¿cómo reacciona la Flor persona ante algo así?
–Yo lo tomo con una señal de que es claro que hay que ir para adelante. Por ahí hubiera sido peor si no hubiera existido la infidelidad, porque seguramente ahí sí me ganaba la nostalgia. Yo soy muy fan de la gente que amo y, siendo sincera, siempre cuesta abandonar historias de amor o de amistad. Yo estaba pidiendo una nueva etapa, no sólo en el amor, sino en el laburo.
Y estuve leyendo mucho sobre el tema, porque uno necesita agarrar información de todos lados para entender por qué la vida eligió ese capítulo y digo, claro, hay un montón de cosas por las que tenía que pasar esto.
De la nostalgia y cómo resignificó la casa en la que compartió su amor con Luciano Castro, al final “tremendo” que tuvieron
–Hablás de la nostalgia, ¿sos de guardar cosas o desechaste todo lo que era de tu ex?
–¡Uy, tremendo eso! Trato de desapegarme porque hay cosas que nos habíamos comprado juntos, porque te imaginás lo mejor. Siempre vivimos en mi casa, entonces los primeros meses es tremendo.
Cambié la cama de lugar y hacés cosas para que no recordás ciertas cosas. Pero bueno, ya está, no puedo tirar la tele en la que veía tal película con él, porque no puedo comprarme otra por eso.
Con respecto a sus cosas, él ha venido a casa a buscarlas, así que ya está. ¡Llevate todo!
–Menos recuerdos, claro.
–Además ahora estamos usando mi casa como productora, entonces el otro día hicimos un campamento musical que duró dos días y también grabamos un videoclip en el living. También tomo las clases en mi cuarto, así que como que la casa fue tomando otras formas. ¿Qué cambié todo de lugar? Es cierto, pero funcionó.
–Volver a encontrarse en el lugar donde se dio esa historia no es fácil.
–Sí, además yo soy mucho de mis amigas que se quedan a dormir y son re gamba conmigo.
–Sentís que cuando pase el tiempo, ¿vas a poder volver a hablar con Luciano o tal vez quedar como amigos?
–Y… la amistad para mí tiene un sentido muy fuerte, y a los amigos los cuento con los dedos de dos manos, porque tengo muchos de diferentes etapas de la vida. Pero no creo. Sí está en el deseo de los dos cruzarnos y saludarnos bien; siempre lo dijimos. Por ahora la vida no nos cruzó, así que estamos bien así.
–Hablamos de la ingenuidad que decís que perdiste, ¿es difícil creerse las disculpas?
–Prefiero hablar de toda la inteligencia emocional que puedo aprender a tener a partir de la situación. Porque si no, te quedás esperando que el otro sea buena persona y por ahí todavía no le sale. Él es muy nervioso y grita mucho…
Pero vamos a ver cuando él quiera hablar, que diga si estuvo mal o bien. Viste que los finales son tremendos… Preferiría hablarte de lo lindo que fueron estos tres años. Pero pasa que en todas las historias de amor, terminás conociendo al otro cuando te separás.
Cómo el "chiste" de Momi Giardina le sirvió para desafiarse a “mejorar como artista” y cómo lo aclararon en privado
–¿Cómo procesaste lo que pasó con Momi Giardina cuando en Luzu se filtró una historia de mejores amigos en se burlaba de tu música?
–Cuando viví toda la noticia me sensibilicé un montón, porque hay muy buena onda con todos los chicos de Luzu, porque nos vimos crecer mutuamente. Y yo decía, “pero qué loco, en persona me dicen cosas re lindas y se ríen de mí”.
Y me pasó algo re loco, porque voy al otorrinolaringólogo y ahí me encuentro a Santi Talledo, que es a quien se le escapó la historia de Momi. Charlamos y tuvimos una energía re linda, ambos queríamos solucionar el problema, no es que estábamos buscando quién tenía la culpa.
Ahí Santi, que es director de Momi en un espectáculo, me contó un poco de la comicidad que tienen en el grupo, me habló de cosas personales de ella y me explicó que no era nada personal conmigo, y que muchas veces se reían de otros artistas.
–¿Pudieron aclararlo con Momi?
–Sí, finalmente le contesté a Momi, que me había pedido disculpas. Le dije la verdad. Que me había dolido que siendo una persona tan linda me haga sentir que todo esto pasa detrás. Se disculpó con ganas de que estemos bien y, por suerte, terminamos riéndonos de la situación. Incluso me dijo que me iba a agregar a mejores amigos para que entendiera su humor.
En definitiva siento que, de alguna forma, toda la situación me propuso mejorar como artista. Esto de cantar y tocar el piano cada vez mejor para poder cerrarme la boca a mí misma o a quien sea. Y también reírme de mí misma porque entendí que no había maldad en lo que hizo y prefiero que estemos bien todos.
–Claro, bandera blanca.
–Sí, yo tengo Luna en Cáncer, y necesito estar en paz. Cuando los problemas se resuelven, siento una plenitud muy grande.
–Para colmo, quedó en el medio Nico…
–Pero no sé si habrá entendido tanto la situación. Se lo pasa laburando 24/7. Uno a veces piensa que se sienta ahí y se pone a reír, pero hay mucho trabajo detrás. Era más charlar con Momi de mujer a mujer y estuvo muy bien.
De su renacimiento, a su faceta como empresaria
–¿Cómo sentís que te recompusiste a todo lo que te pasó?
–Este es un año muy especial. Porque luché mucho para tener este presente, entonces al principio me pasó que me dejé caer. Y cuando estás triste a veces es necesario ese espacio. Me enteré de la infidelidad, hubo un diagnóstico de enfermedad en mi familia (que nos hizo unir más) y estaba con mucho miedo a invertir.
Después me di cuenta de que tenía que actuar pese al temor, entonces me propuse salir a laburar y más y formarme para ser la mejor empresaria que pueda, aún siendo novata. Desde que empezó el año aprendí bastante.
–¿Qué cambios hiciste en función de tus finanzas?
–En mi caso, me uní con mi vieja. Dejamos otros trabajos que nos quitaban mucho tiempo a las dos y decidimos ser socias. Entonces nos agarramos fuerte la mano y estamos en cada lugar juntas. El otro día grabamos un una improvisación en el Obelisco y estaba mi mamá con todo el catering. Compró todo el mayorista y lo preparó ella misma.
Le vas encontrando la vuelta para encontrarle el presupuesto a cada cosita, y al final termina siendo todo mucho más lindo. Nadie le pone más amor que mis amigos, que también trabajan conmigo y tienen la camiseta re contra puesta. Saben que, además de cobrar a principios de mes, la idea es llegar a que el equipo sea campeón. Y desde que empezamos con esta modalidad nos está yendo increíble.
Como no cuento con gran presupuesto como otros artistas que están en otra etapa o con un sello discográfico súper grande, en lugar de hacer un súper videoclip decidí hacer pequeños cortometrajes para las redes.
–¿Has desechado propuestas de sellos o es algo que estás esperando?
–Bueno, cuando empecé en la música tuve la suerte de que mucha gente me asesorara, entonces todos coincidieron en que no me apresure a firmar nada porque, a veces, es el precio de tu libertad.
A mí me costó un montón entenderlo. Y me pasó de juntarme con sellos grandes pero no era el momento. La idea por ahora es hacer todo autogestivo hasta que nos podamos sentar en la misma mesa y tener otra negociación.
De su romance en Tailandia con un futbolista a porqué no le gusta el sexo en la primera cita
–Contame alguna infidencia de tu viaje con amigas en Tailandia.
–Te voy a contar otra cosa que no hablé con nadie. Yo en este momento estoy cero hombres y me estaba pasando que no me sentía preparada para tener algo. Y mis amigas me cargaban con esto de que habíamos salido a Tailandia las tres solteras.
Y conocí a un chico. Yo muy prejuiciosa, porque hablo muy poco cualquier otro idioma… Les pedí a mis amigas que no le dijeran cuál era mi Instagram y que contaran cualquier otra cosa menos a lo que me dedico. Tampoco soy Lali, pero lo bueno es que allá no te conoce nadie.
Nos empezamos a conocer con este chico y fue como un noviecito de una semana. Y al final nos pasamos los Instagram y nos dijimos la verdad. Él es futbolista (no es de Latinoamérica, aclara), pero se cortó la cosa porque estamos muy lejos. Fue muy lindo que me quiera sin saber quién era y por los momentos compartidos.
Como había quedado con desconfianza en los hombres, fue lindo ir a otra parte del mundo y darme cuenta que alguien me podía gustar.
–¿Qué más podemos saber de él? ¿Es conocido en su país?
–No, no es tan conocido. Es muy bueno él… bueno, yo también le creí. Imaginate que hablábamos en un inglés muy escueto y con el traductor (Risas). Fue como una película de amor de verano, que disfruté mucho. Y el viaje en general fue algo bien real y necesario. Estas amigas me conocen de toda la vida y no les importa si yo soy más o menos popular, o ganamos un like de más.
–¿Hubo cero continuidad de charla con el futbolista?
–Quedamos buena onda y de vez en cuando nos tiramos algún mensajito, pero entendimos que vivimos muy lejos. Así que estoy solterísima.
–¿Y cómo reaccionó cuando supo que eras cantante?
–Yo le había contado de a poco cuáles eran mis sueños, entonces cuando supo me dijo que había logrado un montón de cosas de las que hablaba. Y fue tierno, porque ambos teníamos sueños dorados que son muy difíciles, en los que hay que trabajar muchísimo y tener disciplina. Así que fue un lindo amor de “verano”.
–¿Y ahora entonces estás más abierta a las citas?
–Bueno, ahora sí, porque venía con que no me animaba. Sabés que volviendo en el freeshop les dije a mis amigas: “Me voy a comprar un perfume para citas”. Como te dije yo tuve una infancia muy de Once y Avellaneda, así que me merecía comprarme una linda fragancia que me hiciera sentir dulce y sexy.
Desde que tengo mi “perfume de citas” no salí con nadie. Me salió mal (Risas). Ya volverán las citas, pero igualmente me gusta sentirme a mil con lo que amo, que es mi laburo.
–Imagino que deben haber aparecido varios por DM… Nunca faltan cuando una se separa.
–Sí, se perdió el romance… Yo que estoy viendo Sex and the city y todos quieren ir a todo. Y no, primero hay que hablar y tirarse unos chistes. A mí lo que me pasa es que no puedo salir a comer algo rico o ir al teatro, como hacía en Tailandia, que no nos conocía nadie.
Entonces, si me animo con alguien tengo que ir a su casa o a la mía. Y eso es lo que me traba. Tal vez es un prejuicio mío, pero como que el hombre se hace la cabeza que va a pasar algo. Y no banco tanto el sexo en la primera cita.
–Claro. Hace un ratito en el camarín decías que a veces tenías miedo de tener algo con alguien y que se lo cuente a sus amigos.
–Me pasa de tener que educar a algunos amigos varones que en medio de una juntada cuentan con quien estuvieron, con nombre y apellido. Y me da miedo salir con un chico que me parece bueno pero que al final anda boqueando por ahí. Entonces por eso prefiero cuidarme. Pero ya me voy a soltar, es todo muy reciente.
–¿Volverías a salir con un famoso?
–Sí, pero por ahí alguien de otra profesión, un entrenador, ponele. Ya es otra jerga. También podría ser un músico que no conozca nadie, así no me hinchan.
–¿Tendrías una relación poliamorosa?
–No, la verdad que no. Tengo una amiga que tiene una relación abierta y a distancia. Es un montón, me parecería muy difícil de sostener. Pero me encanta que tiene un ego cero posesivo. A ella le gusta saber que es la número uno y sabe que la otra persona la elige a partir de la libertad, pero creo que yo no podría.
–¿Sos celosa?
–No, no soy celosa. Será que a todos mis ex les creí. No sé si me fue bien… (Risas)
Fotos: Chris Beliera
Retoque digital: Gustavo Ramírez
Diseño de tapa: Darío Alvarellos
Video: Ramiro Palais
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