Barby Franco camina por el Palacio Paz, el lugar elegido para la sesión de fotos, con su panza primeriza de 34 semanas a cuestas y una sonrisa indeleble. Luce más radiante que nunca y, a su paso, deja un destello de alegría contagiosa. “Por momentos me olvido que estoy embarazada”, confiesa en el Íntimo de GENTE de esta semana.
A pesar de estar en el tramo final de su embarazo, está parada sobre sus tacos y sonríe y asiente cuando alguien se acerca a pedirle una foto. Lo hace de un modo cálido y amable. “Ayer me empecé a ver retención de líquidos. No me veía el tobillo y medio que me asusté. Pero bueno, es parte de esto”, cuenta.
“A nivel físico me siento en mi mejor momento. Es la primera vez que me siento segura, impecable. Me veo gambas que antes no tenía. No entiendo cómo mi entorno no me decía que estaba muy flaquita. Obviamente era un cuerpo saludable, pero hoy en día me siento re armada a nivel corporal. Tengo 20 kilos arriba y me siento muy bien, me encanta este cuerpo”, revela.
Tan cómoda se siente en esta nueva versión de sí misma que admite que hasta disfruta de los dolores clásicos que padece cualquier embarazada. “Muchas mujeres me dicen: ‘Ay, no podés romantizar el embarazo’, pero es realmente lo que siento. La estoy pasando bomba de verdad. Me duele la espalda y la paso bomba, me duele la pelvis y la paso bomba”, dice.
Y mientras se abraza la panza, reconoce: “Es una beba que se mueve bastante todo el tiempo y me encanta. Quiero que se quede conmigo, no quiero que salga”.
Sin embargo, al comienzo de la entrevista planteó que en lo emocional viene atravesando unos días complicados: murió su perrita de toda la vida, su gran compañera. “Me re pegaron las hormonas. Incluso llegué a preguntarle a mi psicóloga cuándo se me iba a ir la angustia que sentía. Fue Horrible, es la primera vez que siento tanto dolor”, cuenta.
Después del flechazo, Barby Franco y Fernando Burlando arman su familia
Barby Franco y Fernando Burlando están juntos desde hace más de una década. Dicen que se conocieron en el programa de Guido Kazcka, cuando ella trabajaba de azafata y él había ido a acompañar a una de sus hijas a participar de un juego. “Flasheamos amor, pero mal, a primera vista. Y por un amigo nos pasamos los teléfonos”, detalla sobre el principio del vínculo con el papá de su hija.
“Manuelita un poroto… era una Ferrari al lado de Burlando”, comenta entre risas. Pero el abogado finalmente decidió activar un 14 de febrero y la invitó a cenar. “Yo después caí que era el día de los enamorados. Y, a partir de ahí, no nos separamos más”, asegura.
Para el entorno, la diferencia de edad fue un tema, sobre todo en la relación con las hijas de él. “Somos contemporáneas las tres, así que al principio fue complicado”, comenta. Pero el tiempo lo acomodó todo y solo bastó con que la conocieran: “Entendieron que soy una buena piba, y lo aceptaron. La clave es ser vos. Hoy en día me llevo mejor con ellas y sus novios que con Burlando, imaginate”, bromea.
En el camino no todo fue color de rosa, y hubo días en los que sufrió acoso alrededor de su fertilidad. “Yo la pasé mal durante dos años. Explicarles a todos que tal vez no podés o estás en la lucha… es horrible, no está bueno”, relata mientras acaricia -de nuevo- su vientre.
La pareja atravesó tres tratamientos de fertilización que no funcionaron, y ahora se preparan para recibir a la beba tan deseada, que llegó de manera natural después de que ella peregrinara a Luján.
Todavía no se decidieron por el nombre, pero ya se plantean cómo van a rearmar su vida familiar: “Ayer justo tuve una charla clave con Burlando. Le pregunté: ‘Amor, ¿cómo es esto de irnos dos a la clínica y volver tres? ¿cómo es el proceso en el cerebro?’ Me dijo ‘Y... como que ya está’, y nos reímos”.
No obstante, asegura no tener miedo de cara al final de su embarazo. Al mismo tiempo explica que su ideal es ir a cesárea, aunque es la nena quien decide. “Siento que el día que nazca va a ser un gran disfrute y el gran broche de oro a todo esto. Y verle la cara... ya estoy pensando en el momento”, fantasea emocionada.
Gracias a la tecnología, ya pudo conocerle la carita en 5D: “Es igual a Burlando, igual. Los ojos, la nariz, la boca, el perfil, la oreja… es igual. Y de personalidad me parece que también va a ser parecida a él, porque es bastante movediza e inquieta”.
Después de algunos amagues, el casamiento sigue dentro de la lista de pendientes de la pareja. “Yo ahora no tengo ganas, pero él sí. Por ahora estamos en esta, en este proyecto que es hermoso. El año que viene o el otro capaz que sí... capaz, no lo sabemos”, dice, dejando la puerta abierta y lista para que el destino la sorprenda.
Con ojos de mamá, Barby Franco recordó su dura infancia
Barby Franco vivió los primeros 9 años de vida en una casilla de la Villa 21-24 de Barracas, junto a su mamá. Comía una vez al día, o tal vez, más gracias a un comedor del barrio. Tuvo que salir a trabajar siendo aún una niña, y ahora que está por ser mamá se anima a reflexionar sobre su historia de vida.
"Hoy en día me pongo en el lugar de mi mamá, digo: 'Wow, qué ovarios, ¿cómo hiciste?'. Desde no tener un pañal en su momento, como no tener el apoyo de mi padre", reflexiona. La "reina madre", cómo la define, también le pidió a la virgen su llegada. Es por eso que está más que ilusionada con el nacimiento de la primera nieta de su única hija.
Mientras caminaba por el Palacio Paz, Barby se cruzó con una imagen de la virgen, que estaba escondida al costado de una escalera. La miró mientras sonreía y continuó su paso. Es probable que haya agradecido en silencio.
"Me muero si llega a nacer el 8 de diciembre (NdR: el día de la Virgen María), sería algo inexplicable. Desde hace 11 años que estamos juntos, en el medio la lucha de buscar un bebé, tres tratamientos que no funcionaron y de un día para el otro: una niña. Y de repente, en diciembre, tengo fecha, así que sería increíble", dice con la misma ilusión que sembró años antes de la llegada de su beba.
Si bien siempre creyó en un ser superior, su experiencia se volvió más cercana con la religión cuando su amiga íntima Carolina “Pampita” Ardohain la invitó a peregrinar a Luján. Hoy en día califica ese paseo como “rarísimo, hermoso y milagroso”. “Esto es creer o reventar”, señala.
A su beba quiere darle todo: sabe que nacerá en una realidad completamente diferente a la suya. "El tema de la educación de mi bebé me está costando un poco. De hecho, es un tema en terapia casi todas las sesiones, porque va a ser una nena que ya va a nacer en una situación que nada que ver a la mía. Tampoco me quiero comparar, es lo que me tocó y lo que le va a tocar, pero digo: ¿cómo la bajo a tierra? ¿por dónde voy? Va a estar complicado. El papá ya la mima mucho. En cinco años te digo. Mucha terapia", resume su neurosis al respecto.
Ese miedo que la asalta la impulsa directo a la nostalgia de sus días con menos privilegios. Para que su hija conecte con las cosas que le sacaban una sonrisa durante su infancia, pidió un detalle especial para su habitación.
Además de adelantar la decoración (será inspirada en las princesas de Disney), asegura que ya tiene listo un techo de chapa en la ventana del cuarto. “Para que escuche esa canción hermosa de la lluvia”, dice, soñando con que su hija pueda comprender su historia desde el lugar que le toca.
Barby Franco imagina la maternidad y el trabajo: qué consejos le dio Pampita
Barby Franco trabaja desde siempre, y su embarazo no la hizo frenar. Continuó en La Noche del Domingo junto a Mariano Iúdica y estuvo haciendo campañas como modelo. Para el año que viene ya tiene varias ofertas bajo la mira, aunque no sabe cómo le va a pegar la maternidad. “Algunas dicen que parás tres meses, otras dicen, un año, otras, toda la vida”, asegura sobre los consejos que escuchó.
“Creo que 3 meses voy a desaparecer del planeta, voy a apagar el celular y a otra cosa mariposa. Yo creo que, si la disfruto estando embarazada, más la voy a disfrutar cuando la vea”, analiza. Ese parate de tres meses coincide con el ritmo de la industria, por lo que su regreso se daría justo cuando la mayoría de los proyectos inician, en marzo.
Si hay alguien que logró congeniar el trabajo en medios y la maternidad es su amiga Carolina “Pampita” Ardohain, que después de su último parto se tomó solo quince días. “Es una genia, la tiene clarísima, atada”, dice sobre su rol como mamá.
Se conocieron trabajando en Pampita Online hace cinco años. “Ella sabe todo desde el día uno”, revela sobre el vínculo que construyeron a partir del programa. La conductora fue testigo de su lucha por quedar embarazada, y fue por eso que la invitó a caminar hasta Luján con la esperanza como combustible.
“Al principio no éramos tan amigas, el segundo año empezamos a hablar más, al tercero ya le compartía un montón de cosas, y hoy en día me acompañó a comprar la cuna”, cuenta con alegría. “El otro día cayó a casa con un montón de cosas que ella usaba cuando estaba embarazada, desde una banana para dormir hasta ropa para la bebé. Me ayuda un montón”, asegura.
Barby Franco habló sobre el chip de geolocalización que tiene en el cuerpo
Mucho se habló del chip de geolocalización que tiene Barby Franco en el cuerpo. Según contó, se lo instaló después de un intento de secuestro y junto a Fernando Burlando resolvieron que era la mejor idea para prevenir futuros episodios.
En 2021 coqueteó con la idea de quitárselo, pero debe viajar con el abogado para que lo autorice. Ahora que está embarazada, las prioridades son otras: “Lo tengo puesto, está todo bien, todo ok, todo chequeado. Está. Pipipipipipipi”, bromea.
CRÉDITOS
Fotógrafo: Diego Garcia
Producción y estilismo: Caro Gagliardini
Video: Miranda Lucena
Make up: Cristian Fernández @crisdfernandez
Pelo: George Rodríguez @george_hair1
Agradecimiento
Croque Madame - Palacio Paz @croquemadamepalaciopaz
Marcas
Bartolome Joya @Bartolomejoyas
Naima @naimaoficial
Cala @calandraoficial
Renner @renner_ar
Rental Dress @rentaldress.arg