Enviada especial a Mar del Plata
“Estoy tranquilo y contento”, repite Mariano Martínez en varios momentos de esta entrevista con revista GENTE. Así también se lo ve en una mañana de verano en el parador Cabo Largo en plena temporada teatral en La Feliz.
Acompañado por Triana Ybañez, su pareja desde hace más de dos años, el actor posa en las playas marplatenses mientras disfruta de un gran presente laboral. Con un protagónico en Tom, Dicky y Harry que se lleva adelante en el Teatro América bajo la dirección de Nicolás Cabré y tras ganar el premio Estrella de Mar como mejor comedia, el actor repasa su pasado actoral y los motivos por los que rechazó los formatos más vistos de los últimos años.
Además, se abre por completo al hablar del crecimiento de sus tres hijos: Olivia, Milo y Alma. En ese momento, se emocionará por completo y expresará el inmenso amor que tiene hacia ambos.

Mariano Martínez habla de su feliz presente en Mar del Plata
Cada noche a sala llena se vive como un gran logro. El actor disfruta de una exitosa temporada teatral en Mar del Plata y es acompañado por las risas de cientos de espectadores por función. En esta charla, Martínez cuenta cuáles fueron los desafíos que sorteó para pasar tantos meses fuera de su casa y se refiere a su relación histórica con Nico Cabré, quien supo ser partener en su juventud y hoy oficia como su director.
—¿Cómo es para la familia hacer todo este movimiento de rutina?
—Es un tema tanto para la familia como para mí. Me cuesta tomar este tipo de decisiones porque me gusta mucho estar en mi casa. De hecho hicimos dos temporadas en Buenos Aires un poco por eso. Soy muy casero, pero sabía que estaba bueno venir a Mar del Plata. Es lindo y la gente acompaña. Está difícil, pero lo estamos disfrutando un montón. En cuanto al cambio familiar fue algo con tiempo.
-¿Por qué?
-Literal me mudé porque traje hasta mi gimnasio para optimizar tiempo y lo armé en el garage de la casa que tengo en Mar del Plata. Yo entreno mucho porque me hace bien porque además en la obra estoy saltando de un lado para otro. Si no entreno no me la banco. Además veníamos de dos meses de no hacer la obra y hubo cambios en el elenco. Así que fue todo un desafío.
—¿Después de tantos años seguís sintiendo ese miedo ante este tipo de cambios?
—Yo calculo que es porque me importa lo que hago. A mí me sigue importando. En el estreno de esta temporada estuve nervioso de verdad porque quería que salga bien. Todo era nuevo.
—¿Después te fuiste relajando?
—Un par de funciones después lo empecé a disfrutar. Lo que te pasa después es como los caballos de carreras cuando están a punto de salir a correr. Me preparo con una preparación física y vocal para salir bien a tono lo que tengo para que las funciones salgan lo mejor posible.
—A más de 30 años del inicio de tu carerra seguís dándolo todo en el escenario.
—Sí, porque tengo la vocación y amo lo que hago. Tengo muy claro que a mí me encanta actuar e interpretar. Cuando te pasa eso todos los días son un desafío y un aprendizaje. Nunca dejás de aprender. También uno descubre cosas nuevas y nuevas versiones de uno mismo. Todo lo que fui aprendiendo a lo largo de mi vida las puse en práctica y está bueno. Es lindo poner en acción todo lo que aprendí. Parece simple, pero no lo es. Hay mucho trabajo detrás.

—¿Cómo es trabajar con Nicolás Cabré dirigiéndote?
—Nosotros éramos como los hermanito macana... Hace cuatro años atrás llamé a Nico para juntarnos a cenar porque no nos veíamos hacía un montón de tiempo. Yo le quería proponer de hacer algo juntos. Hacía como 15 años que no compartíamos un proyecto. Él estaba por empezar una obra y me llamó para decirme que le gustaba esta obra para dirigir. Me dijo: "Me encantaría hacer mi primera dirección con vos". Estuve un año buscando los derechos de la obra. Me junté con Carlos Rottemberg y resultó que los derechos eran de Juan Caballé, quien producía la obra en la que estaba Nico en ese momento. Se dio y fue espectacular. Nico como director es un crack. Parece que lo hace desde toda la vida.
—Ustedes han sido pares, ¿hay más distancia ahora entre director y actor?
—No, nunca lo vivimos desde ese lugar. De hecho lo charlamos porque era un proyecto en conjunto. Más allá de que él es director y yo uno de los actores de la obra, siempre fue desde ese lugar. Obviamente que de él aprendo un montón porque la tiene clarísima. Yo siempre creo que de cualquier persona se puede aprender algo. Seguimos siendo pares, pero con el respeto de que él es el director.

Un repaso por sus treinta años de carrera y su reflexión sobre el mote de galán
A tres décadas de sus inicios en la actuación, algo que aún lo apasiona, el actor que supo consolidarse como uno de los artistas más queridos, hace una reflexión sobre este recorrido. Si bien asume que tuvo momentos muy difíciles en su profesión y a lo largo de estos años, no pierde la consciencia sobre el presente y aún guarda ilusiones para su futuro.
—Estuviste un año buscando los derechos de la obra, ¿qué era lo que más te motivaba?
—A mí lo que siempre motivó es que siempre fui un luchador. Siempre fui por lo que quise y jamás esperé a que me llegue. Creo que todos pueden forjar su vida trabajando y yendo para adelante. Me motiva el hacer y seguir para adelante.
—Después de 3 décadas trabajando y habiendo sido parte de muchos éxitos, ¿podrías darte el lujo de no trabajar?
—No... No, aunque podría acomodarme. También es una cuestión de elección. Yo no quiero dejar de trabajar ahora y quedarme todo el día encerrado en mi casa. Más allá de eso, tengo que trabajar. Más allá de una cuestión económica es un tema de salud mental y de vida.

—Me decías que estás cumpliendo tus treinta años en el medio, ¿la fecha te lleva a revisitar tu pasado?
—Soy nostálgico. Este aniversario algo que pienso y celebro. Festejo estar donde estoy hoy después de tanto camino recorrido. Me gusta la persona que soy y el momento en el que estoy. Reviso mi carrera y estuvo bien. Hubo muchos altibajos. Son 30 años bien cumplidos a nivel personal y laboral.
—¿En algún momento de esos bajos temiste quedarte fuera?
—Jamás. Por más que estuve en el barro enterradísimo, nunca perdí la esperanza. Sé que hay momentos difíciles, y tuve varios, pero nunca perdí la ilusión.

—En esta revisión que haces de tu carrera, ¿hay algo que te preocupe del paso del tiempo?
—No porque lo vivo feliz. Me siento bien y todo lo que hice fue cuando lo tuve que hacer. Tengo un montón de objetivos y sueños por cumplir a nivel personal y profesional. Son cosas que me entusiasman al igual que cuando tenía 20 años. Hoy tengo una mirada mejor que la que tenía en muchos sentidos. Siempre tuve la fuerza para seguir adelante, pero ahora estoy mucho más plantado.
—Durante muchos años de tu carrera estuviste encasillado en el mote de galán, ¿cómo lo viviste?
—Es algo que te pone gente externa. Nunca me hice cargo. De hecho siempre un montón de cosas en mi carrera muy lejos del perfil del galán.
—Me decías que tenés muchos objetivos profesionales, ¿cuáles serían?
—Me gusta mucho lo audiovisual. Es mi parte más fuerte y lo que más me copa. Sea cine o series... Hace poco hice una participación en Nieve Roja. Quedé después de un gran casting y sale en abril por Flow. Fue un poco mi vuelta porque hacía 5 años no hacía serie o TV. Lo último había sido Yo, Traidor. Esa fue mi vuelta después de un par de no a varios géneros.

—¿Esos no eran de parte tuya o de parte de otros?
—De parte mía a proyectos como MasterChef o el Bailando... Agradecía el trabajo, pero no me vibraba. Siempre les respondí que yo hago ficción. No me hacía bien a mi corazón. No me veía ahí. Ojo, no es una cuestión de prejuicio ni en contra de esos formatos, eh. No era hacia donde quería ir. No es fácil por ciertos momentos como por ejemplo en pandemia. Lo pude hacer y siento que después tiene sus frutos y no son inmediatos. La gente piensa cosas que no son.
—¿En qué sentido?
—Algunos piensan que las oportunidades te llueven y que tenés todo servido. No es así. Las cosas hay que buscarlas la mayoría de las veces. Una vez que vos sabés qué querés y qué no querés y vas consecuente a eso, empiezan a pasar las cosas. Fue el caso de esta obra: estuve un año buscando los derechos. Si me quedaba tirado en la cama no estaría haciendo esta charla hoy. Me parece importante transmitir esto.
—¿Hay cierta contradicción entre decir que no a este tipo de proyectos, pero al mismo tiempo no estar sobrado económicamente?
—Hago cuentas y me ajusto. Siempre fui muy ahorrativo. Tengo tres hijos y es una cuestión de responsabilidad. Obviamente que la pandemia a todos nos pegó fuerte.
—¿En algún momento te preocupaste por la estabilidad económica de tu familia?
—No, pero siempre estuve atento. He sido consciente a cada paso que fui para estar firme. Otras veces uno está más tranquilo y se manda. Con la edad uno puede estar mas tranquilo, pero agradezco todo lo que me pasó porque me hizo más fuerte de lo que era.

Mariano Martínez habla a fondo sobre sus hijos y su futuro
No es novedad que Mariano Martínez tiene una gran relación con sus tres hijos. Posteos, historias de Instagram y hasta desafíos de TikTok demuestran el cercano vínculo que tiene con ellos. Olivia y Milo son fruto de su relación con Juliana Giambroni, y Alma nació del noviazgo con Camila Cavallo.
—El año pasado tu hija Olivia cumplió 15, ¿cómo vivís tener una hija adolescente?
—Ella desde chiquita nos dice que a los 18 se va a ir de casa... Quiere irse a Estados Unidos porque quiere ser actriz. Ella de chica hizo varias cosas y es muy fuerte. Es hermoso porque estamos en un momento re lindo. Lo fuimos forjando a lo largo de la vida. Hace 15 años estuvimos acá en Mar del Plata cuando ella tenía 2 meses y ahora volvió. Las charlas que tenemos y el amor que nos tenemos... Más allá de que está en la etapa de la adolescencia, siempre me cuenta todo.

—¿Hay confianza entre ustedes?
—Sí, hay confianza, pero no ejercemos de amigos. Siempre hubo mucho amor, cariño y nos acompañamos en los momentos más simples. Esos son los más importantes y muchas personas lo dejan pasar y son los que forjan tu relación para siempre con tus hijos y forjan a ellos como personas. Es lo principal.
—¿Qué pensás de que quiere ir a vivir al exterior?
—Yo soy una persona muy sensible. Ella siempre me carga con que lloro...
Mariano detiene la entrevista. Se lo ve emocionado. Mientras habla sobre la posibilidad de que su hija viva en el exterior rompe en llanto y pide disculpas. Se toma un par de segundos para reponerse mientras se seca las lágrimas y luego retoma la charla.
—¿En qué pensabas?
—Siempre la alentaría...
—Milo ya tiene 11 años, ¿tiene idea de qué haría?
—A nivel de qué quiere hacer en el futuro no sé. Lo que le salió a Olivia fue algo natural a los 6 años. Ella sabía que quería ser artista. Al principio yo no quería...

—¿Por qué no querías?
—No quería que arranque a trabajar de chica porque trabajo es trabajo. Más allá de que le pueda gustar o no, hasta que lo empiezan a hacer no tienen noción de las exigencias que tiene. Para mí hay edades para todos. Olivia trabajó, pero fue durante el verano y muy cuidado.
—¿Te pidió consejos laborales o actorales?
—Ella es una esponja. Ni hace falta que yo le diga. Una vez la acompañé a hacer un corto que al final nunca salió y yo tenía muchos nervios, pero ella hizo todo con mucha naturalidad. Obviamente que yo la voy a acompañar y cuidar siempre. Lo mismo con todos mis hijos. Con Alma también lo hago. Acompaño, pero tengo cuidado.
—¿Alma también le gusta lo artístico?
—Sí, le gustaría también. Milo no dice nada al respecto. Él es más relajado... Sí le gustaría ser jugador gamer. De hecho, entrena y lo re apoyo. Es otro mundo pero lo incentivo. Pensá que hoy eso puede ser un trabajo. Hay gente que labura en ese mundo y le va muy bien. Además le gusta mucho. Hoy ese es su objetivo. De todos modos, yo quiero que sigan siendo niños y puedan disfrutar. Hay tiempos que no vuelven y ahora tienen que disfrutar sin presiones extras.

Cómo está hoy su relación con Triana Ybañez
Hace ya más de dos años que Mariano Martínez y Triana Ybañez están juntos. Ambos, dueños de un bajísimo perfil, formaron una gran familia y se acompañan en todo momento. Sin dar muchos detalles sobre su relación y cuidando su intimidad, el actor se animó a hablar de su gran presente amoroso.
—¿Cómo está tu relación con Triana?
—Tri es lo más. Es recontra buena persona y compañera. Yo la amo... La amo... Es re buena persona y es re talentosa. La admiro.
—¿Cómo llevan la familia ensamblada?
—Mis hijos la aman... Ella es re compinche. La verdad es que Alma la adora y con Oli se llevan re bien. Charlan de todo... Milo también la re quiere porque ella se prende a todo. Juega a todo... En Año Nuevo estábamos todos y se fueron los 4 a hacer fotos. No los encontraba... Se habían ido ellos solos y me dejaron afuera a mí (risas). Me encanta que se así y tengan esa complicidad. Es súper importante y nuestra relación de pareja es re linda. Es un amor muy sólido...
Fotos: Rocío Bustos
Agradecemos a Majo Garufi y Parador Cabo Largo